Mi Pequeña Galaxia

26. CEREZOS

Pablo Mccain

Fue imposible tomar un vuelo, así que me toco viajar por carretera. Cuanto más rápido llegue, mejor. Tome mi celular, le marque a mi hermano.

No.. no contesta..

-¿Hola? - Su respiración se escuchaba agitada.

-¿Por qué no contestas? Me tienes preocupado, no habrás ido ¿Verdad?

-Aa eso, no aún no. Hermano estoy algo ocupado con..

Se escuche "novia" en una voz femenina, es Dayan.

-Con mi mejor amiga, aún no eres mi novia. - Resonaron sus risas.

-Estoy regresando, tengo que entregarte eso de una vez. No puedes romper nuestro código.

-Lo se, tranquilo. Te espero, te quiero hermano.. y espero que no lo hayas leído.

-Jamás, aunque no niego que lo intente.

-Travieso, bueno.. estoy algo ocupado, Adiós.

Y así colgó, ya estaba menos preocupado.

No quiero que él se vaya, menos que se dirija a ese lugar.

Aarón Mccain

Seguíamos bajo la lluvia, ella estaba al lado mío, nuestras manos estaban entrelazadas.

-Nena, ya no va a salir..

-Pero quiero ver la luna.. - Estornudo, empecé a recoger todo y sonreí.

-Oye, debemos irnos.

-Quiero que sea hoy..

-Tranquila, hoy, mañana, la próxima semana. Cuando sea el momento la luna aparecerá.

-Es tan irreal, que tengo miedo de irme y que todo esto sea mentira..

Tome sus manos cuando me acerque, las bese varias veces. Esos ojos grandes y profundos, parecen derretirme con solo conectar nuestras miradas.

Lo que ella más temía, era que sus sueños, metas, se esfumaran en un instante. Creo que por eso ella ama los hechos, y trata de creer en las palabras. Pero su mente le dice que no.

La abrace con más fuerza.

-Déjame mostrarte que no se ira.

Quiero que no sea un simple abrazo, es un ancla para que este segura, de que esto no es un sueño o parte de su IMAGINANCIÓN.

Relajo su cuerpo al soltar un suspiro, la tensión en su cuerpo seguía. La voltee quedando frente a frente, hice que me abrazará por el cuello y tome su cintura. Bese su frente.. la lluvia nos dejo.. ella se aferro a mi.

-Esto no es un sueño, algo tan real no puede desaparecer. Y yo no pienso desaparecer.. ahora estamos en nuestro mundo y solo eso importa. - Aprete su cuerpo hacia mi.. ¿Y ese sonido? Reí - ¿De dónde salió ese sonido?

-Déjame. - Estaba sonrojada - Me apretaste fuerte, por eso el sonido..

-Dayan.. - Susurre para ella mientras acercaba mis labios.

-Aarón.. - Definitivamente, el susurro de su voz es perfecto y cuando pronuncia mi nombre.. es fantástico.

Aunque llego el tiempo de la segunda fase, mordí levemente su labio inferior.

-Viajaré muy pronto, no me alejaré.. - Le dije sin alejarme un poco, la alegría en sus ojos se fue.

-Pero ¿A dónde vas? ¿Por qué ahora?

-Fue un imprevisto, Pablo ya viene viajando, y voy a irme con él.

-¿Cuánto tiempo?

-No lo sé.. Tal vez me demore una semana.. o dos.

-Ahora entiendes.. solo fue un sueño.. que ya termino. - Se alejo de mi y se sentó lejos, me acerque y tome sus manos.

-Lo único que te voy a pedir es que me esperes.. quiero que me lo prometas.. - Tengo mis razones, y tampoco quiero que ella dependa de mi. Le falta mucho, recuperarse sola, confiar en ella.

No necesitar mi ayuda..

-Porque no te fuiste primero y regresaste para que no se acabará este momento.

-Aún no se ha acabado, nena.. ven conmigo. - No sé si su mirada es sincera o piensa hacerme algo, se notaba molesta por los pequeños detalles que note en ella. La nariz un poco arrugada, la forma de sus ojos, el apretón y nerviosismo que mantenía en sus manos, cuando menos me lo espere, se abalanzo contra mi, tomo mis mejillas y me beso.

No era un beso lleno de ternura o suave, fue uno desesperado, tratando de aferrarse a este recuerdo, por instinto tome su cintura fuertemente y me senté quedando ella encima de mi.

-Dayan.. tu corazón.. - Mordió levemente mi labio y se acerco más, profundizando el beso.

-Deja que siga bailando para ti, mis latidos son tuyos.. Aarón.. Tuyos. - Sus manos temblaban, aunque puedo sentir más el calor de su cuerpo, y esa necesidad de saber que esto es real.

Aunque yo no lo quiero así.. no tan rápido, tengo miedo de que su mente no sea mía.

-Nena.. - Sus besos se deslizaron a mi cuello, aprete su cintura, carajo.

-No te vayas, por favor. - Necesidad..

Sus besos quemaban, quiero que siga, pero no de esta manera.

-No tengas miedo.. - Se detuvo y oculto su rostro en mi pecho - Sabes que yo no soy igual, ¿Crees qué te voy a dejar? Jamás.. quiero que tengas mi apellido, va a hacer lento, pero seguro. Nuestra relación no será como aquella primera vez.

-Promete que regresarás.. - Asentí besando su cabeza.

-Claro que lo prometo, tengo que cuidarte..

Levanto su rostro y por su mirada fija, sabia que estaba tomando una decisión en algo, alzó su mano y agarro mi barbilla con fuerza.

-Nena.. - Por maldad, apriete su cintura, dio un pequeño brinco; alzó mi cara y sentí sus labios en mi cuello; lamio, ese escalofrío que recorrió mi cuerpo me hizo ser débil ante ella y empezó a abrir un poco la camisa de botones que llevaba. Me arde la cara, debo estar sonrojado. - Detente..

-Sé qué eso no es lo que quieres decir.. - Besó mi pecho y empezó a hacerme un chupetón. Baje mis manos a sus muslos y los apriete.

-Nena, quiero respetarte.. por favor deja de moverte. - Mi respiración estaba alterada.

Me recosté en el suelo, aún encima de mi mientras hacia ese chupetón y movía su cintura.

-Dayan.. - Deje de apretar sus muslos e hice fuerza con mis puños contra el césped; me repetía una y otra vez "Respétala, no te aproveches" Todo esta conspirando contra mi en este momento, debería quitarla o dejarla que siga, para yo hacer lo mismo. Alejo su boca de mi pecho y empezó a buscar mi mirada.

-No quiero parar, déjame obtener un poco de tu piel.




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