Mi pequeña sorpresa

♡1♡

♡Megan♡ 

¿Qué es lo más valioso que tienen?

Esa había sido la pregunta final del mejor maestro que había tenido en mi vida, el señor Davis, tenía 14 años cuando antes de terminar su clase nos hizo aquella pregunta, después de aquello él se jubilo y nosotros nos graduamos, entonces, después de casi cuatro años, no tenía una respuesta, ¿a qué se refería? si era algo material, sería aquella pulsera de oro blanco que me había comprado mi padre por mi cumpleaños número 16, las incrustaciones de diamante que le daban forma al pequeño corderito eran muy valiosas, pero, ¿Valioso con respecto al resto o para mí?, porque, solo había usado la pulsera valorada en una pequeña fortuna dos días, el día en que me la regalaron y en una sesión de fotos para una revista donde nos nombraron una de las familias más adinerada del país, si se refería a alguna persona, definitivamente sería April, mi hermana mayor, mi mejor amiga, mi familia, si se refería a algo ajeno a mi familia, eso sería definitivamente mi noviazgo con Jace, el tiempo que hemos compartido, como he crecido a su lado, madre mía, en mi vida creí que saldría con alguien como él.

-¿En qué piensas? - la pregunta de Monse me devolvió a la realidad, negué con la cabeza restándole importancia a mis pensamientos, Monserrat era esas amigas con las que vas de compras o a pasar una tarde divertida, pero no para confiarle tus pensamientos, ella levantó una ceja, su falso interés en lo que me sucedía se esfumó con la misma rapidez en la que su teléfono sonó indicando una notificación, me enseñó una imagen de unos zapatos

-Estas bellezas acaban de llegar a mi casa - sonreí aliviada, no tenía amigas, había aprendido hace mucho que ser la hija de un magnate multimillonario hacía que muchas personas se acercaran a ti por mero interés, así que, de cierta forma, las pocas que se llamaban mis amigas solo me ofrecían algo a cambio.

Los exámenes y las clases habían terminado, pero Monse me había convencido de esperar juntas a nuestros novios, yo solía esperar a Jace fuera de la universidad con dos bebidas(generalmente café para él y capuchino para mí) pero hoy llegaría algo tarde, tenía un par de asuntos que arreglar con respecto al último proyecto, el pobre, apenas había dormido este semestre, nos quedamos al teléfono por las madrugadas en un esfuerzo por hacer el desvelo más ligero, sonreí al sentir que llegaba un mensaje

/voy en camino pequeña, te quiero/ Novio <3

Aunque Jace aparentaba menos edad, era el mayor a sus compañeros, según me había comentado se retrasó por un asunto (desconocido) un año en la escuela y también se dio un año sabático antes de entrar a la universidad, entramos juntos, él con diecinueve años y yo con quince, traté de recostarme contra la silla pero caí de espaldas golpeándose fuertemente el trasero..."maldita torpeza extrema que me cargo" pensé

-¿Te parece ir de compras este fin de semana? - preguntó Monse sin siquiera mirarme, me puse de pie, no tenía ganas de ir de compras, tenía todo lo que necesitaba

-Amm olvídalo, Benji dice que me llevará a una cita romántica y que está afuera, adiós hermosa- se puso de pie y desapareció por el pasillo, puse mi mochila en mi hombro y empecé mi recorrido a la puerta, me tuvo aquí casi una hora para votarme en el aula una vez le escribió su novio, damas y caballeros "mi mejor amiga", mientras caminaba a la salida de la universidad podía sentir la mirada penetrante de todos, a pesar de estar por cumplir 18 años, aún tenía la apariencia de ser menor, incluso con maquillaje, así que la mayoría de las personas que me veían bajar del tercer piso, creían que era la hermana menor de alguien, los chicos de primer año siempre se me acercaban pensando que era una compañera nueva, amaba ver sus caras cuando era yo quien daba tutorías de algunas materias, todo lo extra cuenta, la señorita Freudin me miró con una sonrisa

-Estaré encantada de ser su maestra el próximo semestre, señorita Stev, es una estudiante extraordinaria, tal y como esperaría de alguien con su apellido- asentí con la cabeza antes de alejarme, mi apellido, el apellido Stev, era una carga pesada, era una responsabilidad gigante para contener únicamente cuatro letras, la lista de mejores estudiantes ya destacaba en el pizarrón de anuncios

-Felicidades Megan, eres la mejor estudiante- comentó David, uno de mis compañeros, le mostré un sonrisa antes de alejarme del tumulto de gente, esa era información que ya conocía, algo en mi personalidad no me permitía ser mediocre, tal vez había desarrollado una especie de obsesión por ser la mejor tras la crianza que me habían dado mis padres, en el poco tiempo que me dedicaba, mi teléfono vibró, lo levanté centrándome en la fecha, dos días, faltaban apenas dos días para que cumpliera 18 años, en algunos países eso significaba ser mayor de edad, ser un adulto, para mi, era recibir un fondo que mis padres habían instaurado desde mi nacimiento, aquel dinero era para lo que yo quisiera, podía hacer con él lo que a mi se me diera la gana, pero eso no me emocionaba, así como no me ilusionó ser adelantada tres grados cuando apenas tenía cinco años, ¿algo valioso? fue valioso poder tomarme un año antes de entrar a la universidad, si no lo hubiera hecho, tal vez ya estaría terminando la carrera, pasé por la cafetería comprando un café y un capuchino, llegué a la puerta justo a tiempo, porque pude ver a mi novio salir de su camioneta negra, sonreí al verlo, arrimado en aquel auto, esperándome mientras era observado por la mitad de la población femenina, así es chicas, observen a mi novio, total yo soy quien lo goza.

-Hola, mon amour- salude besando su mejilla y extendiendo mi mano con su café

-Bonjour jolie- dijo sujetando mi cintura y besando mis labios antes de quitarme las bebidas y ponerlas sobre el auto

-Estuviste practicando, très bien- dije acariciando cariñosamente sus mejillas




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