Mestiza

VI

¡Papá! ¡Papá!-gritaba una niña. Ella poseía una cabellera preciosamente negra, pero lo que más impresionaba era el color de sus ojos .Unos ojos dorados como los rayos del sol en el amanecer.

 

-No grites Valentine .Estoy aquí ¿Qué sucede?-Le contestó un hombre alto y robusto con una cabellera igual de negra, pero a diferencia de la niña sus ojos eran de un color café ordinario-No deberías gritar .Las princesas no hacen eso.

 

-Yo no quiero ser una princesa papá. Además las princesas de mis cuentos viven en castillos- Dijo la niña, que no pasaba de cinco años- Papá ¿Por qué aquí sale el sol pero allá no?- La pequeña niña le preguntaba a su padre por la oscuridad que se veía a lo lejos en el horizonte .Una oscuridad absoluta que no dejaba ver nada más allá de unos muros que al parecer protegían algo.

 

-Ese es el país oscuro- Le dijo el hombre, mientras que en su cara se dibujaba una mueca entre disgusto y temor - Esos muros sirven para protegernos de los monstruos que viven hay.

 

-Ah...- Dijo. La niña pensó que era un lugar aterrador, quizás fue curiosidad, pero quería saber qué clase de monstruos viven allí.

 

De pronto un estruendo se escuchó desde afuera de la casa. El padre de la niña fue enseguida a revisar qué sucedió. Cuando el padre salió se escucharon unas voces provenientes de la dirección en la que él había ido.

 

-¡Entrega a la niña . Ella ya no te pertenece!- Gritaba una voz que generaba autoridad- Si no lo haces te mataremos e iremos por ella .

 

-No. Ella no es la niña que buscan .Por favor retírense -Dijo el padre con un tono totalmente tranquilo.

 

Mientras la discusión se generaba fuera de la casa, la niña observaba por una ventana, a los hombres que llevaban unos atuendos que consistían en túnicas de un color dorado y detalles en color blanco. La niña no sabía si estar asustada por la discusión que tenían con su padre o fascinada por la belleza de sus ropas.

 

-¡No lo repetiré! Entregarnos a la reina o si no pagaras con tu vida tal insolencia- Grito uno de los hombres ya exasperado.

- ¡No¡ ¡Ella es mi hija y…- No pudo terminar de hablar .Un puño se estampó contra su cara lanzándolo al suelo sin contemplación.

-¡Eres un idiota!-le grito el hombre que permanecía de pie mirando al padre de la niña aun tirado en el suelo- La reina oscura está por nacer y tú quieres que perdamos nuestra única salvación.

-Ella… no es la reina. ¡Dejen a mi familia en paz!-Grito el hombre mientras luchaba por levantarse.

-Entonces acabas de sellar tu destino-Dijo el hombre con una sonrisa diabólica en su rostro.

El hombre de finas ropas saco una daga de su túnica y con un rápido movimiento la enterró en el pecho del padre de la niña. La niña viendo tal escenario quiso correr al lado de su padre .Este la detuvo con la mirada como queriendo suplicar que permaneciera oculta en la casa .La niña ignorando las suplicas de su padre y se dispuso a abrir la puerta que conducía hacia fuera. La niña se disponía a jalar la perilla, cuando unos brazos la envolvieron desdés atrás .Ella lucho por soltarse pero resulto en vano con sus apenas cinco años eso era imposible.

 

Lagrimas se deslizaban por mis mejillas. El sueño que acaba de tener se sentía muy real .Era un sueño diferente a los otros que había tenido, en este sueño experimente un poco de felicidad aunque fue remplazada por la imagen de ese hombre tendido en el suelo con sangre proveniente de su pecho.

Escuche el sonido proveniente de la puerta de mi habitación y el sonido de una voz familiar para mí.

-Hija voy a entrar – Era mi madre. Me apresure a secarme las lágrimas ya que odio que me vean llorar; el motivo no lo sé solo lo odio.

-Buenos Días Mamá- Dije con una sonrisa casi fingida.

-Mi cielo, quiero hablar contigo sobre tu cumpleaños – sus facciones se endurecieron .A mi madre no le gustaba que cumpliera años y no entiendo porque, no es que a mí me encante pero noto que a ella le causa mucho desagrado el tema.

-Mamá, pensé pasarlo con Caro y Nicolás, ya que quede de encontrarme con él apenas regresara. Pero su vuelo se retrasó y llegara un día antes de mi cumpleaños- Eso me lo dijo Caro cuando la llame para encontrarnos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.