Mi Pequeña Galaxia

9. NO.

Pablo..

No era la gran cosa, pero por lo menos pudimos escapar. 


Seguíamos con Dayan mientras acomodamos nuestras cosas, ella nos ayudaba a ordenar nuestra ropa, tiene algo raro que deja todo muy perfecto. 


Después de terminar, Aarón hizo un jugo de naranja en granizado mientras Dayan leía un libro de él y yo miraba televisión. Tomamos nuestras bebidas y empezamos a hablar, aunque ya saben que Dayan habla muy poco. 
Aarón y Dayan resultaron abrazados después, era raro verla así, se veía tranquila con él, podía notar que escuchaba los latidos de su corazón  mientras él acariciaba su cabello. 
Y yo como mal tercio. 


- ¿Te debo algo? - Pregunto Dayan. 
- No, ¿Puedo hacerte una pregunta? 
- Déjala Pablo - respondió mi hermano. 
- Es con ella, no contigo.
- Aún así déjala en paz. - La tomo en sus brazos y acaricio su cabello.


Tengo varias dudas de como se conocieron, de cómo él logro que ella fuera así de abierta con él. 
Con él habla bastante, rie y a mí apenas me dirige la palabra mientras están juntos. 
Después de un tiempo, Dayan se despidió y se fue. 


Aarón y yo nos miramos por unos segundos hasta que rompí el momento regresando a la cama. 
- ¿Pasa algo Pablo? 
- No.
- ¿Seguro? 
- Ajá.
- ¿Es por Dayan? - Lo odio. 
- Claro que no. - Se sentó a mi lado y me miró fijamente.
- Dilo.
- ¿Ustedes son algo? 
- Jaja no. 
- ¿Cómo se conocieron? 
- Pregúntale a ella. 
- ¿Por qué no respondes tú? 
- Son cosas de ella. 


Cosas de ella... Más curiosidad me causa, ver qué pasa entre estos dos. Es raro verlos así y porque no solo me cuentan y ya.


Al día siguiente Dayan volvió a la casa, buscaba a Aarón y lo llame, vino rápido y la abrazo.
- Hola mi cosita hermosa. - La tenía abrazada mientras le daba besitos en su frente.
- Déjame, Aarón quedate quieto. - Lo miro fijamente y es como si lo hubiese dominado, inmediatamente la soltó.
- Por eso no soy romántico. 
- Shhh, escuché a un niño llorar.
- Dayan... - Ella rio mientras volvía a sus brazos. Y en eso empezó a sonar su teléfono.
- Contesta linda. - le dijo mirándola. 
- No digan nada raro. - Contesto mientras se alejo a pocos pasos de nosotros. 


- Causa intriga ¿Verdad? - Dijo mi hermano. 
- No. 
- Ay ajá, como digas. Cuando se desocupe dile que pase. 
- Si Si. 


Siguió en la llamada por unos minutos mientras mantenía una sonrisa y jugaba con su cabello. Es linda, pero.. con un temperamento que da miedo, pensar en eso se me quita querer preguntarle algo.
- Entremos. 
- Si claro, bienvenida. 


Fue en busca de Aarón y empezaron hablar con voz baja, tenía que hacer un trabajo que debía y tenía que estar concentrado, pero esa curiosidad me está matando.
¿Qué le estará diciendo? 


Carajo.. después de esto empezó lo peor. 


Tocaron nuestra puerta y abrió Dayan. Me paralice apenas ví a mamá golpear la mejilla de Dayan, solo venía ella. ¿Cómo nos encontró? Apenas clavo su mirada en mí, quitó a Dayan de su camino y se dirigió hacia mí.
Fue tan rápido, que no se cómo Dayan agarra la mano de mamá mientras sonreía. 


- Debería irse. 
- No es tu problema niña lárgate de aquí.
- Escúcheme bien señora porque solo se lo voy a repetir una sola vez, váyase porque juro que la demandaré en este momento por tocarme y golpear a sus hijos o ¿Qué? ¿No le tiene miedo a la cárcel? Porque personas como usted son fáciles presas para quienes están dentro. 
- Mira niña igualada, primero que todo son mis hijos..
- ¿Y por eso puede hacer lo que quiera con ellos? - Empezó a subir su voz mientras se posiciona enfrente mío mirando a mamá - Ustedes pueden ser lo que quieran de ellos, Pero si yo llegara abrir la boca créame que usted y su estúpido esposo estuvieran metidos en la cárcel y muertos para mañana. AHORA VÁYASE DE MÍ CASA. 


Sentí la mirada de mamá, penetrante, furiosa y más cosas que no puedo describir. Quito su mirada y salió como si nada, mire fijamente a Dayan y agarro sus cosas y salió de allí corriendo.
- Quédate, llegaré tarde. - Dijo Aarón antes de que tomara la decisión de ir tras ella.
- Está bien...
Así fue como los perdí de vista sin poder ir a ayudarla o calmarla. Y ver qué pasaba con ella después de lo que hizo mamá. 

 


..Aarón..
Porque corre tan rápido, es pequeña y corre mejor que yo. 


Después de encontrarla estaba en el parque donde nos conocimos, me senté a su lado y la abracé. 
- Vuelve a correr y te tiro una piedra.
- Déjame Aarón. 
- Tranquila, estoy aquí. - correspondió mi abrazo y se acurrucó en mi pecho.
los latidos eran la cosa que más rápido la calmaba cuando se sentía falta. Siento que la conozco también y eso que nos conocemos poco o eso creo. 
Ella venía a mí cuando pasaba algo y yo iba a ella para desahogarme, fue nuestra promesa de aquel día. Jamás olvidaré como fue que los dos nos conocimos. 


Dayan se encontraba sentada en el columpio y yo estaba caminando, yo la veía fijamente mientras pasaba. Lloraba mientras se agarraba el pecho, temblaba y estaba intentando respirar... Me acerque a ella cuando me grito:
- Seas quien seas, lárgate. 
- Lo lamento, no quiero molestar. 
Me senté en el otro columpio, me quedé allí hasta que ella se calmo y me miró con vergüenza. Saque una botella con agua y se la di, inmediatamente la rechazó y la devolvió. 
- Se que no me conoces, pero.. ¿Qué puedo hacer para ayudarte? 
- Nada, ese es mi problema. ¿Por qué me ayudarías? 
- Tú lo hiciste por mí. 
- Solo te aleje a esa chica, era intensa y acosadora. 




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