Alejandro.
Me entere de absolutamente todo con ayuda de Aarón, sobre la vida de Dayan, Pablo y de su vida; ninguno de ellos la a tenido fácil.
Paso una semana después de hablar por ultima vez con mi novia, había intentado recuperar mi celular, fallo de un momento para otro y no volvió a prenderse jamás. Tuve que esperar a mi hermana para poder ir, teníamos planeado regresar por unos días, aunque ella se quedara más tiempo por trabajo y para ayudarme, y yo regresare por mis estudios; tome su teléfono y llame a Aarón.
-Hola ¿Está todo listo? - Le dije apenas contesto.
-Si, pero prométeme que ella lo tomara bien. - Resoplo, pude notar que estaba algo preocupado.
-Lo prometo Aarón, solo esperemos que lo acepte.
-Gracias por tu ayuda.
-Gracias a ti por contarme y confiar en mí, Aarón.
-Aún así no me caes totalmente bien. - Rio levemente.
-Ni tu a mi, eres demasiado cercano a mi novia.
-Yo llegue primero y vine a quedarme, no se tú. - Así colgó la llamada.
Me sentía impotente; hasta hace poco, pude averiguar todo, quiero ayudarlos. Inicio el viaje, debía esperar catorce horas para llegar, ella no sabia nada.. bueno ellos. Todo es un plan casi perfecto, ya es decisión de ellos, si aceptan.
Aarón y yo nos hicimos más cercanos, siempre hablábamos de las cosas que nos gustaban, nuestros pasatiempos, como seguía mi novia y como se encontraba él. Muchas noches me llamaba en la madrugada llorando, agitado; aunque no se mucho del tema. "Estoy aquí para escucharte" era la frase que decía; no me cae mal, solo que es ese impulso masculino de proteger lo que amas. Él y yo nos llevábamos excelente como amigos, y la verdad.. fue el único amigo que se quedo conmigo.
Sabe muchas cosas sobre mí como yo de él.
Me faltaban tres horas para llegar, voltee mi rostro y mi hermana estaba mirando mis movimientos.
-Respira, todos estarán bien. - Sonrió y me abrazo - Lo único que queda por hacer, es que empiecen a botar todo lo que han callado por mucho tiempo y para eso estoy aquí. No te diré todo, pero podre contarte su progreso. Sé que quieres ayudarlos porque te sientes identificado, no tuviste ayuda cuando la necesitabas y lamento no haber estado todo el tiempo para ti; Pero ahora estoy aquí.. contigo Alejandro.
-Te quiero hermanita. - Tuve que cerrar mis ojos, ella siempre tiene el momento y las palabras para sanar.
Dayan..
¿Qué hacen todos aquí?
Me llego un mensaje de Aarón con una dirección lejos de casa, pensé que había pasado algo y salí lo más rápido que pude. Al llegar estaba Pablo, Aarón y Alejandro allí.
-¿Alejandro? - Corrió hacia mi y me abrazo fuerte, su aroma, sus ojos, sus caricias, extrañaba todo de él. Levante mi mirada y sonreí. - ¿Qué haces aquí?
-Vengo por algo importante.. pensé que ibas a besarme. - Se sonrojo e igual yo, deje de abrazarlo cuando volteo. - Ella es mi hermana Jeane, Dayan mi novia.
-Es un gusto linda. -Sonrió amablemente.
-El gusto es mío. - Mire a Alejandro y el solo siguió a su hermana hasta unas sillas que estaban en forma de circulo.
-¿No me piensas saludar? - Dijo Aarón mientras hacia pucheros.
-Hola. - Lo mire seria. - Me hiciste preocupar.
-Ves Alejandro, ya se enojo conmigo. - Fue a sentarse junto a su hermano.
-Princesa ven. - Extendió su mano.
-El ambiente esta raro. - Tome su mano al acercarme y me senté a su lado, en frente estaba Pablo pensativo.
Aarón y Alejandro se miraron, como si el uno esperaba que el otro iniciara hablar.
-Te tienen miedo. - Dijo Jeane mirándome mientras sobre sus piernas tenia una pequeña agenda.
-No, solo que no saben decir las cosas. - Seguí mirándolos. - Entonces...
-Alejandro me contó por las cosas que han paso todos ustedes, claro con ayuda de Aarón; Pero fue algo muy básico. Yo soy Jeane Mccain, hermana de Alejo; tengo un titulo en psicología y vivo de ello, ya que me apasiona poder ayudar. Y quisiera poder ayudarlos a ustedes, se que no me conocen.. - La interrumpí.
-Si.. acepto, si promete algo.
-¿Qué cosa? - Se acomodo en mi dirección.
-Lo que le digamos, no puede saberlo nadie, ni por muy delicado que sea la situación, no puede salir de su boca nada.
-Lo prometo. - Puso su mano en su pecho y volvió a la posición que tenia antes.
-No estoy de acuerdo, perdón; Pero Alejandro ni siquiera sabe quien soy yo, y mi hermano sabe poco; y no confió en usted señorita.
-Sé lo suficiente para saber que todos aquí necesitamos ayuda, solo quiero que estes bien hermano.
-Pablo, nada perdemos si lo intentamos.. yo solo quiero ayudar. - Se levanto Alejandro y se acerco a Aarón. - Quisiera que todos estén de acuerdo con nosotros, estamos preocupados y ya no queremos verlos mal.
-Alejo, estar mal, no es nada malo, necesitamos estarlo para poder llegar a ese final del descanso que buscamos; no se pueden enfriar las emociones o los sentimientos, eso solo lo empeoraría. Necesitan sacar, escupir, todo lo que han guardado. Siéntense, la que debe iniciar soy yo. - Ellos tomaron sus lugares y Jeane se levanto. - Con seguridad sé que estarán diciendo, "ella no nos entiende" Muchas personas que están a su alrededor, nunca le creyeron lo que ustedes sentían. Por esa razón, estoy aquí; yo les creo y no vengo a decirles que después de soltar todo estarán bien.. solo se quitaran un peso, se sentirán un poco mas livianos. Es un proceso de curación, que puede tardar incluso hasta años. Todo depende, si ustedes quieren seguir. - Nos miro a cada uno. - Tienen que librarse de esas cadenas, es normal tenerlas; Pero es su decisión si quieren, que ellas los acaben o ustedes acaban con ellas.
-¿Será por separado, verdad? - No pude levantar la mirada, mis ojos estaban intento cristalizarse mientras me decía "no es el momento de llorar"
-Claro y cuando ustedes quieran iniciar. -Tomo su asiento.
-Yo quiero iniciar. - Se levantó Aarón mirándola fijamente.