Capítulo siete

                                   Marvin

—¡Vamos Dawson! —me grita el entrenador.

Definitivamente hoy no es mi día, llevamos horas entrenado con los chicos pero mis ganas no era la mejor. Estoy cansado y me duele la cabeza, me ha estado doliendo desde hace un mes, pensé que solo era por cansancio o quizás por desvelarme, no lo se el caso es que me duele. Iré al médico, otra vez ya que ayer estuvimos platicado mi madre y yo, le he contando de nuestro día y mientras le contaba me sentí algo mal, un poco mareado luego vi todo oscuro. Una recaída según es lo que ha dicho la doctora Livia, mi madre estaba muy preocupada y la doctora dijo que volviera, no es nada, yo digo que solo es por el cansancio, así que no hay nada que preocuparse.

—Te vez pésimo amigo.

Es Mark y me pasa una botella de agua, junto con Joel me observan preocupados.

—Estoy bien, solo es el agotamiento, supongo que no estoy acostumbrado a esto —conteste.

Ellos intercambian una mirada cómplice.

—Es mejor que descanses, en realidad no es necesario que hagas todo esto —me confiesa Mark.

Me tiende su mano para que me levante ya que claramente estaba en el suelo o lo que queda de mi cuerpo.

—Si creo que es mejor —respondí agarrando su mano y me estira para que me levante.

—Le diré al entrenador o inventare una escusa —nos dice Joel.

Se va corriendo junto al entrenador que esta regañando a uno de los jugadores por traer somnífero y dárselos a los de primero. Todos se estan riendo del chico, incluso Mark pero a nadie parece que le importe tanto lo que haga entonces le hago una pregunta que ha estado rodando mi cabeza.

—¿Porque haces esto?.

El me mira confundido pero a la vez con temor.

—¿Hacer que? —me pregunta.

—Ser amable conmigo, la verdad es que me sorprende que me hayas hablado, bueno no digo que seas un mal chico pero…

—Pero siempre estoy haciendo de las persona su vidas más miserables de las que ya tienen —Inquiere.

Vaya confección, me sorprende que sea tan abierto. Me mira un segundo luego se rasca la cabeza.

—Interesante —fue todo lo que puede decir.

—Marvin así soy y es asi cómo la sociedad me ve, nada cambiará.

Algo en sus palabras me hizo pensar que lo pasaba mal, o quizás ocultaba algo.

—La sociedad no te define como persona —me oí decir— en realidad son los prejuicios que los hacen, si no los tuviera nada de esto estuviera pasando.

—No estamos hablando de mi verdad —me dice riendo y también lo hago.

—No pero estuvo bien la plática, ahora me voy. Gracias por el… adiós

Me encaminó hacía los vestidores pero el me habla otra vez.

—Antes pensaba que sólo eras un debilucho como toda la institución pero me di cuenta que estaba equivocando, eres un buen ami… humm amigo.

—Gracias por eliminar esos prejuicios, tal vez tu también lo hagas.

No tenía ni idea de lo que le pasaba pero creo que necesitaba a un amigo y ése no era yo.

—Okey. Adiós —lo oigo decir.

Me encaminó rápidamente hacía los vestidores, me hurgue llegar a casa para poder dormir, aun que queda una clase más pero no es nada, cuando estoy apunto de llegar me encuentro a Pía.

—¿Que haces aquí?.

Mire por todos lados por si alguna persona la vio entrar pero estábamos solos.

—Hey tranquilo amiguito —me dice y me agarra del brazo metiéndome en uno de los vestidores.

—¿Que haces?.

—Solo coopera.

Revisa los pasillos para comprobar que no hay nadie luego de eso se sitúa junto a mi, mirándome como si fuera una carnada.

—Bien te diré algo, y no es fácil para mí ya que estoy lidiando con todo esto pero me das confianza asi qué… —esta muy cerca de mi, hasta puedo olor su aroma, es uva— ayer tu ve una visión, no soy una bruja, o sea si pero no del todo, también puedo ver lo que va a pasar.

—Una vidente, una bruja… —susurré tapándome la boca.

—Algo así —dice— decidí decírtelo, ya que te esta pasando algo. Mark creo que Mark…

—¿Espera me estas diciendo que eres una bruja y a demás que ve el futuro?.

No sabía cómo reaccionar a esto y no se si esto era solo una broma que Paul le pido en que me haga.

—Es Paul verdad, te ha convencido en que me hagas una broma.

Ella se apartó de mí casi dolida ¿Por qué lo estaba? Era solo una broma.

—No Marvin puedo hacer magia —me mira casi suplicando.

—No esta… —ella niego con su cabeza.

No lo podía creer incluso si lo estuviera tocando me parcia algo irreal.

—Si lo soy, pero por favor no debe de ser una sorpresa, vives pensando que las tubas que visitas a media noche te concederán un deseo…

Eso hizo que me acercará a ella, era un secreto, nadie lo sabía ni siquiera mi madre, ni mi hermana.

—¿Como es que sabes sobre eso…?.

—¡Vamos Marvin te lo estoy diciendo! Soy una bruja, lo se todo de ti y estas en pelig…

Me sostuve de los casilleros, otra vez el mareó me hacia sentir que soy muy débil y no entendía del porque.

—¿Estas bien? —me pregunta haciéndome sentar en el banquillo— se que no debí de ser muy abierta y era algo precipitado pero pensé que lo podías manejar lo. Tu crees en muchas cosas.

—Estoy bien —conteste— y lo se, creó en muchas cosas es lo que… —dije tratando de no entrar en pánico — solo me sorprende que si sean reales, es más ¿eso puede existir?.

—Me ofendes —bromea pero para mi no lo es.

—Crees que creer sea tonto.

—No pero no deberías de creer en lo que vez en televisión.

No quería escuchar más, incluso si ella supiese cosas sobre mi, bien pudo a verme visto pasar por su casa y seguirme, eso no prueba nada.

—Marvin de verdad crees que mentira con algo así —no hice caso y seguí caminando— que hay del agua que tienes en la mano, ¿acaso eso no es una prueba?.

Me detuve, podía sentir la botella en mi mano. El agua estaba ahí y no como hace unos segundos cuando lo había tomado todo.