Cuando estaba en la secundaria, apenas tenia amigos, no era muy social y con el único que me la pasaba era con Esteban. No soy muy alto y mis ojos marrones son lentes de contacto, no me gusta ser el centro de atención y menos por mis ojos verdes, he sido buen estudiante, aunque eso me ha traído problemas. No quiero nada con nadie, no me gusta tener una relación con alguien, se tiene que entregar mucho y ¿Para qué? La otra parte puede que no de el mismo esfuerzo o busque a otra persona sin respetar lo que tenían. Esta es la generación de ahora, solo contacto físico, infidelidades, deslealtad e intereses; y no solo por parte de las mujeres, ellas como lo hombres son idénticos, unos peores que otros. Por eso prefiero no tener una relación y si lo hago tendrá que ser con alguien que piense igual a mi.
Fue hasta que conocí a Dayan, era diferente, tenia el mismo pensamiento y tampoco quería tener nada con nadie; creía que experimentaba con sus amigos, pero no. Al principio no hablábamos mucho, eran pocas las frases que nos decíamos. Por eso empecé a sentir una leve atracción por ella, después de un tiempo mis sentimientos ya habían crecido demasiado y se lo conté a Esteban; no quería arruinar mi amistad con ella, por eso le dije a Esteban que me dejara hablar poco con ella. Su voz, su pelo largo y ondulado, y sus ojos era algo electrizante para mi pequeño ser.
La razón por la cual decidí irme y retirarme fue a causa de bullying, era acosado por un grupo mixto, solo por ser buen estudiante.
Ahora, todo eso cambio, no deje que nadie más tuviera ese poder de dar miedo sobre mi vida, aunque este viaje será un bien para mi. Mi personalidad va a cambiar y si ella no me acepta... Tendré que dejarla, necesito curar sin hablarlo, solo reprimirlo.. eso es todo. Ella comprendió, aunque aún no sabe la razón, eso seria demostrarle que soy débil y en el poco tiempo que he estado con ella, me ha demostrado ser fuerte, jamás la he visto llorar y yo no quiero mostrar debilidad ante ella, creo que eso me haría un poco menos ante su presencia.
Llevo poco tiempo aquí y he cambiado muchas cosas de mi rutina, decidí crecer como persona, ingrese al gimnasio, conseguí un trabajo e incluso ya entre en la universidad. Seré mejor que aquellas personas que predijeron mi futuro con mediocridades y absoluta pobreza. Así les demostrare que mis logros valen la pena. Ese día cuando recibí llamada de Aarón, fue raro, él jamás me llamaría... Mi princesa, como no me di cuenta, odie no poder estar a su lado en ese momento. Sé que él la ayudo, y contarme lo que le sucedió me da paz de saber que cuento con alguien como él para protegerla. Ese mismo día la llame:
- Hola baby.
- Hola amor.
- ¿Cómo sigues?
- Bien.. creo.
- ¿Segura?
- Si amor, no te preocupes.
- ¿Puedo hacerte videollamada? Extraño tu carita hermosa. - Rio levemente y cambio la llamada. Sus ojos estaban rojos y tapaba la mitad de su cara.
- Que guapa es mi novia. - Me recosté y la seguía mirando, ella tenia sueño y yo solo sonreía como niño con su dulce favorito.
- Deja de mirarme así.
- Te pongo nerviosa, mi lady.
- Si y tengo sueñito.
- Déjame seguir viéndote linda, no quiero terminar la llamada.
- Shi. - Acomodo el celular y me miraba mientras entraba en su sueño. Me encanta demasiado.
- Oye amor.
- Dime baby, ay ya que me acuerdo. Muchas gracias por la pulsera, los chocolates y las flores. me encantaron baby.
- Eso te iba a preguntar, pensé que aun no te habían llegado, mañana ya iba a llamar.
- Perdón amor, tengo memoria a corto plazo. - Rio y sonrió dulcemente mirándome. Acomode mi celular y cerré los ojos.
- Mañana tengo que levantarme temprano, tengo trabajo y después la universidad. - Bostece y fui quedándome dormido, aunque aun seguía escuchando su voz.
- Que labios más lindos. Mm... ¿Ya te dormiste? Amor, amor, si estuvieras aquí te muerdo el brazo. Alejandro...
-No me digas así.
-Ay, pero si es tu nombre.
-Ya no, ahora soy tu baby, buenas noches princesa.
- Buenas noches cariño. - Sonrió y cerro sus ojos, ahora era mi turno de admirarla.
No sé en que momento me quede dormido, ese ambiente, de ver a la persona que quieres del otro lado, se siente tranquilo, da la necesidad de hacer todo por estar con esa persona y compartirlo en carne y hueso. Y aunque quisiese, no puedo; seria mejor traerla aquí conmigo. Necesito saber más de ella, y mostrarle más cosas de mi. Así sea una sola vez, necesito y quiero abrazarla ahora.
No se que hora era, ella decía llorando "NO" "POR FAVOR" "QUIERO RESPIRAR"
No salía de su pesadilla y comencé a llamarla.
- Dayan, linda despierta... Dayan. - Hizo silencio y pensé que se había calmado.
- Hermanito, ¿Dónde estás? - Siguió durmiendo sin decir más.
Me dolió mucho, eran las 3 y fue cuando mi celular se apago, gracias al cielo ya se había calmado.
Con mi familia no he tenido mucho contacto, la única que estaba conmigo era mi hermana y ahora Dayan. Desde pequeño ella me acogió como su hijo y me enseñó las cosas que sé, sobre todo a colocar límites en las palabras que me dicen.
"Si tú crees que es así, está bien; Pero si no, demuestra quien eres" era lo que siempre me decía, la salud mental es lo que más le afecta a la persona cuando la insultan. Se necesita tener un control mental alto y en eso estuvo mi hermana ayudándome, hemos salido juntos a delante; estuve en muchos campeonatos por mi hermana, me encanta ver su sonrisa cuando está feliz. Era lo único cercano que tenia como motivación. Hemos tenido problemas, pero juntos nos enforzamos para seguir adelante. Ella es psicóloga, y creo que por eso era buena conmigo; siempre sabe escuchar, aunque a veces parece que mi vida fue como chisme gratis para ella.
No importa la verdad, ella esta conmigo ahora y siempre lo estuvo.