Mi Pequeña Galaxia

33. HILO ROJO

Aarón Sallow

Desperté de nuevo agitado, ese mismo sueño con aquella chica me intriga. Corrí por mi libreta rápidamente y escribí, lo que esta vez pude ver y escuchar. Por lo general mis sueños con ella son en silencio, pero tienen una carga emocional muy grande, que incluso me ha afectado, y es raro decirlo.. pero es como si fuera el amor de mi vida.

Esta vez tenia una pulsera roja, con perlas blancas,

su hilo esta desgastado y lo último que pude

escuchar antes de despertar fue:

"Viviré el tiempo que te quitaron hermano,

aunque me cueste hacerlo sin ti"

-Que será este sentimiento que tengo por ella.. porque no simplemente la puedo conocer, ya han pasado cuatro años desde el primer sueño, a pesar de que no todas las noches las veo en mis sueños, es como si estuviésemos conectados.. - alcé mi mano tratando de recordar su rostro o verlo, porque siempre que despierto lo olvido..

¿Será que ella perdió a alguien?

Me aliste para ir a la universidad, como de costumbre pasaba a ver la tumba de mi mejor amigo, me senté y limpie su tumba, rastros de flores marchitas estaban sobre su lapida y no eran de él. Fue cuando escuche un golpe fuerte, volteé por instinto y allí estaba.. Una chica con una cabellera larga y negra, su cuerpo lo suficiente delgado para caer, pero aún así se esforzaba por sostenerse.

Ella intentaba recoger algo, pero el temblor en sus dedos no la dejaba y solo la desesperaba.. vi como tomo una manilla roja con perlas blancas, pero al ponérsela, se rompió, al parecer quedo con algo de esa manilla en sus manos. Cuando intente irme una punzada me atacó y vino aquel sueño..

Una chica, cabellera larga y negra;

una manilla roja con perlas blancas.

Sostenía mi pecho porque el dolor era muy fuerte hasta que en un susurro escuche:

-Viviré el tiempo que te quitaron hermano, aunque me cueste hacerlo sin ti.. - intente hablar, pero mi intento fue en vano, a pesar de su delgado cuerpo ella comenzó a correr rápidamente e intente alcanzarla.. no lo logré.

Tome en mis manos el restante de la manilla, se sentía más que familiar, ¿Este hilo rojo nos esta uniendo?

-Dónde sea que estemos, tú y yo nos encontraremos. - dije entre una risa, como puede suceder esto, si se lo contará a alguien me diría que estoy loco.. aunque, quiero verle el rostro.. quiero saber quien es.. y porque para mi alma es tan importante..

Ahora me encontraba en clases, siempre he sido bueno con las manos, así que decidí arreglar aquella manilla. Al terminar mire que no solo eran perlas.. era un nombre.

"Daya-"

Falta una letra, ¿Será ese el nombre de la chica? Temía perderla, así que me la puse mientras encuentro a su dueña.. volveré mañana a la misma hora.. espero encontrarte de nuevo..

Quiero que el destino me acerque a ti..

No lo voy a negar, esto estuvo mucho tiempo rodando mi cabeza..

-Oye.. ¿Estás bien? - dijo un amigo.

-Si creo.. - suspire lentamente tratando de recordar algo de ese encuentro.

-¿Estás enamorado? - sonrió al verme directamente - Me pondré celoso..

Me senté en un lugar privado con él y comencé a decirle todo, sobre los sueños, ella y yo.. lo que sentía y lo que pasó..

-Estás loco.. pero ¿Has escuchado sobre "el hilo rojo de unión del destino"?

-No.. - le brillaron los ojos con mi respuesta..

-Mi momento ha llegado. - dijo acomodando sus gafas - Prepárate para escuchar una leyenda preciosa, se dice que en nuestro dedo meñique se encuentra un hilo invisible que nos conecta a otra persona.. la cual esta destinada a márcanos o a cambiarnos para siempre.

-¿Cómo un alma gemela? - pregunté.

-Es más que eso, ese hilo pude enredarse, tirarse, incluso doler, pero jamás se rompe. Dicen que no importa el tiempo, la distancia o incluso el mismo tiempo, si es para ti, tarde o temprano lo vas a encontrar.

Con sus palabras solo traía recuerdos de mis sueños.

Abrazándola.

Corriendo detrás de ella.

Sonriéndole.

Besándola con delicadeza.

No se porque, pero ella producía una perfecta mezcla entre calidez y tentación al mismo tiempo.

-¿Y si ella es mi persona? - lo mire buscando una respuesta.

-Sabia que tenias cerebro.. tarde o temprano la vas a volver a ver.. la cuestión es.. ¿Qué vas a hacer tú? - con sus gafas parecía un sabio y con esa mirada un viejo.

-Si la vuelvo a encontrar, trataré de hablarle y utilizare esta manilla como excusa si es posible.. aunque sea lo único cercano que tengo de ella.

-Así se habla amigo.. - desordeno mi cabello - Ahora me tengo que ir.. necesito ir a acompañar a una amiga, que va a visitar a alguien.

-Cuídate, amigo.. - sonreí, aun con el vació de no poderla ver hoy..

Pasaron días rápidamente, volvía a ver la tumba de mi amigo, pero quería encontrarme con ella.

¿La esperanza es lo último que se pierde, no?

Ya la estaba perdiendo, de días, pase a semanas, después a un mes y ahora han pasado cinco meses.

Si espere cuatro años ¿Por qué no puedo hacerlo más? Estoy perdiendo mi propia batalla..

Es diez de abril y me encuentro tumbado al lado de la tumba de mi amigo, siempre vengo a contarle sobre ella, en esos cinco meses no he soñado nada ¿Será mi culpa? Quisiera conocerla.. es lo único que pido.. Suspire y me tumbe a un lado, mire la tumba donde había recogido la manilla.

Había un colgante que tenia una nota sobre plata:

"Viviré el tiempo que te quitaron hermano, aunque me cueste hacerlo sin ti.."

Mire los años, murió apenas teniendo siete.. ya llevaba más de cuatro años muerto..

-Espero no hayas sufrido amigo. - tome una flor y limpie las flores marchitas. Me hele al sentir una presencia detrás de mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.