VII

-Está bien lo hare- dije refunfuñando - iré contigo-.Le dije a carolina, que no estaba muy contenta con lo del viaje .Siempre pasábamos mi cumpleaños juntas y esta vez sería diferente.

-No es justo, por Dios vas a cumplir dieciocho deberías ir a festejar a lo grande, no ir de excursión. Que pasa con Nicolás él quería reunirse con nosotras.-Me dijo claramente molesta.

-Lo sé, pero no puedo hacer nada al respecto estoy segura que entenderá y de igual manera volveré el lunes solo será un día.- estoy tratando que entienda pero resulta imposible. Suele ser muy obstinada.

-Bueno pasa un día en el centro comercial conmigo, y estarás perdonada- dijo claramente aprovechándose de la ocasión. Detesto ir de compras con ella suele medirse toda la tienda y no comprar nada.

-Dije que si iría .Te lo prometo – De repente recuerdo que no he oído de Derek desde la última vez que me dejo como tonta hay de pie- Caro no he visto a Derek estos días en la universidad tú de casualidad no lo vistes por ahí.

- Oh así que si te interesa Derek – Y hay va de nuevo- puedo conseguirte su número – el tono de burla no se me escapa. Pero si no lo veo su número me vendría de lo mejor.

-¡No me gusta! Solo le quería avisar que no podre ver la luna el domingo con él porque es mi cumpleaños eso es todo- En parte es verdad, nunca le dije que iba a ir con el pero es una buena excusa para llamarlo y pedir una buena explicación.

-Tranquila fiera , en un rato te consigo su número y paso por ti mañana a las diez para ir de ¡compras!- su voz enérgica hace que me arrepienta de prometerle ir con ella mañana . Podría a ver inventado una migraña para no ir.

-No te atrevas a enfermarte porque igual vendrás conmigo-Si, he utilizado ese truco demasiadas veces.

- ¡Voy a ir! – mañana será el peor día de mi vida estoy segura me hará pagar con creces el no pasar el cumpleaños con ella

-Bien, nos vemos luego- corta el llamado y me inunda el silencio. Mis parpados pesan y empiezo a quedarme dormida.

El sonido del teléfono me hace pegar un brinco despertándome de golpe. Lo tomo y veo el nombre de la cafetería donde unos días pedí trabajo y contesto de una vez.

-Señorita claes- escucho la voz de una chica-Es usted Valentina Sofía Black Claes- escuchar mi nombre completo es un poco raro .Suelo usar solo mi primer nombre y segundo apellido que viene de mi madre. El de mi padre no me resulta familiar en lo absoluto.

-Si esa soy – asiento entusiasmada.

-La llamo del café light blue – un nombre muy raro para un café- es para comunicarle que mañana a las nueve tiene una entrevista para el puesto de mesera –me dice totalmente cortante.

- Gracias. Ahí estaré –estoy feliz con esto puedo ayudar a mamá con los gastos de la universidad .Lo malo es que ella no sabe nada del trabajo y me preocupa su reacción al enterarse.

-Otra cosa al ser menor de edad tiene que venir con su tutor legal si llegara a ser contratada-me dice en tono de burla, de seguro ya sabe mi edad no me sorprendería que estuviera al lado de mi nombre.

-No se preocupe cumplo dieciocho pasado mañana .No creo que haya inconveniente ¿cierto?-espero que haya notado la poca paciencia que tengo.

-Está bien – noto un poco de enojo, pero me vale- Tiene que estar a las nueve en punto.

- Si hay estaré- sin darme tiempo de decir otra cosa cuelga, dejándome con la palabra en la boca.

Escucho como se abre la puerta de mi habitación y veo a mi madre con su cara totalmente seria, hasta un punto que asusta.

-Es la tercera vez que llaman, habían estado llamando al de la casa- Su voz es fría, cortante y recriminatoria- Pensabas trabajar y no me consultaste primero.

-Mamá lo siento, pero necesito trabajar y ayudarte a pagar la universidad y los gastos de la casa- le digo tratando de calmarla antes que explote.

-¡Quien te dijo que necesito ayuda, siempre he salido adelante no sé porque no hacerlo ahora! ¡Y no pienso dejarte trabajar!- exploto.

-Ya soy mayor de edad y puedo hacerlo… quieras o no – siento como la palma de su mano impacta con mi rostro y quedo aturdida. Nunca me había pegado antes.

- Yo… lo siento-Dice y veo el arrepentimiento en sus facciones.

- Esta bien yo no debí hablar así perdón – En realidad fue mi culpa.

-Prométeme que no iras a esa entrevista – Me dice suplicando y toma mis manos.