Volví en si, el lugar donde estoy es muy distinto, mi cabeza duele.. –Auuh, que me pasó. __Mi cabeza duele y frente a mi está Alexa, con pies, manos y boca atadas; y por más que lo intento no logro siquiera moverme, mis manos… mis manos y pies también están atadas. Nada puedo hacer si estoy en la misma situación, Víctor tenía toda la razón, debí escucharlo. Alexa me mira y con lágrimas en sus ojos solo es capaz de mover la cabeza de un lado a otro como diciendo que me rinda.
--Alexa, ¡PERDONAME! Todo esto es culpa mía, nunca debí dejarte sola.
Ella seguí moviendo la cabeza, pero yo sabía que el culpable de toda esta desgracia era yo. Todo esto paso por mi culpa.
De la nada se escuchó como la puerta se abría, y una voz desagradable se escuchó.- Vaya, has despertado, te has tardado más que tu noviecita. Ella despertó al instante, solo que tuvimos que tranquilizarla una vez más, es muy testaruda, fue muy difícil para mi colega poder tranquilizarla, incluso puedo decir que yo no hubiera podido sola con ella. La muy PERRA INCLUSO FUE CAPAZ DE ARAÑARME aún estando débil. Pero en fin, ahora no pueden hacer nada.
--Que es este lugar, adónde estamos.
- Te lo dije, no es así. Te dije que no le dijeras a nadie sobre nuestro encuentro, pero fuiste muy tonto y claro tenías que avisar a la policía. Es una lastima que tu amiguito llegará 15 minutos tarde al lugar. Justo ahora estamos a kilómetros de distancia de aquel lugar. El no podrá encontrarlo.
--Por favor, solo déjala ir, ella no tiene nada que ver con esto, soy yo al quien quieres.
- Ella tiene mucho que ver, desde el momento en el que te toco, desde ese momento ya estaba involucrada. Y si, es a ti a quien quiero, pero un poco de diversión no está de más, no crees?...
--Que tratas de decir, a qué te refieres con eso. No le hagas daño a Alexa, ¡Por favor haré todo lo que quieras pero a ella no la toques!
-Demasiado tarde, ella va a tener una muy agradable noche hoy…
Voltee a ver a Alexa, ella estaba asustada, sabía que algo malo pasaría. Yo también sabía eso, pero por más que trataba no podía deshacerme de esas cuerdas, Alexa estaba ahí y yo no podía protegerla, me sentía tan inútil. No poder proteger a la mujer que tanto he amado.
-No te esfuerces, esas cuerdas no van a soltarse a menos que yo lo ordene. Así que resígnate, no podrás hacer nada.
--¡POR FAVOR, SOLO DEJALA IR, NO LE HAGAS DAÑO, POR FAVOR, SOLO DEJALA IR, SI LA DEJAS IR ME IRE CONTIGO.!
-CALLATE, ESO LO DICES AHORA, SOLO PORQUE VEZ A TU MUJERSITA EN ESA SITUACIÓN.
--Te lo suplico, déjala ir, te prometo que iré contigo, solo si la dejas ir.
Mis lágrimas no dejaban de salir, mis muñecas dolían de tanto intentar liberarme, incluso empezaban a arder, como si la piel se hubiera desprendido por tanto moverlas de un lado para otro.
La puerta se abrió, Alexa se puso pálida, y yo sin poder hacer nada, unos hombres entraron, se acercaron a ella.
-Bueno, chicos hagan su trabajo. Por algo están aquí.
--¡Nooo, NO LA TOQUEN, DEJENLA, POR FAVOR DEJENLA.! __Mis labios fueron sellados, no podía hacer nada más que solo tratar de gritar, y Alexa, Alexa intento liberarse de aquellos maleantes, pataleaba e incluso trataba de gritar, pero fue inútil, tal y como lo fui yo.
-Has comprendido cuál es tu lugar muchacha.- Eres muy hermosa, casi como un ángel, quien pensaría que una hermosura como tú estaría debajo de mí…jajajaja las princesas si que existen y está es perfecta.
Los ojos de mi Alexa no tenían color, ella solo estaba ahí, tirada como si no tuviera vida, con la mirada vacía, resignada. Sus lágrimas brotaban como si no se acabarán; pero solo estaba ahí, solo ahí soportando lo que esos maleantes le hacían frente a mis ojos. Su confianza y valor se desplomaron, ya no estaban con ella, solo estaba ahí, aceptando que le hicieran todas aquellas desagradables cosas. Mi Alexa, por qué tenía que pasarte eso a ti, desde un principio nunca debí acercarme a ti, fui tu desgracia. Lo siento Alexa.
