Mi Destino [saga Arévalo #11]

Capítulo 4

Zulema.

Abrí los ojos y me sentía descansada, las hierbas que me había dado mi abuela para relajarme habían dado resultado.

Suspiré y recordé que había vuelto a soñar con Ishna witca. Precisamente para eso había bebido el té porque me sentía tensa pensando que soñaría con él de nuevo pero de nada sirvió.

Lleve mis dedos a mis labios al recordar que había soñado que el me había besado.

Me levanté rápidamente para no pensar más en eso. Me lave y bajé para desayunar con mis padres.

Mi tío Jared y tía Jimena estaban en la mesa, me encantaba cuando ellos llegaban a la casa.

— Princesa  — mi tío Jared se puso de pie y besó mi mejilla.

Mi tía Jimena se puso de pie y me estrecho entre sus brazos.

— Mi tesoro  — amaba a mi familia.

Me senté junto a mamá que me miraba con ternura. Ella acarició mi mejilla y siguió desayunando.

Como siempre que estaba mi tío la conversación en la mesa fue muy amena.

— ¿Has tenido noticias de los gitanos? — mi padre pregunto a tío Jared.

— Están en la India  — bebió de su taza  — Gyula me ha dicho que el campamento esta bien.

— ¿Y su hija? — Tío Jared se recostó en la silla y miró a papá por un momento.

— Viene en camino — fruncí el ceño y dejé mi cubierto para escuchar mejor la conversación.

— ¿Estará segura?

— Eso esperamos Harry  — respondió tía Jimena.

No podía preguntar por qué no me habían incluido en la conversación  pero me había causado intriga la conversación.

Medio recordaba a la chica por que  todos estos años el campamento sólo había venido al pueblo 2 veces y rápidamente.

Término el desayuno y nos levantamos de la mesa. Extrañaba a los abuelos, pero ellos viajaban mucho a una cabaña muy bonita que había construido el abuelo.

Salí un momento mientras mis padres hablaban con mis tíos acerca de la chica, ellos se estaban limitando en hablar y sabía que lo hacían por mi presencia así que me aleje de ellos y decidí caminar por los jardines.

Extrañamente me sentía diferente ante lo de Ishna era como si él estuviera cerca de mi, las dos noches que soñé con él habían servido para llenar el vacío que había en mi corazón.

Caminé hacia la banca de piedra que había en un rincón del jardín y mi mirada se perdió en la fuente que había en el centro del jardín.

— ¿Estás bien? — asentí y miré a mamá.

— He soñado con él mamá y eso llena el vacío de mi corazón.

Sounya se sentó con la elegancia que la caracterizaba, miró a su hija por un momento y luego sonrió.

— Me alegra saber que estas bien mi niña.

— Mamá, ¿tú amas a papá igual que cuando se conocieron o disminuyó el amor?

Mi madre se quedó en silencio por un momento, pero luego me miró a los ojos.

— Mi amor por Harry ha aumentado Zulema.

— Madre ustedes no están bajo la maldición de amor.

Sounya sonrió.

— Pero somos alma gemelas  — mi madre frunció el ceño por un momento  — Se ha tomado su tiempo Ishna witca. Ha soportado la separación.

— Madre quizás pueda vivir sin él.

Sounya bajo la mirada.

— Esperó que así sea Zulema porque no deseo verte sufrir.

Asentí y seguí conversando con mamá por un largo rato.

Mis tíos pasaron todo el día en casa. Conversamos de todo muy animados. Me sentía muy bien al tenerlos en casa, sólo hacían falta los gemelos para que estuviera la familia completa.

Ishna witca

Solté el aire y miré a los ojos a uno de los tipos que andaba siguiendo.

—¡Maldito indio! — sacó su revolver para disparar, pero me adelante y solo se escuchó la bala.

Lo vi caer de espaldas y me acerqué a él. Toque su cuello buscando su pulso, pero ya no había.

Un hombre menos de la lista.

Caminé hacia mi caballo y cuando iba a subir en él sentí un dolor en mi pecho, lo toqué pensando que había recibido una bala, pero no había sangre. Sentí mi corazón pesado y latiendo erraticamente apreté con furia los puños por que era la misma sensación que había sentido desde el día que toque a Zulema.

Negué con la cabeza por que no pensaba volver. El dolor en el pecho era nuevo,pero iba a luchar con todas mis fuerzas para no zucumbir.

Zulema.

Me puse de costado, hoy había decidido no tomar té de hierbas por que había pasado bien todo el día, pero en este momento extrañaba a Ishna witca, me preguntaba donde estaría. Recordaba a la perfección sus ojos verdes.

Me acomodé y me puse boca arriba, suspiré y cerré los ojos.

Me puse en alerta al saber que alguien había entrado a mi habitación. Quizás era un ladrón, pero no me movería que se llevará lo que había en la habitación, esperando que no me hiciera daño.

Senti la presencia junto a mi cama. Mi corazón latía erraticamente.

Sentí que se sentó junto a mi y casi grite pero cuando sentí que tocó mi mejilla una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo... sólo alguien podía causarme esa sensación y era Ishna, decidí permanecer con los ojos cerrados mientras sentía su caricia en mi mejilla.

Senti que se movió y luego su aliento cálido sobre mi rostro, él besó mi mejilla y luego sus labios siguieron la linea de mi mandíbula. Mi cuerpo estaba sufriendo por los estragos que estaba ocasionando Ishna.

Cuando sentí que su boca subió y tocó mis labios no pude evitarlo y abrí la boca. Él se quedó quieto por un instante, pero luego profundizó el beso... se detuvo al darse cuenta que yo no sabia hacerlo bien, abrí los ojos cuando él se separó de mis labios y su mirada estaba fija en mis ojos.

— ¿Nadie te ha besado?

— N..no  — la voz me salió en un susurró por que temblaba.

Él sonrió y descendió nuevamente a mis labios antes de tocarlos declaró.

— Soy el primero  — me beso con delicadeza, con ternura y yo le seguí el paso. Mi cuerpo se estaba derritiendo por el beso de Ishna witca este hombre sabía como besar... mi primer beso y estaba siendo toda una obra de arte.




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