¡mi romcom otaku está mal escrito! [novela Ligera]

Capitulo 1: La presentación de novela visual

La mañana era soleada y las calles estaban más concurridas de lo habitual. El ciclo escolar estaba por comenzar, y eso se notaba en la agitación de la gente.

¿Alguna vez te has preguntado cuál es nuestro propósito en este mundo? Anoche, mi mente decidió tener una crisis existencial y, como resultado, no pude conciliar el sueño durante mis sagradas ocho horas. ¡Qué desastre! No puedo permitir que mi rendimiento escolar se vea afectado o perderé mi preciada beca.

En fin, bienvenidos a mi ultimo año de preparatoria en esta gigantesca ciudad de México.

Aunque no sé a quién le estoy contando esto, suelo imaginar que estoy dentro de una serie o algo así, para evadir la cruda realidad.

Después de un largo trayecto, bajé del transporte público y justo antes de poder bajar completamente, el bus arranco haciendo que cayera al suelo y sin embargo el conductor no se detuvo.

Me pregunto si algún día podré dejar atrás esta vida precaria, pero por ahora, no me puedo quejar. Quiero decir, podría ser peor...

Espero que en este nuevo año por fin conozca a una hermosa chica rubia, o tal vez viva un romance prohibido con alguna profesora castaña.

"No podemos seguir con esto, está mal que una profesora haga algo así, debemos detenernos", me diría ella. Y yo le respondería: "No me importa esperar hasta ser mayor de edad para poder estar contigo".

Mientras imaginaba escenarios ficticios, la puerta de la preparatoria comenzaba a cerrarse, así que decidí correr lo más rápido que pude, por suerte pude entrar por un pelo justo antes de que la puerta se cerrara por completo.

"¡Excelente! Mis habilidades mejoraron gracias a ese nuevo shooter que jugué todas las vacaciones" - comenté para mí mismo, con una sonrisa de satisfacción.

"¿Con quién rayos hablas?" -preguntó una voz desconocida.

"Eh... nada, solo estaba pensando en voz alta" -respondí rápidamente, sintiéndome un poco avergonzado.

"Deja de hacer eso y apúrate a tu salón de clases" -dijo el conserje con tono autoritario.

Asentí y me apresuré a dirigirme hacia mi salón

Mirando mi gafete, subí las escaleras del edificio C en busca del salón de clases 3B. Después de unos minutos, llegué al final del pasillo y allí estaba, el maldito salón. Lo observé unos segundos y luego entré lentamente.

Por suerte, el profesor aún no había llegado, pero la mayoría de asientos estaban ocupados.

Exploré rápidamente el salón y solo quedaban dos asientos disponibles. Uno en la parte trasera, junto a la ventana. Sería perfecto para pasar desapercibido, pero sabía que ese sería un grave error para mantener mis calificaciones en un buen nivel.

El otro asiento estaba al otro lado, pegado a la pared sin ventanas. Estaba más cerca del profesor, lo cual también sería un error, ya que estaría bajo su constante mirada. Definitivamente no quería eso.

Dos opciones... ya da igual. Elegí el menos peor y me dirigí hacia el asiento junto a la pared.

El timbre sonó, anunciando el inicio de las clases, y en un instante, la puerta se abrió revelando la entrada de una profesora joven. Su cabello castaño y su figura esbelta le daban un aire de elegancia.

"¡Bienvenidos al primer día del semestre! Mi nombre es Diana y seré su profesora de ciencias", dijo con amabilidad mientras escribía su nombre y la fecha en el pizarrón de la clase.

Luego, con un tono suave, continuó: "Como soy nueva, quiero que uno a uno se levanten de sus asientos y se presenten para irnos conociendo. Empecemos por la primera fila".

Como odio las presentaciones... tener que oír a los demás es un dolor de cabeza

"Joven, por favor", me llamó la atención la voz de la profesora.

Cómo llegué tan rápido?, en fin"

"Bueno..., mi nombre es Mateo. Mis gustos personales son jugar videojuegos, las computadoras y recientemente comencé a mirar anime".

"Gracias, el siguiente", dijo la profesora, y lentamente me senté nuevamente.

A pesar de que cada uno de mis compañeros se presentaba, su charla simplemente pasaba por mis oídos como un murmullo lejano. Mi interés en ellos era mínimo, casi nulo. En mis años anteriores, había intentado integrarme, socializar, pero siempre terminaba en el mismo lugar: solo. No tenía amigos, y tampoco era que alguien se esforzara en acercarse a mí. Mi vida en la preparatoria estaba tomando la misma forma que mis años en la secundaria y la primaria. Un aislamiento perpetuo, un espectador en la gran obra de teatro que era la vida estudiantil. Comprendí, por fin, que ese era mi lugar, una existencia invisible, no solo en la escuela, sino también en el mundo.

Maldita sociedad

Fue entonces cuando se levantó una chica, y lo que dijo interrumpió mis pensamientos.

"M... me llamo Sofía. Mis gustos personales son... ver anime, jugar videojuegos, dibujar y leer manga", dijo tímidamente.

Su cabello negro era corto, con un flequillo recto que enmarcaba su rostro fino y de rasgos delicados. Llevaba unos anteojos color café y una sudadera negra. A pesar de su delgadez, su figura estaba bien definida y no llevaba nada de maquillaje, pero aún así irradiaba una belleza deslumbrante.

Justo después de su presentación, un rayo de luz del sol entró por la ventana, iluminando por completo a esa chica y haciéndola parecer un auténtico ángel. Quedé completamente impresionado por su belleza y encanto.

Ella se sentó en su lugar y no pude apartar la mirada de ella, ignorando por completo al resto de los estudiantes. Era como si el escenario se hubiera pintado de rosa y solo estuviera enfocado en Sofía.

Si estuviéramos en una novela visual, en ese preciso momento comenzarían a caer suavemente pétalos de Sakura, mientras una melodía tranquilizante resonaría en el aire. Mis pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de la profesora.



#9972 en Novela romántica
#5398 en Otros
#894 en Humor

En el texto hay: novela ligera, romance, sliceoflife

Editado: 25.06.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.