Amigos de verdad

Capítulo Veinticinco

Un par de horas más tarde

Kaia Anderson

Toda mi vida siempre fui tratada como una princesa el día de mi cumpleaños.

Era el día en el que ninguno de mis conocidos podía olvidarse de que yo existía, en el que recibia joyas, dinero, ropa y todo lo que una chica pudiera desear. Una fiesta, gente a la que apenas había visto me felicitaba y todos parecían admirarme y querer estar cerca mío.

Pero solo en mi cumpleaños, después de eso olvidaban. mi existencia hasta el siguiente Enero. Era cansado y agotador, adfortunadamente ahora tengo dos amigos que no se les olvida de mi persona después de mi cumpleaños y que tratan de sacarme una sonrisa en el peor momento. Esos son amigos de verdad a mi parecer y nada me hará cambiar de parecer.

Estabamos ya en el hotel, jugando un juego de mesa mientras nos reiamos de todo lo que Kenneth hacía, recibiendo los bocadillos de mezclas raras que Renata realizaba y escuchando todo lo que había querido decir después de tanto tiempo y nadie estuvo dispuesto a soportar. Ahora ya no debo preocuparme por ello, tengo amigos increíbles, una familia increíble y una vida increíble por vivir en vez de sobrellevarla.

Estaba decidida a hacer cambios en mi vida y eso iba a ocurrir.

- ¿Qué les parece si contamos algo que ninguno de nosotros sabe?- dice Kenenth y Renata y yo accedemos- Okey, comienzo yo: compré unos cangrejos cuando inicio el año y los puse en el casillero de Laura y Tatiana- Renata y yo comenzamos a reir a carcajadas. Si no estuvieran bien hechas las paredes del hotel: todo el mundo nos estaría escuchando ahora.

- Kenneth, eres el mismo diablo- dice Renata y comienza a reir más fuerte- Kaia, es tu turno- me dice y pienso bien algo que no les he dicho ninguno de los dos.

- Pero no vayan a enojarse, ¿Okey?- pregunté y asintieron- Cuando fui de vacaciones a Nueva York en Año Nuevo, mi primo llevo a sus dos mejores amigos- dije y ambos me miraron asombrados.

-No me digas que...- dice Kenneth y regresan a verse.

-Estaba guapo y fue solo un beso- dije y Renata se echó a reír mientras que Kenneth seguía en shock.

-¡KAIA! ¡INICIASTE CON TODA!- Dice Renata y Kenneth se suma a la risa, era tan contagiosa que pronto los tres estuvimos riendo sobre lo que hice en la cena de Alño Nuevo de mi familia.

No fue mi intención pero el chico era simpático y estuvo alrededor de mi casi toda la cena, iba a quedarse a dormir pero decidí dar el paso. Fue solo un beso, nada más allá de eso así que fue un buen fin de año.

Dejamos de reírnos y Kenneth movió una ficha del juego, iba ganando y por mucho. Los negocios sin duda no son ni lo de Renata ni lo mío, eso era únicamente Kenneth.

Kenneth dominaba temas de economía, matemáticas y física. Yo estaba más metida en los temas de derechos y el tiempo, cívica e historia mientras que Renata tenía control en la literatura en todos sus ámbitos.

- Bueno, Renata es tu turno- dice Kenneth y Renata se pone a pensar en que podía decir. Encuentra algo y duda.

- Van a matarme- dice y yo niego.

- Claro que no Rena, debo regresarte a casa sana y salva. Ya después de eso sí puedo estar matandote- dije y nos reímos

- Podemos- me corrige Kenneth y Renata suspira.

- Bueno, bueno... Verán, lo que yo nunca les había contado fue que... Me besé con Axel una vez- dice en un susurro y Kenneth y yo compartíamos la sorpresa.

¿Besar a un desconocido? Bueno, es aceptable pero ¿Con uno de los chicos que te hacía bullying? Eso sí es pasarse de la raya.

- Hablas en serio- dice Kenneth, el juego quedó en el olvido.

- Escuchen primero, lo que pasó fue que hace unos días apareció en mi casa, estuvimos hablando y cuando ya estaba a punto de irse me besó. Fue un roce, les juro que fue un roce- dice y yo niego con la cabeza.

- Nunca lo esperé- dije y Kenneth se levantó.

- Ni yo, pero ahora si: tu regalo Kaia- dice Kenneth y levanto la mirada para ver como Renata y Kenneth tenian tres cajas en sus manos. Me dieron una y la abrí.

Dentro de la caja había un collar con el dije de una ola de mar, supongo que representa los dos significados de mi nombre. Kaia puede significar "pura" como las aguas o "mar". Kenneth y Renata me enseñaron el contenido de las otras dos cajas, cada uno de ellos tenía su propia caja.

La caja de Kenneth tenia un ave, no sabría decir si era una ave normal o algún tipo de ave en específico, supongo que representaba a las aves que suelen ser de las playas, las que ves siempre, las que preguntas "¿Y si yo fuera cómo una de esas aves?" y las que hacen el ambiente de playa volverse playero.

El de Renata era como un pequeño cuadrado donde el oro, el metal de todos los collares, tenia forma de granitos y parecia que representaba la arena de la playa. Renata me quitó el collar y el de Kenneth y mostro como gracias a un pequeño imán casi imposible de ver: los tres dijes se unian para formar la playa.

- Todos se complementan a su manera- dice Renata, regresándome el collar y colocándos eel suyo. Kennenth me estaba poniendo el collar a mi- Así como nosotros tres nos complementamos para...- se queda un momento en silencio para al final sonreír y devolvernos la mirada- Para ser los mejores amigos- dice y las lágrimas casi se me bajan.

- ¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo?- dije y ella me abrazo, Kenneth se unió a nosotras.

- Obvio que dice eso, somos mejores amigos los tres- dice Kenneth y nos abraza con fuerza.

- Claro: Kaia, tú eres mi mejor amiga- me dice con felicidad y sinceridad a la cara- y Kenneth es mi mejor amigo. Son tan importantes para mi que ni siquiera se como explicarlo- dice.

- La verdad es que no he tenido muchos amigos pero puedo asegurar que el grupo de latinos y chismosos es el mejor que he tenido en toda mi vida- asegura.