Jeremith estaba en la oficina, consternado y seguía sin comprender cómo era que se había casado con una camarera y que además no recordaba en lo absoluto. De regreso a la mansión fue con Ethan en su auto, mientras iba conduciendo, el silencio se hizo evidente, Ethan notó que Jeremith estaba muy pensativo. Entonces rompió un silencio y le preguntó:
—¿Irás a verla?
—Si te refieres a… Lauren, no, prefiero esperar algunos días, antes de hacerlo necesito averiguar todo acerca de mi supuesta boda con ella.
—¿Piensas que no es verdad?
—He llegado a la conclusión de que podría ser una farsa, sucedió justo después de que me secuestraron, el día que la avioneta se accidentó ¿no te parece extraño?
—Después del accidente regresaste, pero sí tenías problemas de memoria, todos somos testigos, estabas haciendo cosas extrañas.
Lauren inocente, no parece ser una mujer capaz de prestarse para un crimen como piensas, realmente la conociste hace algunas semanas y tomaste esa decisión de unirte a ella.
—Necesito averiguar y estar seguro —Se aflojó el nudo de la corbata—. Siento que me ahogo con toda esta situación, deseo no tener que conocerla, pero no puedo evitar sentir curiosidad por saber cómo esy cómo pude volverme tan loco como para casarme con ella.
—Es una muchacha sencilla pero muy hermosa, tiene el cabello rubio y sus ojos son color ámbar, tiene el rostro de un ángel, no es difícil comprender que te hayas enamorado tan rápido.
—¿Cuando dices sencilla a qué te refieres?
—Me refiero a que no es presumida, es sencilla y alegre, dulce y atenta
—Entonces como dijo Megan, tiene la apariencia de una sirvienta.
—No, cuando la veas te darás cuenta que no es como una sirvienta, tu esposa es muy hermosa, sólo necesita que le compres ropa; fuiste un tacaño, te casaste con ella y no le diste ni un regalo. —Jeremy suspiró.
—Mi abogado va a revisar el acta de matrimonio. Esperaré un par de días y mandaré a buscarla antes necesito tener más claras las cosas.
***
Lauren había salido de la ciudad y fue a pasar un tiempo en la granja de su familia, la cuál estaba a varias horas de Chicago. Había superado un poco la muerte de Jeremih, pero lo extrañaba mucho.
En la tarde estaba haciendo sol, Lauren quiso ir al arroyo, antes de marcharse le avisó a su tía.
—Iré al arroyo.
—¿Vas a ir sola? Es mejor que esperes a tus primos para que te acompañen.
—Me hará bien estar sola un rato.
—Vas a ponerte triste de nuevo.
—Estar a solas con mis pensamientos me ayudará, lo necesito.
Se había puesto una blusa campera y unos shorts de jeans deshilachados y un par de botas que llegaban un poco más arriba de los tobillos. Subió a un caballo y tomó el camino hacia el arroyo. Cuando llegó, dejó al caballo junto a un árbol, luego se quitó el shorts y la blusa, debajo tenía puesto un traje de baño. Después se metió a nadar un rato.
El lugar estaba muy silencioso, a excepción del sonido producido por el arroyo, no había viento, por lo qué se sentía mucha quietud, nos árboles estaban inmóviles. Allí no existían los afanes que Lauren había experimentado en Chicago, antes de casarse con Jeremih, tenía la vida muy ajetreada entre el trabajo de mesera y la universidad, pero con la partida de Jeremith, su vida había quedado en pausa por el luto, ya era tarde para intentar recuperar el semestre, por lo que tenía pensado quedarse varios meses en la granja y hacer mermeladas para vender, así pensaba reunir un poco de dinero y costear nuevamente la matrícula.
Salió del arroyo y se recostó sobre una roca. Estaba relajada, por primera vez podía pensar en Jeremy sin que eso le causara tanto dolor, estaba comenzando a asumir que él se había ido.
Al rato se quedó dormida pensando en él y comenzó a soñar con Jeremith, podía oír su voz y ver su sonrisa. Pasó un rato, aún estaba dormida cuando de repente despertó asustada con la voz de Karl, su primo.
—Lauren despierta. —Ella abrió los ojos y levantó la cabeza.
—¿Qué sucede? —Se puso la mano en el pecho—. Me vas a matar de un susto.
—Alguien, un tipo muy elegante te busca.
—¿Quién es?
—Dice que se llama Fillt, y que es el chófer de confianza de la familia Remington.
—¡¿Fillit?!
—Sí.
—¿Y qué quiere?
—Dijo que tiene una noticia muy importante.
—No quiero saber nada de esa familia, debiste decirle que .e fui del país.
—Es mejor que vayas, debe ser importante.
Lauren se levantó e iba hacia el caballo pero Karl la detuvo.
—El chofer te está esperando en la carretera, ve a pie, yo me encargo de llevar a tornado.
—Está bien.
—Lauren caminó algunos metros por el camino que conducía hacia la carretera, cuando salió, allí estaba una camioneta color negro, en la puerta tenía grabado el logo de la empresa de la familia Remington.