Mi destino después de una noche

No, definitivamente no

-Volviste…

Dani me miro a los ojos, quedando completamente mudo, vi como intentaba pronunciar palabra, pero solo  quedo en silencio.

-¿No dirás nada? Si no dirás nada, entonces lo hare yo. Te extrañe mucho…. Quería verte, no sabes cuánto te extrañe….

Los ojos de Dani se inundaron, unas lágrimas recorrieron sus mejillas, al mismo tiempo que inclino la cabeza, tomando mis manos con ambas manos, sollozando con el rostro en las sabanas. Yo no puede contener las lágrimas. -- ¡Perdóname!

--Por favor perdóname ¡No sabía qué hacer, si te ibas jamás me lo perdonaría! Alexa….lo siento mucho.

Tendida en la cama, no podía moverme,  suavemente levante una de mis manos, toque sus mejillas...

-No Dani, perdóname tú a mí, no sabía por lo que pasabas y como una niña pequeña haciendo rabieta te cause más problemas, perdóname tú a mí.

--Te amo, y sabes que las cosas no pueden ser nada fáciles, no mientras Daiana este libre. Tendré que alejarme de ti una vez más, Víctor me ha estado ayudando, la están buscando por todos lados. La van a encontrar y cuando eso suceda nos iremos juntos a un lugar muy lejano, donde podemos empezar de cero y ser felices.

Pasos se escuchaban, Dani se puso nervioso, miro hacia la puerta y nuevamente me volteo a ver, como queriendo decir algo, pero los nervios se apoderaban de él.

-¿Ya tienes que irte?

--Perdona, tu padre no sabe que eh venido a verte. No sé qué pueda suceder si me ve aquí.

-No te preocupes, entiendo.

--Volveré pronto. Te amo.

Conforme las voces de mi padre y de alguien más se escuchaban cada vez más cerca, Dani cada vez se alejaba de mí. Sin mirar atrás, salio de la habitación. 

-Hola querida, ¿ya te sientes mejor?

-Hola papi, ya estoy mejor.

-Tienes una gran sonrisa, ¿a que se debe?

No podía ocultar lo emocionada que estaba, espere mucho por ver a Dani, y hoy fue el día.

-Bueno, no tienes que decirme. Me alegro mucho que estés bien, y aunque no sé porque, soy feliz si tú eres feliz.

-Daniel

-¡Porque hablas de ese bastardo, no te has dado cuenta de que por él es que estas aquí, postrada en una cama!

-Papa, sabes bien que él no tiene la culpa.

-No diré mas, ese chico no me gusta.

-¡Pero papa! Solo ese chico puede hacerme feliz, solo él puede hacer que una sonrisa se refleje en mi rostro, solo él puede hacer mi corazón latir a mil por hora, solo él y nadie más que él puede hacerme vivir los más maravillosos momentos.

Mi padre me miró fijamente, con los ojos casi húmedos…-Lo sé, sé que él es la persona que has elegido, pero no quiero volver a verte sufrir lo mismo que hace mucho. No quiero perderte… eres mi luz, desde el momento en el que te vi por primera vez, supe que serias mi gran felicidad. Te amo Alexa, y no quiero perderte… eres lo más importante en mi vida, y desde que ese chico llego a nuestras vidas, lo único que ha pasado, son solo tragedias… y eso no me gusta nada.

-Papa, no te preocupes, también te amo, pero él es el amor de mi vida.

-Lo se mi pequeña, se eso. Pero me dolería mucho perderte, no sabría qué hacer si algo malo te llegara a pasar…

-No papi, nada malo me va a suceder, ahora sé que él está bien, Dani me di…--¡QUE DICES! ¡¿ACASO ESE CHICO VINO A VERTE?!

-Papa, no te pongas así, él está preocupado por mí, me dijo que no me preocupara, y que todo estaría bien.

-¡POR SUPUESTO QUE NO, ESE CHICO NO TIENE PERMITIDO VERTE DE NUEVO, AHORA MISMO PEDIRE MAS VIGILANCIA EN TU HABITACION! 

Mira hija, no quiero que te expongas, y con ese chico cerca las probabilidades son altas. ¿Acaso no quieres volver a como era antes, cuando salías con Nathali, con tu primo Víctor… tus amigas de la universidad?

-Papa, no quiero eso, solo quiero volver a estar con Dani.

-¡Ok! Tengo una gran idea, porque no hacemos esto, te vas al extranjero, te quedas ahí por un tiempo y cuando ya todo esté resuelto mandare por ti. ¿No te parece una muy buena idea?

-No papa, no es buena, lo que quieres es alejarme de Dani, si no estás de acuerdo con eso, no puedo quedarme aquí, me iré con él, no importa que tan duro sea para mí, siempre y cuando este con el… todo estará bien.

-Pero hija…-No papa, ya no soy una pequeña, ya soy lo suficientemente grande como para tomar mis propias decisiones. Por favor, te lo pido. _Mire a mi padre, él no estaba tan convencido, seguía molesto, pero a la vez algo triste… Yo sabía que no eran las palabras que él hubiera querido escuchar, saber que su nena ya no sería más su pequeña, eso le dolía mucho.

-Bien, es verdad, ya no eres una niña pequeña, eres suficientemente madura como para tomar tus propias decisiones. _Un gran suspiro soltó, como demostrando que había perdido la batalla, y que ya era hora de que dejara ir a  la que fue su pequeña.

-Gracias papa.

Lamentablemente ya no podía confiar en papá como lo hacía antes, después de lo sucedido se me hacía muy difícil. Pero no podía hacerle saber que la confianza que antes le tenía ya no estaba más.




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