Este capítulo se lo dedico a la chica que estuvo por años a mi lado y ahora somos tan solo extrañas
A la que perdí por hablar de más, a la que me lastimó como nunca imagine, ambas debimos luchar
Por todos esos bellos años de amistad y por los últimos en los que fuimos muy malas amigas
Por el bien de las dos, no volver a saber de la otra va a ser lo mejor para ambas
Te deseo lo mejor y ojalá nuestros caminos no se vuelvan a cruzar
Aunque eso solo la vida lo decidirá
Capítulo Veintiseis
Dos meses después
Marzo del 2023
Renata Ramírez
Desde que entré a mi casa cuando escuché gritos, desde que fui al despacho con mis padres cuando comenzaron los papeles del divorcio, desde que mi madre ganó mi custodia, desde que me mudé a Los Ángeles con Steve, Nick y Lounie, desde que inicié un nuevo colegio, desde que tuve que acostumbrarme a una nueva familia todo ha cambiado.
Y aunque la Renata del 2021 diría que todo cambió para mal.
Yo, después de dos años, digo que todo lo hizo para bien.
Steve, mi padrastro no es un mal hombre aunque siempre pondré a mi padre en primer lugar: él quiere a mi madre, tiene dos hijos que ama con locura y su visión de la vida le ha permitido avanzar tanto social como económicamente. Nunca sufrió de falta de dinero ni pertenecía a una clase social baja pero siempre ha tratado de superarse para ser más.
Nicholas, mi hermanastro es casi como el hermano que siempre imaginé cuando era pequeña: era molestoso, bromista y sigue los pasos de su padre como nadie, a pesar de sus errores Nick adora a su padre y nada le hace sentir más orgullo por si mismo que seguir el camino que Steve le ha construido con tanto esfuerzo y sudor.
Lounie, mi hermanastra estoy segura que es mi karma por haber sido tan consentida siendo la hermana menor: me ha enseñado a como debo comportarme, pues soy como un ejemplo a seguir para ella y todo lo que Nick y yo hagamos va a recaer en el comportamiento y decisiones de Lounie. Ella tiene 12 años y aún está en la etapa de absorber todo como una esponja por lo que debemos enseñarla a seguir un buen camino.
Mis hermanas, Victoria y Gabriela también han cambiado mucho: nuestro amor, a pesar de la distancia, se ha hecho más fuerte cada día al darnos cuenta que podemos confiar ciegamente en cualquiera de nosotras para cualquier tormenta que se avecine. No siempre hablamos, pero siempre sabemos que tenemos dos personas a nuestro lado que o nos consolarán o nos dirán nuestros errores y en lo que debemos cambiar.
Mi madre y mi padre, a pesar de todas las diferencia y el divorcio: han mejorado significativamente su relación. Ya tienen el número del otro en caso de emergencias y de vez en cuando hablan si estoy llamando a mi padre o simplemente por mensaje. Han entendido que no son enemigos, simplemente que sus caminos ya no podían seguir en la misma dirección, eso fue algo que nos costó a todos entender.
Nos llevo dos años pero finalmente estamos en paz.
Hace una semana, mi madre me citó al despacho de Steve y al entrar me encontré en una videollamada con mi papá, mi mamá y mi padrastro. Fue algo que jamás en mi vida lo hubiera esperado pero fue necesaria para llegar a este punto de mi vida.
Es conversación creo que me llevo a la finalización de todas mis etapas.
Dolor: cuando mis padres se separaron.
Ira: al darme cuenta que ahora tendría una nueva familia que no quería ni buscaba.
Nostalgia: de vivir a cientos de miles de kilómetros de toda mi familia.
Aceptación en su primera fase: notar como nada va a ser como antes y que yo no era quien para decidir sobre la vida de mis padres ni sus acciones.
Y finalmente la aceptación en su segunda fase: vivir mi vida, ser feliz y disfrutar mi Maldita Adolescencia.
No, ya no: solo Adolescencia.
Los cambios que se han dado desde Junio del 2021 hasta ahora Marzo del 2023 han sido gigantes.
En la reunión que tuve con los tres tocaron un tema importante en mi vida, la universidad. No solo lo que ya debía decidir sino también las opciones que tenía al alcanze de mis manos. Elegir mi carrera tal vez no iba a definir mi vida entera pero si iba a dirigiar gran parte, no solo se basaba en algo que me gusta: sino también en lo que es mejor para mi, en algo donde pueda sacar todo mi potencial y estar orgullosa de mi misma.
Mis padres y Steve ya lo habían hablado antes de comunicarse conmigo y me han dado tres opciones: la primera es irme a Ecuador, volver a mi pequeño país de origen y estudiar en una universidad privada la carrera que yo decida, y debía buscar una de las mejor universidades para aquella carrera sino era la mejor.
Aquella fue mi opción en cuanto pisé esta casa, graduarme del colegio y volver volando, de forma literal, a Ecuador y así poder volver a tener Mi Vida "Perfecta" con toda la gente que me ha acompañado a lo largo de casi toda mi vida y que es una parte escencial de mi vida.
Sin embargo la segunda opción me ha hecho dudar.
Mi segunda opción es quedarme en Los Ángeles con mi madre: acceder a una universidad pública o privada de mi elección y cerca de mi casa y vivir aquí hasta que yo lo decida. No tendría que volver a dar un gir de 180 grados a mi vida, me quedaría con mi madre, con mis amigos, iría a visitar a mi familia en Ecuador pero ya no tendría que sufrir por otro cambio de ambiente. No tendría que acostumbrarme a otra cultura y sería una opción bastante pacífica.