Mientras dure el verano

Capítulo 10

Ha llegado el gran día, el momento que llevo esperando las últimas… dos semanas. Siendo sincera, siento que he perdido la noción del tiempo. Soy consciente de que sueno un poco exagerada. 

 

El punto es que ha llegado el día en el que voy a asistir a mi primera gala de premios. ¡Auténtica! Con entrevistadores, alfombra roja, butacas y espectáculos de artistas. Un sueño hecho realidad.

 

Es cierto que solo voy en calidad de acompañante, pero no me importa. 

 

Andy está detrás mío, rizando mi cabello con la plancha. Se mueve ágilmente, como si fuera una superheroína estresada. Apenas habla, lo cual es muy raro en alguien como ella. Andy siempre habla. A veces habla de más, nunca de menos.

 

—¿Y qué? ¿Al final vas a lanzarte con Shane? —pregunto, dándole unos toquecitos juguetones en el brazo.

 

Shane y Andy llevan enviándose mensajitos por Instagram desde que se conocieron. A juzgar por los que Andy me ha dejado cotillear en su teléfono, parece que la cosa está bastante calentita entre ambos. 

 

—No lo sé.

 

—¿No lo sabes? —repito yo, con tono de No te creo, perra.

 

—He estado pensando, y creo que no es lo mejor.

 

—¿A qué te refieres?

 

Se queda quieta un momento y se muerde el labio.

 

—No quiero perjudicarte.

 

—Eso es una excusa —la acuso. Me siento incluso ofendida de que crea que puede engañarme cuando la conozco mejor que nadie. Yo sé que no puedo engañarla ni aún intentándolo, así que ni siquiera hago el intento.

 

—No. Imaginate que nos liamos y no acaba bien por culpa de alguno de los dos —plantea, alterada, gesticulando con sus manos—. Tú aún tienes que verlo todo el verano, y me sentiría fatal si te llevaras mal con él por mi culpa.

 

—¿Te das cuenta de que suenas ridícula ahora mismo, verdad? 

 

Andy no dice nada.

 

—Andy, eres mi mejor amiga en el mundo mundial, y por eso sé que solo me estás poniendo de excusa. ¿Qué pasa?

 

Se forma un silencio breve entre nosotras. Me doy cuenta de que está meditando si contarme algo que se ha estado guardando o mentirme. 

 

—Dereck me ha vuelto a hablar.

 

Intento ocultar mi mueca de disgusto. Por supuesto que Dereck le ha vuelto a hablar. El cretino de Dereck. 

 

Hace cosa de unos dos años, Andy comenzó una relación de amigos con beneficios con un chico al cuál conoció en la peluquería. Era una relación ideal, o por lo menos eso aseguraba ella cada vez que le preguntaba que tal le iba. Nada de celos, nada de exclusividad, solo dos adultos pasándola bien de vez en cuando, sin los compromisos que requiere tener una relación.

 

Pero la cosa escaló rápidamente y Andy acabó por enamorarse de él. Muchísimo. Y él le rompió el corazón de una manera insensible después de que Andy se negó a prestarle dinero para que pudiera abrir su tienda de tatuajes. Eso devastó a Andy. La hizo sentir usada y culpable.

 

—Andy… —comienzo yo, tratando de encontrar las palabras.

 

—No hace falta que lo digas, sé que no debo volver con él. No pienso volver con él, de hecho. Pero, con su regreso a mi vida, me he dado cuenta de que puede que aún no lo haya superado. ¿Por qué dudaría si no de pasar una noche con Shane si ya lo tengo superado? No quiero tener algo con Shane sin estar segura del lío que tengo en mi cabeza, pero ahora no sé ni cómo responderle a los mensajes.

 

La observo atentamente. Doy pena en consejos amorosos, más que nada porque solo he tenido dos relaciones serias en mi vida, y una de ellas es falsa, así que se podría decir que no tengo mucha experiencia. Aún así, estoy dispuesta a hacer mi mejor esfuerzo.

 

—Estoy segura de que Shane no es el tipo de tío que presiona a alguien para que se acueste con él, así que por eso no tienes que preocuparte. No estás haciendo nada malo, sigues siendo la misma Andy de siempre. La Andy que conozco, incluso con sus líos mentales, seguiría mensajeandose con el chico que le gusta.

 

Ella asiente, sonriente. Puedo notar como vuelve la Andy de siempre y se va la Andy insegura que llevaba una hora conmigo.

 

—Eres la mejor amiga del mundo.

 

—Lo sé. 

 

—Y la más guapa también, porque te estoy dejando divina —bromea, volviendo manos a la obra.

 

A partir de entonces, Andy comienza a hablar mientras trabaja. Me cuenta cosas de su trabajo, de sus conversaciones con Shane y del estúpido de Dereck. Yo la escucho hablar de todas y cada una de ellas atentamente, sin hablar.

 

Subo alguna que otra historia a mi perfil de Instagram preparándome. Me sorprende cuando, unos segundos después, me llega una notificación de que alguien a quien sigo me ha mencionado en una publicación. Abro la aplicación y veo que es Nate, que ha subido una foto en su perfil.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.