Capítulo Trece
Renata Ramírez
Miercolés
Me desperte súper temprano, a las 06:00a.m para desearle un feliz cumpleaños a papá.
Cuando lo llamé, en Ecuador eran las 08:05a.m, ellos estaban en Alamor, un pueblo de Puyango, Cantón de Loja. En Alamor crecieron mis padres pero se conocieron en la Universidad. Nosotros soliamos ir todos los años de vacaciones pero cuando me entere del divorcio todo se fue a la mierda.
No soy exagerada, si quiera estuve en el teléfono con mi papá una hora hablando. Le conté que todo estaba bien, lo llamé para felicitarlo claro y le conté sobre el colegio al que iria.
Me dijo que me llamaria en la tarde y que en la noche mis hermanas harian videollamada para que vea todo. Le agradecí y me despedí, ya cuando colgué me acosté y lloré, no era justo el no poder estár en el cumpleaños de mi propio padre, lloré. hasta que mis ojos no aguantarón más y descansaron.
***
Ya cuando desperte vi la hora, mi mamá iba a matarme: ¡ERAN LAS DOCE DEL DÍA!
Rapidamente me cambie: Me puse una blusa celeste y un jean blanco, unos zapatos negros que encontre en esa inmensidad de armario y bajé para comer, para mi sorpresa está vez si que no había ni una alma, pensé en dormirme otra vez pero mejor me fui a desayunar, como lo dije: No había nadie, ni si quiera Elena o Ximena o alguna de las otras chicas que trabajaban aquí, por suerte desde chiquita supe como cuidarme. Mis hermanas estudiaban en la vespertina, mi madre trabajaba en la vespertina y mi padre siempre trabajaba hasta tarde, por eso se como cuidarme sola.
Me hize papaya con manzana, banana y granola. Lo comí con agua, no me juzgen, yo como todo con agua y lavé mi plato, me fui nuevamente al cuarto y me encontre con una chica de cabello negro.
- ¡¡A LA MIERDA!!- Grité cuando la vi, jamás la había visto, la identifiqué por el uniforme y me restregé la cara- Lo siento ¿Cómo te llamas?- pregunté.
- Buenas tardes, me llamó Verónica- dice y me calmó hasta que veo lo que estaba haciendo.
- ¿Porqué estás tendiendo la cama?- preguntó.
- Oh, es mi trabajo mantener las habitaciones en orden y la suya estaba desordenada- dice.
- Muy buenos días señorita Ramírez- dice una voz masculina, me extremescó y me giró para encontrarme a un hombre de unos 55 o hasta exagerandó 60 años - ¿Puedo Ayudarla?- dice él.
- ¿Quién es usted? ¿Y ahora de dondé diablos salió tanta gente? ¿No trabajan solo Elena y Ximena aquí?- pregunte.
- Señorita, soy Alfredo, el mayordomo de la Familia Castillo y aquí trabajamos más de 100 personas- dice muy tranquilamente y juró que casi se me caé la mandibula al piso.
- ¿Dijo más de 100 personas?- pregunté
Hoy amanecimos preguntonas ¿No mamona?
- Sí ¿Necesita algo?- pregunta Alfredo.
- No solo me sorprendí de que Verónica estuviera tendiendo la cama, yo puedo hacerlo- respondó.
- Para eso estamos nosotros, nos encargamos de que todo esté perfecto y de que ustedes, Los Castillo, no tengan que hacer nada- dice Alfredo.
- Eso parece pero vamos a aclarar algunas cositas. Uno: No soy una Castillo, soy una Ramírez. Dos: Soy completamente capaz de tender una simple cama aunque me muera de pereza y Tres: No quiero que me tratén como a una niñita rica- terminó y él asienté. Hum Interesante.
- Como usted diga, señorita Ramírez- dice - Verónica, retiremonos- dice y cuando me giró para verla, ya tendió la cama.
- ª
El resto del día me lo pasé dibujando y cree una nueva canción que la titulé "Dos Vidas en Una". No me preguntén por que se titula así, solo se lo puse y ya.
***
En la noche, mis hermanas me hicieron videollamada y vi como estaban todos ahí, era tan perfecto pero yo no estaba ahí, cuando al ser su hija mi obligación es estár mínimo para su cumpleaños, me sentí un poco vacía y nuevamente me acosté a llorar hasta que me quede dormida.
3 Días Después
Sábado
- ¿Lista?- le pregunto a Yesica, otra de muchas empleadas que conoci estos días.
Decidí empezar a hacer actividades por que necesitaba desestrezarme un poco, desde el cumpleaños de mi papá me eh sentido vacía y jugar volley no es que me animaba mucho ya que me recordaba a los chicos del conjunto pero era mejor que hacer algo que no tenía ni puta idea de como se hace.
- Un poco- responde ella.
- Tranquila, es volley callejero, puedes agarrar el balón, sacarlo como quieras, es facíl. Ahora sí ¿Lista?- digo y vuelvo a preguntar.
- S-si- dice aunque no muy convencida.
- Ahí va- digo y le lanzo la pelota.
Ella la agarro y me la lanzo, casi me golpea pero la alcanze a agarrar y casi me muero de la risa.
- Me ibas jajajaja- digo entre risas - Me ibas a meter un.. Jajajajaja, un balonazo. Ajajajaja- digo, no se por que mierda pero me causaba mucha risa.
- Lo siento señorita, no era m- dice y le hago un signo con la mano para que no diga nada.
- No no tranqui, no sé por que me dió risa, continuemos- dije y le lanzó el balón.
***
- No sabía que el volley era tan dificil- dice Yesica.
- ¿Cómo qué dificíl? Lo que jugamoss fue el volley fácil- dije.
- ¿El fácil?- dice ella y asientó.
- ¿Dondé estabas? Te estoy buscando por todas partes Renata- dice mi mamá.
- La verdadera pegunta es si puedes encontrar algo o a alguien en esta inmensidad de casa- le respondó con un beso en la mejilla.
- Me retiro, buen día- dice Yesica y se va.
- ¿Qué estabas haciendo?- pregunta mamá con una sonrisa, muy diferente a mi expresión neutral.
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adolesencia y preadolesencia, problemas famiiares, insultos malas palabras
Editado: 25.07.2022