Mi vida con Emmett Cullen

Hombres o vampiros

-¿Vampiros? –Solté una carcajada nerviosa, incrédula de lo que mis oídos acababan de escuchar, a pesar de haberlos visto moverse de una forma sobrehumana y comportarse con tal seriedad siendo una familia supuestamente prodigiosa de Rochester.

-Cometiste un error, madre. –La lejana voz de Edward se hizo presente en el instante, apareciendo en el salón, segundos después, con un paso muy humano, en comparación con los previamente vistos. –Ésta niñita nos delatará.

-¡¿Niñita?! –Reclamé ofendida.

-Sí. Niñita. –Edward se acercó petulante. –Quizás eres mayor en edad, pero no sabes nada de la vida.

-¿Y tú sí? –Ataqué, avanzando hacia él, a medida que nos encontrábamos en un debate sobre mi madurez, olvidando el tema más importante. Vaya, quizás si era una 'niñita'. –Como dijo Esme, erróneamente, somos vampiros, y he vivido, he muerto, y he vuelto a vivir como un mounstro. He matado gente sólo para saciar mi sed. –Edward comenzó a alzar la voz, aunque no parecía aterrorizante debido al melodioso tono. Sus ojos se agrandaban y la boca se tensaba junto con los tendones de su cuello. Encolerizado acabó su argumento a centímetros de mi, convertido en un ser demoniaco. –Así que si yo te digo que eres una niñita, ¡es porque lo eres!

-¡Edward! –Esme lo frenó, aún del lado de Emmett, quien tenía su ceño fruncido y labios apretados uno contra otro.

-Quizás si no hubiera matado al pervertido de tu prometido, habrías madurado por las malas. –Edward finalizó.

Un silencio profundo llenó el cuarto, sólo interrumpido por la brutal escena a continuación. No supe bien como fue en ese entonces, por la rapidez de sus movimientos, pero Edward estaba en el piso sobre los escombros de lo que parecía ser una mesa, y bajo los puños incesantes de una bestia que no se detenía: Emmett.

Esme tomó mi cuerpo inmóvil, sacándome de allí en un segundo. Me mareé con el brusco movimiento y tuve que dejarme caer al suelo, dándome cuenta que no sólo era la pérdida del equilibrio lo que me afectó, si no que la situación en sí. Sentí lo que parecía una compresa fría en mi nuca, y sólo después de un momento noté que era la mano de Esme Cullen. También me di cuenta de que estaba acurrucada en sus brazos, cuan niña pequeña.

-¡Basta! ¡Van a destrozar la casa! –Esme gritó al otro salón, de donde se escuchaban más que golpes, si no que maderas romperse y lo que parecía más extraño, estruendos y rocas colisionando.

Pude asomarme un poco dentro de lo que el abrazo protector de Esme me permitía, llegando a ver lo mismo que antes. Sólo escombros y borrones de lo que parecían dos hombres pelear… o vampiros. ¡Pero que decía! Claro que era una gran broma, de muy mal gusto, que sólo ocultaba la real situación en esa familia: Habían asesinado a mi prometido. ¿Vampiros? No lo creía. Asesinos era la palabra. Asesinos.

Me levanté del suelo, ayudada por Esme, y con determinación me dirigí a la pelea, siempre custodiada. No me sorprendí al ver el desastre hecho por esos hombres o vampiros… simplemente quería la verdad.

-¡Emmett! –Grité con el poco aliento que había recuperado.

Se detuvo.

La bestia soltó a Edward, quien ya no parecía un refinado joven de sociedad, más bien un mendigo de ropas harapientas.

Me miró.

Tomé fuerzas para continuar, mientras Emmett sacudía sus manos y sacaba bruscamente la madera astillada de su ondulado cabello negro, creando una lluvia de aserrín en la sala. No parecía agitado en absoluto, a pesar del enfrentamiento, y no mostraba signos de que los golpes hayan amoratado su blanca piel o si quiera haber sacado un poco de sangre. Nada.

-¿Es… es cierto lo que dijo Edward? –Pregunté directamente, sabiendo de cierta forma que él no me mentiría.

-Cariño, no es bueno que estés acá. –Esme colocó sus manos sobre mis hombros pero me corrí, sin quitarle la vista a Emmett, presionándolo por una respuesta.

-Edward y yo matamos a Royce King II y sus amigos. –Declaró luego de un silencio de tormento.

Y ahí, sólo ahí, tuve el valor de irme, ésta vez sin regreso.



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En el texto hay: decisiones, amor, dolor

Editado: 29.08.2023

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