Mi otra yo

21- La fiesta

Cecilia, Micaela y Mandy se encontraban ya en casa de Lara. El clima estaba muy frío, así que la opción de la pool party había sido claramente cancelada. Su casa era grande, y había invitado alrededor de 200 personas, chicos de otras escuelas e incluso universitarios. Estaban terminando de mover todos los muebles de la sala para armar allí la pista de baile. La familia de Lara tenía mucho dinero, así que se habían encargado de cerrar bajo llave todas las habitaciones y de guardar las reliquias familiares para que no se estropearan o rompieran. Lara estaba muy ansiosa por festejar su cumpleaños, por lo que se había puesto algo meticulosa a la hora de organizar los espacios de su casa. Las chicas movían los muebles sin chistar, después de todo estaban ahí para ayudarla. Terminaron alrededor de las 8pm, y habían citado a la gente a las 10. En la cocina y la barra se encontraban un montón de aperitivos como papas fritas, sándwiches de miga, palitos salados, maní; y también habían dejado espacio para el barril de cerveza que llegaría media hora más tarde. Lo habían contratado con un muchacho incluido para que sirviera los vasos y nadie se excediera o derramara cerveza en el piso. Las chicas subieron a la habitación de Lara para poder vestirse y arreglarse, pero a Mandy, Mica y Cecilia les pidieron que ser arreglasen en el baño. A las chicas les molestó un poco, pero de todos modos lo hicieron. Al fin y al cabo, el baño era super espacioso y tenía muy buena iluminación. Además, tampoco tenían tanta confianza como para vestirse delante de ellas. Primero decidieron maquillarse, por las dudas de no manchar sus atuendos con labial o algo parecido. Cecilia se pintó los labios de un color rojo intenso. Mientras que Mandy y Mica optaron por un bordo claro. Lara les había pedido que no usaran vestido, puesto que ella iba a hacerlo y quería deslumbrar por encima del resto; a las chicas les pareció una petición aceptable, después de todo era su cumpleaños. Las tres se pusieron sombra plateada en los parpados, se deliñaron y luego se pusieron rímel. Micaela había optado por unos pantalones negros con un top plateado muy escotado por delante y con la espalda descubierta por detrás. Brandom iría a la fiesta, y quería deslumbrarlo un poco más. Las chicas piropearon su atuendo y estaban felices de que por fin se mostrara un poco más. Por su lado, Mandy, había optado por un short negro con un lazo en medio y un top de color blanco con breteles anchos. Le sentaba muy bien, y hacía juego con sus sandalias. Cecilia había decido su atuendo después de haber estado casi 2 horas en su casa probando diferentes conjuntos. Estaba completamente decidida en besar a Marcos esa noche, y quería lucir radiante para ello. Su atuendo consistía en unas sandalias negras, una pollera-short blanca, y un top straples color negro. El top hacía ver su cintura más pequeña y dejaba su delantera muy llamativa.

 

Coral había quedado en ir a la fiesta con los mellizos, los pasaría a buscar Demian en su auto a eso de las 9:50 pm. Ella había pasado gran parte del día decidiendo su atuendo, quería sentirse linda, lo necesitaba. Además, el primo de los mellizos le interesaba un poco, le parecía un chico muy agradable y guapo. Había terminado llamando a sus amigas por videollamada para pedirles que la ayudaran a escoger. Se decidió por un enterito corto plateado lleno de brillos, en conjunto con unas sandalias del mismo color y un cinturón de cadenitas pequeñas en la cintura. Pintó sus labios de color rojo y se delineó la mitad del ojo, luego se aplicó rímel. Se seguía sintiendo triste por todo lo que su hermana le había dicho, pero sabía que estaba completamente errada porque ella jamás había tenido intensiones con Marcos más allá de una amistad. Cecilia seguía sin dirigirle la palabra y ella no pensaba dar el brazo a torcer, después de todo su hermana era quien debía disculparse. Con los pensamientos puestos en disfrutar la noche y olvidarse de la pelea con Cecilia, Coral se subió con los mellizos al auto de Demian, luego de que los primeros elogiaran su atuendo por demás. Marcos pensó que lucía fabulosa, pero no la veía como más que una amiga; de hecho, se estaba casi que volviendo su mejor amiga. Hablaba con ella muy a menudo y le había contado algunas cosas que no había compartido con nadie más. Coral le inspiraba confianza y él a ella, por lo que habían estrechado su relación con el tiempo. Todo había comenzado aquel lunes en que encontró a Coral llorando; la vio tan vulnerable y fue tan abierta con él que hizo que ambos sintieran que tenían alguien con quien contar.

La fiesta estaba colmada de gente, todos reían y bailaban. Algunos bebían cerveza, otros gaseosa. Había varias parejas repartidas por los sillones besándose y riendo. La mayor concentración de personas estaba en el centro de la casa, donde estaba la pista de baile. En un principio cada uno bailaba con sus amigos, en pequeñas rondas de no más de diez personas.  Coral se encontraba bailando con los mellizos, Demian, Cecilia y sus amigas. Ninguna de las dos había planeado terminar bailando en la misma ronda, sin embargo, no se estaban causando problemas. Coral solo había tomado un vaso de cerveza, mientras que su hermana ya iba por el cuarto; se encontraba algo ebria. Dylan y Brandom se unieron a la ronda y todos siguieron bailando al ritmo de la música. Sonaba reggaetón y algún que otro tema de cumbia cada tanto. Cecilia estaba enfocada, como podía por su estado de ebriedad, en bailar de forma sexy, ya que Marcos se encontraba a su lado. Coral se estaba divirtiendo, amaba mucho bailar y más con amigos. En cierto momento empezaron a sonar temas de cuarteto. Cecilia aprovechó y sacó a Marcos a bailar. Dylan sacó a Coral, y Manu sacó a Mandy. Las tres parejas se movían al ritmo de la música mientras reían. Lo estaban pasando muy bien. La canción de la botella comenzó a sonar y una apenas ebria pero extasiada de felicidad Lara depositó una botella en el centro y pidió que se formara una sola ronda. Poco a poco comenzaron a pasar parejas al centro de la pista y a subir y bajar alrededor de la botella. La primera en hacerlo fue Lara, con un chico universitario que le gustaba mucho. Cerca de la mitad de la canción Cecilia tomó del brazo a Marcos y lo llevó al centro, subiendo y bajando con él muy pegada a su cuerpo. A Marcos le encantaba como se había vestido, y debía admitir que la chica le parecía muy linda.  Tenía ganas de besarla, y él también había bebido un poco. En cuanto volvieron a la ronda, Marcos la tomó de la mano y se alejaron hacía un ventanal. Cecilia lo miraba con una sonrisa boba en el rostro, lo que enternecía a Marcos y aumentaba sus ganas de besarla. Ella estaba feliz, sentía que su plan había funcionado y por fin Marcos se había percatado de su presencia. Él la tomo por ambos cachetes y la besó. Una de sus manos fue hacia su nuca, la otra bajó a la cintura de ella. Cecilia lo tomó también por la nuca, intensificando el beso, y pasó su otro brazo por su espalda. Se estuvieron besando durante varias canciones, con sonrisas de por medio para tomar un poco de aire.




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