Mi decisión fue Amarte

La Ayuda llega cuando se Necesita.

Capítulo 5

Año 2017

Después de un tiempo de felicidad y tranquilidad, viejos fantasmas comenzaron a regresar a mi cabeza.
Eran esos mismos fantasmas que amenazaban con abrir una nueva grieta en nuestro matrimonio, que empezaba a tambalear una vez más.

El alcohol, ese escape silencioso, regresaba de vez en cuando para recordarnos que seguía ahí… esperando el momento en que bajáramos la guardia.
Las amistades, el poco tiempo de calidad juntos, y la mala comunicación también hicieron de las suyas.

Mi propia inseguridad terminó llevándome a sentarme frente a un psicólogo.
Le conté sobre mi vida, mis pesadillas, mi relación, mis miedos…
Fue un alivio encontrar a alguien con quien conversar, aunque fuera una vez cada quince días.
Tal vez fueron tres meses, no lo recuerdo con exactitud.
Pero el resultado no fue el que yo esperaba.

Pensé que todo se debía al estrés, a los traumas de la infancia, al cansancio...
Nunca imaginé que el psicólogo me diría que la raíz de mis problemas emocionales… era mi esposa.
Aquella mujer con la que un día había hecho un pacto de amor, ahora era, según él, la causante de mi sufrimiento.

No lo podía creer.
No lo quería aceptar.
Tenía que ser otra cosa.

Decidí someterme a algo llamado hipnosis, convencido de que incluso en mi inconsciente surgiría otra verdad.
Pero nada salió como esperaba.
Algo, quizá una resistencia interna, bloqueó aquella oportunidad.

Entonces pensé: Este doctor está equivocado.
Así que decidí dejar de asistir a las sesiones y buscar una solución diferente.

Pasaron dos meses.
Renuncié a uno de mis trabajos de fin de semana, y también a otro que hacía por las noches.
Sentía que mi esposa no me apoyaba, pero no quería culparla.
Mi psicólogo siempre me repetía que si quería ser feliz, no podía depender de otra persona…
Y en palabras más duras, me insinuaba que hoy en día el divorcio es la mejor salida cuando ya no se sabe qué más hacer.

En esa búsqueda de respuestas, un día escuché una historia que cambió mi perspectiva:

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La historia del hombre y el sabio

Un hombre viajó cientos de kilómetros para pedir consejo al hombre más sabio del mundo.
Cuando finalmente llegó, le contó su tristeza:

—Mi esposa es mala, no me valora, siempre se queja, me hace sentir menos...

Antes de que terminara, el sabio respondió:
—Ámala.

El hombre, confundido, insistió:
—¡No me entiende! Es despreocupada, no hace nada en casa, todo es un problema, y si le digo algo, se enoja aún más. ¿Qué debería hacer?

El sabio volvió a decir:
—Ámala.

—¡Pero ya no siento amor! —protestó el hombre.

Entonces el sabio, con firmeza, respondió:
—Amar es una decisión, no un sentimiento.
Tú la elegiste. Fue tu decisión. Ahora, elige seguir amándola.

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Aunque fue solo un audio de reflexión, aquellas palabras se clavaron en mi mente y en mi corazón.
Yo aún amaba a mi esposa.
Y deseaba seguir haciéndolo.

Esa fue mi decisión.

Un mes después, dejé mi trabajo.
No terminé la terapia, pero ya había encontrado la respuesta que tanto buscaba.
Nunca regresé al psicólogo. No lo culpo por sus consejos; tal vez, de alguna forma, me ayudaron a ver con claridad.

Y no fui solo yo el que cambió.
Ella también.

Cada día era más evidente.
Era como si, en lo profundo, también hubiera entendido que estábamos al borde de un nuevo colapso.

"Sin saberlo, ya estábamos a punto de escribir un nuevo capítulo en nuestra historia… uno que jamás olvidaríamos."




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