-Deténganse chicos, ya estuvo bueno, déjenla, más tarde podrán divertirse con ella.
Aquellos hombres salieron de aquella habitación, dejando a Alexa tirada casi sin vida, Daiana se acercó a mi, tomándome de la barbilla me dijo.
-Te das cuenta, aquí se hace lo que yo digo, y si digo que vuelvan a entra ellos lo harán, y sabes que, esto lo provocaste tu. Si no hubieras llamado a la policía nada de esto hubiera pasado. Por eso, desde ahora tienes que ser más obediente, o escenas como la que viste se volverán un hábito.
Me arranco la cinta que anteriormente me puso, pero en ese momento no tenía palabras que pudieran salir de mi boca, solo tenía ganas de llorar y deseaba que esto fuera simplemente un sueño, solo una horrible pesadilla de la que quería despertar. Daiana salió del cuarto, asegurando la puerta. Me acerque a Alexa, ella se alejo de mi, como si fuera uno de ellos, temblaba de miedo como si fuera a hacerle algún daño.
--Alexa.. tienes razón tienes derecho a sentirte de esa manera. Lo sient… lo siento mucho. Perdóname por favor.
Después de aquello Alexa se acercó a mi y se puso a llorar, lo único que podía hacer era acercarme a ella y consolarla y aunque quisiera abrazarla, no podía soltarme.
--Alexa, Alexa te has dado cuenta? Tus manos no están atadas, date prisa y desata mis manos y pies, y huyamos antes de que Daiana regrese.
Alexa apenas podía reaccionar, pero estando tan débil se esforzó tanto en desatar mis manos. Después de estar libre me dijo.
-Hay un teléfono extra en la bolsa trasera de mi chaqueta, presiona el botón rojo.
En seguida fui tras el teléfono, y si efectivamente hay había un teléfono, uno tan pequeño que apenas y podía ser notado, presione el botón tantas veces como pude. Pero los pasos se empezaron a escuchar, era Daiana y venía de regreso, me enredé las cuerdas en los pies y sostuve las de la mano detrás de mí, para que Daiana no se diera cuenta, el teléfono estaba nuevamente dentro del bolso de la chaqueta, así que todo parecía normal.
-Estoy de regreso, me extrañaste? --Nadie podría extrañar a una horrorosa mujer como tu.
-No es como si lo esperara, pero tranquilo, ahora no hace falta, ya que tengo a alguien aquí con quién puedo divertirme mucho.
-- Perdón, si te extrañe.
Bueno, la verdad es que no importa mucho, ya me estoy acostumbrado a las escenas que tu novia sabe hacer, ¿Sabes? Ella puede ser una excelente actriz, es muy buena en eso.
--Déjala ir si, vamos a quedarnos justo tu y yo, nadie más. Pero estando ella aquí no podremos.
-Que dijiste, está tonta se la va a creer? No papacito, eso no funciona en mi.
--Y como quieres que me quede contigo si no me dejas.
-mira, yo decidiré en qué momento la dejaré ir, mientras tanto tengo que darles más diversión a mis chicos.
-No, por favor, no.
-SEÑORITA DAIANA, ESTAMOS RODEADOS, HaY PATRULLAS ALREDEDOR DE LA CASA.
Alexa no sonríe, pero puedo notar un gran alivio en su rostro, ahora entiendo, ese botón era una alarma.
-¡Ahora que, que fue lo que hicieron!.
-SEÑORITA, es hora de irnos.
-Solo por hoy, solo está vez los dejare ir. Pero me verán una vez más.
Daiana salió corriendo con sus colegas, como fue que escaparon? No lo se, solo se que nadie supo por dónde salieron ni como fue que escaparon, y eso era lo que menos me importaba, tome a Alexa la tape con su abrigo y fui junto a un policía, por suerte una ambulancia venía con ellos, con Alexa en los brazos subimos a la ambulancia, llegamos al hospital, ella desapareció de entre los doctores, a mi me llevaron a una habitación y trataron mis heridas, las de las manos y de mi cabeza. Quería ver a Alexa, pero no me lo permitieron. Llegué a su habitación, pero estaba rodeada de guardias, su padre estaba ahí, Víctor salió y después de verme corrió.
-Lo siento amigo, perdóname, no fui lo suficiente velos como para ir a su rescate, estás bien, ya trataron tus heridas, te duele algo, oh no, mira eso, estás rodeado de vendas, pareces una momia. Lo siento mucho.
--Estoy, Alexa como está? No me dejan pasar y no entiendo por qué.
-Tienes que esperar un poco, ahora mismo su padre está con ella, más tarde podras verla.
-IMPOSIBLE, NO PODRAS VERLA NUNCA MAS.