Llegó el famoso cumpleaños de las gemelas Benavides Maldonado y en la casa todo era bullicioso y caótico, ya que también era el último día del año y la señora Yolanda estaba muy ocupada, tratando de realizar todos los preparativos de la fiesta, año nuevo-cumpleaños y tenía a todo el mundo trabajando, hasta el señor Joaquín no se escapó de las órdenes de su esposa. Los siete integrantes de la familia, estaban ayudando a decorar la casa para el cumpleaños, ya que los adornos navideños estaban desde que inició diciembre; así que solo era arreglar la sala y el comedor con los globos, serpentinas, banderines, piñatas y los famosos confetis, que a la señora Yolanda no le gustaba para nada, porque era complicado limpiar todos esos papelitos que se incrustaban en todas partes.
El timbre sonó y el señor Joaquín abrió, porque estaba cerca de la puerta, los que llegaron fueron Javier, el mejor amigo de Lucía Fernanda y Jorge el mejor amigo de Laura Sofía, el señor Joaquín comenzó a gritar.
- ¡Sofi!, ¡Fer!, llegaron Javier y Jorge – los dejó entrar y les dijo – menos mal que llegaron, para que ayuden a preparar las cosas para la fiesta – y con un guiño se levantó – ya estoy muy viejo para estos ajetreos – y les dio la bolsa de globos que tenía en las manos – además ustedes tienen mejores pulmones que yo – y se dirigió a la cocina a tomarse algo fresco con una gran sonrisa, porque encontró a alguien más que hiciera su trabajo.
- hola chicos – saludaron ambas – ¿Qué tienen en las manos? – preguntó Sofi.
- tu papá nos puso oficio que hacer, así que vamos a inflar los globos. – Javier las miró – oigan chicas, FELIZ CUMPLEAÑOS – dijeron los dos al tiempo - se ven hermosas – se acercaron y las abrazaron dándoles un beso en la mejilla.
- muchas gracias, chicos, ¡ah, y gracias por ayudar! – Sofi, y comenzó a quejarse – esta casa es de locos, toda la mañana, hemos estado trabajando, - tomó a Jorge del brazo y Fer a Javier – vengan que queremos que nos ayuden hacer algo en el patio, vamos hacer un asado y hay que preparar las cosas. – salen hacia el patio y encuentran a Julio, Andrés y a Federico encendiendo el carbón para preparar las brasas y comenzar a poner la carne, los chorizos y demás ingredientes – como Julio ya no vive aquí, le hemos puesto oficio, - y se carcajea y sus amigos le imitan.
- ¿ya vienen a comer las del cumpleaños? Dijo Julio sonriendo al ver a sus hermosas hermanas llegar corriendo como chiquillas de cinco años. Las tomó en brazos cuando ellas se les lanzó – vaya pero que han crecido desde ayer – y lanza una carcajada cuando ambas le dan un puñetazo de mentira en cada brazo – ¡ay, eso me dolió! Y fingió con un quejido - ¡auch!
- no te dimos duro, además no te quejes, hermanito, que así nos adoras – y le dan un beso, uno en cada mejilla.
- ¡mis hermosas bebés! – les da un fuerte abrazo y las hace gritar, porque le da un pellizco.
- ¡no somos bebés! Cumplimos diecisiete años. – y lo miran enojadas y luego ambas le sacan la lengua. Ese era el juego que hacían todos los años, él las molestaba con la edad y ellas se enojaban con él, ¡oye! ¿Trajiste a la huesuda de tu novia? – él se puso serio y movió la cabeza.
- ¡no! Terminamos hace tres semanas – las miró y les dijo – me imagino que se alegran, ¿verdad? Ella no les simpatizaba a ustedes.
- la verdad es que no, amorcito – le pasaron sus brazos por la cintura diciéndole – sabes que te amamos, y queremos lo mejor, pero ella no te convenía – y sonriendo Sofi le asegura – no te preocupes, que pronto llegará la indicada.
- ¡claro! Espero que no hagan nada estúpido y me presenten una de sus amigas, no lo voy a tolerar "mes petites dames” “mis pequeñas damitas”– él se los dijo en francés, ya que a ellas las fascina y sabía que ellas les responderían.
- ¡merci, beaucoup grand frere! “muchas gracias, hermano mayor” – él se ríe a carcajada y ellas les sigue con otra carcajada. En ese momento, se les unió Andrés y Federico.
- me imagino que les estás molestando con el francés, Julio – le dijo sonreído Federico.
- jajajaja, sí, sabes que ellas no me dejan pasar nada cuando les salgo con algo como eso, se creen las muy “picadas”
- saben que ellas no son picadas, son fáciles para los idiomas y unas súper-genios- las defendió Andrés.
- lo sabemos, Andrés, pero me gusta “tocarlas con eso” jajajaja – toma un pedazo de chorizo y se lo lleva a la boca. – creo que esto ya está, vamos a repartir, porque ya tengo hambre – levanta una mano y comienza a llamar a la familia para que se acerquen a tomar su porción, todos llegan con sus platos llenos de ensaladas, papas cocidas y su refresco.
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Hola, amigos, discúlpenme por no haber publicado en estos días, no me he sentido bien, pero aquí les dejo un capítulo cortito.
Espero que los disfruten y comenten que les pareció.
Besitos para todos.
Zenyas (Dalgy)