Mi Pequeña Galaxia

6. MI MAYOR RECUERDO.

Mis manos estaban sangrando, veía claramente como la sangre que brotaba trataba de calmarse, pero estaba hirviendo en la ira. No puedo controlarlo ahora no. 
Maldito recuerdo que carcome mi mente, ¿Por qué? ¿No soy suficiente para mí padre? Cuando intenté demostrarle que era mejor que cualquiera solo me ignoraba. Odio este sentimiento que provocó aquel día. 


Pasado..
Me encontraba en la casa antigua cuando quise mirar los mensajes que le llegaban a mi mamá y no debería hacerlo, pero desde hace rato tenía la duda. Ese año ellos se separaron, si me dolía, pude presenciar como mamá lloraba todas las noches preocupada. 
Yo dejé de preocuparme por mis estudios y empecé a trabajar, solo quería verla feliz.
Cuando abrí el chat que tenía con papá, habían audios y después de ellos varios palabras que mamá le escribió diciendo: entonces no vuelvas y no la mires como una. 
Causó más curiosidad en mí, conecte los audífonos y espere algo normal de pareja, pero no fue así. 
- Jaja te juro que no regresaré, tú eres la única que me importa Amanda, esa niña que criamos ¿Que? ¿Sirvió de algo tenerla? -mi corazón empezó a latir con lentitud- Solo fue un error que cometimos de jóvenes, se que fue mi culpa porque me confíe que no saldrías embarazada, pero la tenias que cagar con un bebé y mujer que es lo peor -pude notar que estaba borracho a este punto del audio- no sirve para todos los planes que tengo, tú decidiste quedarte con ella, no conmigo. Así que aguántate y ya no quiero saber de esa niña que ni quisiera, amó como una hija, la odio, destruyó todos mis planes contigo. 
Y mira que haces con ella porque como ya te lo dije no es mi hija, nunca lo ha sido. 
Después de escuchar eso, comencé a llorar, cada lágrima me dolía como si fuera el mismo fuego intentado quemarme en aquel momento.
¿Qué hice mal? ¿Soy la responsable? ¿Nunca me considero su hija? ¿Por qué? ¿Por qué?
Para cuándo volteé a la puerta mamá me estaba mirando fijamente, camino hacia mí y miro que sí.. ví su chat con.. pa.. con papá. 
- Perdóname cariño - tomó mis manos y las besó. Me dolió más verla asi- yo no elegí bien y lo lamento tanto.
- ¿Por qué mamá? ¿Qué hice mal? - se intensificaron mis lagrimas.
- Tú no tienes la culpa cariño, solo yo la tengo. No sabía que él sería así como padre.
- ¿Padre? Jaja ay mamá - hice que me soltará y huí de casa.


Si, seguía ahí mirando fijamente un punto, una y otra vez recordando ese momento. Mis manos habían dejado de sangrar, no sabía que hora es, no quería saber nada, aparte de estos problemas de ira, sobrepienso todo para no salir lastimada, no quiero saber nada.
Me levanté después de unos minutos, estaba destrozada y no podía siquiera caminar, cuando sentí unos brazos al rededor de mi cintura, no hice nada. 


- Dayan.. - reconocí su voz, Pablo - sé que no me debería interferir, pero linda no me gusta verte así.. tú no deberías dañarte así. 
- ¿Por qué no puedo? - hice que soltará su agarre y lo mire aún con la rabia y la impotencia gobernando me.
- Porque te lastima mucho, porque no se por lo que estás pasando y es difícil saberlo, porque eres mi lugar seguro, porque no quiero verte así de destruida sin saber a quien golpear para defenderte, sin saber de tu familia para por lo menos hablar con ellos y solucionarlo - solté una risa llena de ira. 
- No hablaras nunca con ellos, no sabrás jamás como me siento, nunca sabrás con que estoy combatiendo, tú tienes tus guerras y te estoy ayudando, pero no quiero que intentes hacer lo mismo.
- Cómo puedes ayudarme si estás destruida.. no eres de ayuda si estás así solo serias un estorbo - su mirada era como una espada a punto de clavar sé. Aunque esas palabras fueron alimento para mí ira.
- ¿Yo pedí estar rota? ¡DIMELO! ¿Acaso me gane esto? ¿Creés que amo estar así? ¿Creés que de ésto me siento orgullosa? ¡Dímelo! 
- Dayan yo no debí decirte eso... Linda
- Cállate, ya supe que para tí mis esfuerzos son una mierda. 


Y así me aleje, estábamos en la última clase y sali antes con una falsificación que hice, no quería ver a nadie más el día de hoy. No quería recordar nada hoy, solo quiero paz. 
Al llegar a casa, abrí lentamente la puerta.. estoy tan sola.. no tengo a nadie.. solo me tengo a mi ay mi princesa, pensé que ya te habías dado cuenta sobre que tú mejor amiga es la soledad solo somos tú y yo, me mire fijamente al espejo.. mis manos.. ojos.. estaban cansados.. ese dolor.. que carcome poco a poco.. no quiero saber nada más de esta vida decídete ¿Por qué? Seremos solo nosotras ¿qué pasa conmigo? Mira como está la una para la otra.. ira.. soledad.. tú.. y tú vida.. siempre seremos iguales ¿No? O estarás dispuesta a cambiar todo por nosotras. 
Lo último que recordé fue a ver visto la cara de mamá mientras estaba en el piso, cuando desperté estaba en un hospital. 


Mamá me había llevado, no quería hablar y solo veía como lloraba mientras tomaba mis manos que estaban envueltas en vendas.. como acariciaba mi cabello tratando de entender que pasaba.. como su desesperación la gobernaba y sí allí estaba mi padre.. mirando con impotencia y rabia por estar en este lugar. Me senté con cuidado y me quite la mascarilla, mamá se acercó y me abrazó con cuidado. Me dijo que me encontró desmayada y tenía sangre en mis manos y cabeza, ¿Cabeza? Ahora entiendo porque duele tanto, ya casi no les puedo entender, mis ojos se estaban cerrando otra vez, escuché la palabra anestesia y admití que debía ser eso.
Desperté al siguiente día, está el atardecer, como pude dormir tanto. 
- Hola mi princesa - sonrió mamá.
- Hola - sonreí levemente.
- ¿Qué pasó? 
- No lo sé - se acercó a mí papá.
- Deja de llamar la atención y ve a tu casa -dijo mientras se acomoda la mascarilla. 
- Déjala en paz - dijo mamá.
- Por tu culpa es que pasan estás cosas..




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