Mi amor no te pertenece

6





 

—Disculpe porque actuo de esta manera, en verdad me siento muy feliz porque estás con vida, pero me rompe el corazón cuando me miras como a una extraña, sé que debo comprenderte, pero en este momento necesito estar sola. —Jeremy puso una expresión cabizbaja.

—Lamento no poder recordarte, la verdad es que no recuerdo nada de los últimos meses, deseo con todas mis fuerzas poder hacerlo. 

—Sí, supongo que debes sentirte demasiado confundido, no quiero ser un motivo más de preocupación para ti, es mejor que me vaya.

—Hay muchas cosas que necesito saber. 

—Quiero ayudarte en tu recuperación.

—Gracias. Por qué mejor no vamos a sentarnos y charlamos un poco. —La tomó de la mano, Jeremy no sabía ni por qué la había agarrado, luego la llevó al estudio, la acercó a la mesa de lectura que tenía cerca de la ventana. Jeremy era un hombre bastante educado, entonces sacó la silla y se la ofreció para que se sentara.

—Gracias.

Luego él también se sentó, tenía el semblante serio y cabizbajo, se sentía realmente consternado por dentro, él siempre había sido muy ordenado con sus asuntos, toda su vida estaba planeada, desde adolescente había sido así. En sus planes más inmediatos tenía casarse con Bridget y tener con ella herederos; no con esa chica que ahora tenía frente a sus ojos, que no pertenecía a su clase social y que le resultaba una total extraña.

Él puso sus manos sobre la mesa y entrecruzó lo dedos mientras mantuvo erguido los hombros; la miró como lo que ella significaba, una completa desconocida, luego le dijo:

—Lauren, la verdad es que si, estoy muy confundido y no logro entender en qué momento decidí casarme contigo, te observó y no consigo nada en común entre los dos, de verdad es muy confuso.

—Ya lo sé, no necesito que lo repitas —Se levantó de la silla—. No quiero quedarme y seguir viendo y escuchando que me trates así, eso me hace daño.

—Es que yo tenía una vida establecida, y ahora parece que he hecho cosas que nada tiene que ver con todo lo que tenía planeado.

—Lo siento, me da alegría verte con vida, pero no me quedaré, prefiero irme a mi casa y esperar que recuerdes algo.

—Seré claro contigo, yo iba a casarme con Bridget, la heredera de los Harrison, no comprendo por qué ahora estoy casado contigo. 

El rostro de Lauren entristeció, comenzó a comprender la nueva realidad de los sentimientos de su esposo, seguramente ahora amaba a Bridget.

—¿Qué va a suceder con nosotros? 

—¿Cómo podré saberlo? No te conozco.

—Y yo no te reconozco, también actúas como un completo extraño para mí. 

—No comprendo. 

—Siento que eres otro, eres tú, pero muy distinto, tu forma de hablar, el modo de vestir, hasta tu perfume es diferente; siento como si te hubieran cambiado por otro.

—Pero soy yo. 

—Supongo que tu memoria ha cambiado muchas cosas en ti. 

—En realidad era otro cuando me casé contigo, debido a no sé, tal vez estaba más desmemoriado que en este momento, lo que soy ahora es lo que recuerdo de toda mi vida, solo he olvidado los últimos meses.

—¿Quieres decir que el Jeremy que conozco no existe? —Lauren comenzó a sentirse muy decepcionada.

—Sí, eso quiero decir, ese Jeremy hizo cosas que yo jamás haría. —Lauren agachó el rostro y se quedó callada por un momento, luego agregó:

—Supongo que no deseas estar casado conmigo.

—La verdad no sé si lo deseo o no; te miro y me pareces una mujer muy hermosa, tal vez por eso me casé contigo… Quiero que te quedes, no te puedes ir hasta que todo esté claro.

—Está bien. —Respondió decepcionada. Jeremy le llevó de nuevo a la habitación, allí le dijo:

—Mientras permanezcas aquí debemos dormir en habitaciones separadas,  esto es muy extraño para mí y no me siento preparado para dormir contigo. 

—Está bien, no te preocupes, comprendo que estás pasando por un mal momento. 

—Gracias por tu comprensión. 

Después Jeremith se marchó de la habitación, ella se sentó en la cama, sentía una gran decepción por cómo habían resultado las cosas: 

"No me recuerda, piensa que soy una extraña. No sé qué hago aquí, ¿por qué le hice caso?"

Luego dijo en voz alta:

—¿A quién quiero engañar? deseo con todas mis fuerzas estar cerca de él, ojalá y pronto me recuerde, lo amo demasiado y tengo miedo de que decida sacarme de su vida.

Su momento de alegría se había convertido en congoja. Pero aún conservaba las esperanzas, luego dijo con una voz tenue:

—No importa que no me recuerdes Jeremy, estoy segura que con mi cariño volverás a ser el de antes, y nos amaremos toda la vida. 

A la hora de la cena la familia Remington acostumbraba como todos los de su clase, a vestirse con los mejores y más costosos atuendos y joyas, pues la última comida del día se consideraba la más importante, pues era a esa hora donde todos los miembros de la familia se encontraban en casa y podían compartir al final del día.

Todos se alistaron,  incluyendo a Jeremy, quien se puso un costoso traje de paño italiano color negro. 

Él le dijo a una de las mucamas que le avisara a Lauren que se alistara para la cena. Pero ella no estaba de humor para bajar a comer con la familia, la mucama le avisó a Jeremy.

—Señor, su esposa no desea bajar a comer con la familia. 

—Entonces que le suban la cena a su habitación. 

—Sí señor. 

Todos los miembros de la familia  se reunieron en la sala como a las seis y treinta de la tarde, aún faltaba media hora para ir a comer. Cuando Jeremy bajó a la sala, la tía Vera preguntó: 

—¿Dónde está tu esposa que no bajó contigo? ¿Acaso no piensa bajar a comer con la familia? —Él respondió:

—Lauren no bajará a cenar con nosotros, ya ordené que le suban la comida.

—Eso sí que no lo voy a permitir, Lauren es un miembro más de esta familia y debe bajar a comer con nosotros.

—Tia ella no desea... 




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