Chloe...recuerden muy bien ese nombre, ya que más adelante dudo que lo puedas olvidar, al igual que yo nunca lo logré.
Chloe era una chica muy inteligente con miedos, con virtudes y con un pasado obscuro. Su infancia no era fácil, como muchos lo creían, pero... nadie nunca se enteró del infierno por el que atravesó tantos años en soledad y que, hasta el último día de su vida, al parecer la única persona logro conocerla por completo (por decirlo de alguna manera) fui yo…su mejor amiga Haley.
Pero todo cambiaría de un momento a otro, ya tenía tiempo que no la veía por una discusión tan estúpida, que me arrepiento que eso nos halla separado tanto tiempo, la razón fue que tuvimos sobre una pareja que nos engañó a ambas y quien va a imaginar que por ese estúpido nuestra amistad de toda una vida se arruinaría, aún seguía yo enfadada con ella y pensaba que ella también conmigo, si no fuera por aquel día.
Creí que sería una mañana común y corriente, un día que no tendría nada fuera de lo normal…pero no sé, dentro de mi sabía que eso no sería un día como cualquier otro, algo en mí no me dejaba estar tranquila, no podía dejar de pensar en el pasado, en todo lo que había vivido, y sobre todo en mi mejor amiga, la angustia me asfixiaba así que decidí hacer lo que menos imaginaba y tantas veces juraba que no aria, sí fue en esa misma tarde de aquel día lluvioso que recordé la dirección de donde vivía en Seattle, no tenía nada que perder, si me sentía con tanta angustia dentro de todo mi cuerpo que me pedía a gritos llegar a la casa en donde vivía, esa casa llena de recuerdos buenos y malos tenia de hacer cualquier cosa para llegar ahí, y sé que lo lograría, empaque mis maletas, agarre las llaves de mi coche y me fui en marcha, pasaron largar horas para poder llegar a mi destino y mi primera impresión fue quedar sorprendida por lo que me encontraría… los recuerdos que aun tenia guardados en mi mente eran muy diferente a la realidad que observaba, sí, encontré la casa, pero lucia tan vieja, tan sola, tan muerta, preferí retirar la mirada y trataba de recordar si esta era la dirección correcta, en si yo no habría confundido la calle, en si me equivoque en el camino, mis pensamientos y recuerdos me traían una y otra vez al mismo lugar, tenía miedo incluso de acercarme a la casa, pero al mismo tiempo mi curiosidad se hacía más grande por cada minuto que transcurría. Me decidí, no había llegado tan lejos y no decir entrar, agarre valor y me acerqué a la puerta…no tenía cerrojo, ninguna seguridad que me impidiera el paso, no tenía otra alternativa que ir y terminar con mis dudas. ¿Saben que es lo extraño de todo esto?...Sé que ella está muerta, solo quería regresar y pensar que todo fue un mal sueño, una terrible pesadilla, pero de todas maneras algo en mi me exigía llegar a esa casa donde tantas cosas sucedieron, donde mi mejor amiga estuvo en sus últimos momentos de vida, entonces solo me acerque a la puerta y la abrí, créanme que no fue tan fácil como puede parecer, al entrar a esa casa aún me incomodaba el observar lo abandonada que se encontraba, en el deterioro que cada día se hacía más y más notorio, lo último que me entere de Chloe fue que nunca se casó, no tenía hijos, sus padres en realidad nunca se preocuparon por ella, sus amistades siempre fueron falsas, al parecer solo me tenía a mí…
Lo que aún no puedo entender fue... que yo era su única amiga, si ella era de las personas que siempre se le podía ver con dos, tres o cinco personas a la vez en un mismo lugar conviviendo, ya sea en un bar, en un antro, o simplemente caminando por la calle, yo siempre creí que no tenía una vida difícil, vaya que me estaba tan equivocada, aunque Chloe en sus últimos días de vida me contó la historia de su vida…su verdadera vida, por así decirlo, debo de reconocer que muchas veces creía que lo hacía solo para llamar la atención, pero ahora me encuentro tan arrepentida, sé que yo nunca creí en sus palabras si no fuera por aquella tarde, toda duda sobre ¿Cómo estaba? y en ¿Qué se encontraba haciendo con su vida?, decidí buscarla, nunca me contesto los mensajes, los correos, y mucho menos las llamadas, hasta que no pude pasar un minuto más sin saber nada de ella, esto ya me estaba preocupando, durante aquella noche lluviosa el día 10 de octubre en altas horas de la madrugada recibí una llamada de un hospital, conteste, ¿la llamada? Era solo para notificarme que sí, mi mejor amiga, Chloe fue encontrada muerta por un impacto de bala en la cabeza, su cuerpo sin vida fue encontrado en su recámara y creo que ese día fue de los que más me marcaron en la vida y de los que sé que nunca podré sacarme de la mente cada maldito día que pase, cada maldito día en que siga viva… Esa llamada conocí lo que es tener tantos sentimientos encontrados y mezclados, como el dolor, la ira, la desesperación, tristeza, soledad, y mucho, mucho más…aquella noticia, Chloe había realizado lo que tanto juraba y nadie le creía ella se había suicidado, en ese instante solo rompí en llanto me en pocos segundos me encontraba destrozada por la noticia. No sabía qué hacer, que responder, ni en que pensar, solamente surgía un pensamiento en mi mente y era el ¿Porque lo hizo?, ¿Acaso ocurrió algo más, que fue el límite de dolor que podía ella soportar?, no lo sé, y la verdad no sé si eso importa ya, de todas maneras, aunque encuentre las respuestas no servirán de nada…total, ella no va a revivir.