Mi hermosa princesa

Capítulo 38

Daniel: eso ya está más que claro y eso lo sabemos perfectamente. Solamente que te puedo repetir cada uno de ellos por si hace falta.

Amelia: no será necesario que lo hagas. Nada más que ahora quiero irme a sentar y me pregunto a qué lugar saldremos esta noche.

Daniel: iremos a un lugar que menos esperas, pero cuando lleguemos te darás cuenta y solo te diré que te llevaré a bailar a un lindo lugar.

Amelia: eso quiere decir que me vas a llevar a una discoteca y todo este tiempo nunca lo habías hecho. Aunque prácticamente no lo tuvimos.

Daniel: tienes razón y eso es mi culpa por querer apresurar nuestra boda. Además, casarnos era algo definitivo y eso ni tú ni yo lo podíamos cambiar.

Amelia: eras la única que tenías el poder de decidirlo. Solamente que yo no tengo ropa que ponerme para salir en la noche y la que tengo no me parece la adecuada.

Daniel: nunca te voy a pedir que cambies tu forma de ser y tampoco tu manera de vestir. Necesito que entiendas que me enamore de ti, porque siempre has sido una persona auténtica y como estas vestida nos vamos a ir.

Amelia: definitivamente mi destino siempre serás tú. Aunque puede ser imposible que para la mayoría de las personas acepten que estemos enamorados por ser totalmente opuestos.

Daniel: tengo que aceptar que somos diferentes y eso es algo sin importancia para mí. Pero también aprendí a verte a través de tu alma.

Ella sonríe y Daniel toma la mano de su esposa para llevarla a la sala. Ellos a los pocos minutos llegan y toman asiento, solo que él no pierde la oportunidad de abrazarla

Amelia: nunca me cansaré de agradecerte por amarme. Seguramente hacerlo jamás estuvo en tus planes y yo estaba dispuesta a darte tu libertad.

Daniel: no quiero una vida donde no estés tú en ella. Porque te has convertido en una persona especial a la que siempre amaré sin importarme nada más.

Amelia: me gustaría poder dormirme entre tus brazos, así como estamos. Sería algo incómodo para ti hacerlo y mucho más si no tienes sueño.

Daniel: si tienes sueño debes de dormirte y algo que me gusta hacer es verte dormir. Ahora necesitas descansar, porque en la noche tenemos planes.

Ella se duerme entre sus brazos y al ver que estaba profundamente dormida. Daniel la carga para llevarla a su recámara y tiempo después llegan, él entra y cuando lo hace la acuesta en su cama. Él se sienta en un sillón y sonríe al recordar el momento en que la conoció, ella se despierta sintiendo que ya había pasado el tiempo suficiente para descansar.

Amelia: creo que dormí más de la cuenta. Solamente quiero despertar bien para que nos vayamos y también faltaría peinarme y solo me hare una trenza.

Daniel: nunca me ha gustado que te hagas trenzas. Porque cuando tienes el cabello suelto te ves demasiado hermosa, pero no quiero que te lo dejes así si no cómo te sientas a gusto.




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