Mi destino después de una noche

Duele, pero sigo aferrándome.

Nos quedamos en silencio, contemplando lo hermosa que estaba la noche, después de unos minutos viendo las estrellas y lo hermosa que la luna estaba, gire la mirada hacia ella. Ella sonreía, una sonrisa muy diferente, algo en esa sonrisa me hacía sentir un poco melancólico, no lo sé, pero su sonrisa era triste, feliz pero triste, como si algo le doliera muy en el fondo y al mismo la hiciera feliz, yo… simplemente me quede en silencio. Después de verla por un rato, vi como por sus ojos brotaban lágrimas, no puede quedarme viendo simplemente. Me acerque a ella y la rodee con mis brazos, haciéndole saber que todo estaba bien y que estaba con ella, sin pensarlo dos veces coloco la cabeza en mi pecho, se aferró a mi tan fuerte y en voz baja dijo algo que hizo que muy muy dentro de mi doliera.

-Aun lo extraño.

No sé por qué razón, pero sentí un gran dolor dentro de mí, ese lugar era uno muy preciado, ya que le traía recuerdos de alguien, alguien quien hizo humedecer su rostro. Tal vez fue alguien muy importante para ella, alguien a quien no olvida y yo era la mejor opción.

-Lo siento, es tan hermoso aquí que olvide por completo la hora. ¿Quieres que nos vayamos ya?

--No, solo unos segundo más, ¿vale?

-¿Estas bien?

--Sí, no te preocupes, es solo que quiero contemplar el cielo por un rato más.

-¿Estás seguro?

--Claro, solo un rato más.

-Ok.

Si, solo un rato más, la verdad es que quería quedarme un rato más a su lado, no quería que la noche terminara, aun después de escuchar aquellas palabras; quería seguir junto a ella.

-Hace mucho tiempo, cuando era una niña mis padres me llevaron a un lugar fuera de la ciudad. Aquel día yo estaba muy molesta, no quería salir de la ciudad, quería pasar mis 15 días de vacaciones en la casa de mi tía, pero mi padre tenía planes muy distintos. Por lo que no tuve más elección que ir con ellos, estaba tan irritada que me puse a gritarles a mis padres, molesta por llevarme a ese lugar sin que yo quisiera. Me soportaron por un rato pero mi padre ya en su límite se molestó tanto que me abofeteo…--Eras una niña mal criada.

-Digamos que sí, no lo sé.

--Bueno, sigue, quiero escuchar más de aquella niña.

-Después de recibir tan tremendo bofetón, salí de casa sin pensarlo dos  veces, aún era de día, por lo que me aleje lo más que pude de la casa.  Pero después de un rato me perdí, ¿pero sabes?, no fue del todo malo, ya que fue por eso que lo conocí a él. El chico de quien he estado enamorada desde entonces.

Porque, porque cada vez que ella pronunciaba una palabra, sentía como muy dentro de mí algo se estaba agrietando, pero ella simplemente seguía, seguía narrando su historia, pero lo peor de todo es, es que yo no pudiera si quiera pronunciar una palabra, de mi nada salía, quería gritar y decirle que ya se detuviera, pero no podía hacerlo, el miedo de que ella se alejara de mí, me detenía cada vez. Lo único que quedaba era escuchar y seguir escuchando aquella historia de amor de cuando era niña y que aun ahora sigue existiendo.

-Estaba muy asustada, no sabía cómo volver, estaba rodeada de árboles, lo que hiso que me fuera imposibles regresar, no se escuchaba nada, niños, animales de granja o el sonido de los coches, nada que me ayudara volver, solo el piar de los pájaros, y el movimiento de las ramas de los árboles, estaba completamente perdida, hasta que de la nada escuche el cerrar de un libro, fue un sonido muy aterrado, al menos para una niña de apenas 8 años, quien se encontraba perdida en medio del bosque en un lugar que ni en sueños había visitado, un lugar completamente desconocido… bueno volviendo a lo de antes; después de escuchar ese sonido, me acerque muy lentamente  y en silencio al lugar de donde provino ese sonido, lo primero que vi fueron los pies de un niño, me asuste un poco, pensando que se trataba de algún asesinato, o yo que sé, retrocedí un paso, pero me arme de valor y decidí acercarme más, y efectivamente, no se trataba de un asesinato, pero si de un chico, él  estaba tan profundamente dormido, apoyado de un árbol, sosteniendo un libro, que supongo leía, pero se quedó dormido.

--Es una gran historia, entonces que paso después de eso. —La verdad, ya no quería seguir escuchando, pero al mismo tiempo quería saber más de esa historia, historia que Alexa recordaba tan cariñosamente—

-El era un chico muy solitario, y aquel lugar era perfecto y como no, incluso una pequeña siesta quedaba bien;  pero en ese momento yo tenía miedo, y quería regresar a casa lo más pronto como fuera posible, por lo que lo desperté tan bruscamente. –Oye, ayúdame, me he perdido, quiero volver a casa, por favor ayúdame.- eso fue lo que le dije mientras le sacudía como un trapo, el despertó muy desconcertado, y como no, una niña con los ojos todos hinchados de tanto llorar, en medio del bosque,  estaba justo frente a él, arruinando lo que para él era el paraíso, lugar donde nadie lo molestaba.-Que sucede—Tallándose los ojos—Quien eres tú, y que es lo que haces aquí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.