Mientras menos me gustas (mÁs Te Quiero)

SIETE

Arrastré la última de las maletas fuera del ascensor, agradeciendo al gentil sujeto que se había apiadado de mi miserable alma y había mantenido las puertas abiertas mientras me veía luchar con tres maletas más grandes que mi debilucha figura.

Alguien debería haberle informado a Helga que sólo nos íbamos por una semana.

El hombre lanzó una mirada sorprendida hacia mi compañera de viaje, y no es que pudiera culparlo, antes de despedirse y huir, cerrando al fin las puertas metálicas mientras nos quedábamos solos en la planta baja de nuestro edificio. Helga lucía extravagante en su traje de chándal brillante, literalmente había una gran H bordada con lentejuelas doradas en su espalda. Su cabello llamó mi atención nuevamente, todavía haciéndome parpadear sorprendida ante el vibrante color rojizo. No lo había esperado, pero tan pronto fui a recogerla para irnos, me había dado la sorpresa de que se había teñido completamente desde la última vez que nos encontramos, apenas ayer por la noche.

—Las pelirrojas siempre parecen esconder algún misterio atrapante —me había dicho mientras yo no hacía más que verla boquiabierta.

Danielle me mataría.

Aunque, pensándolo bien, no era ningún secreto que nada se interponía entre Helga Bates y lo que sea que deseara. Al parecer ni siquiera su cabello.

Miré hacia las puertas cuando éstas se abrieron y Ron nos lanzó un saludo, deteniéndose con un tropiezo al tener un buen vistazo de la nueva imagen de mi vecina.

—Señora Helga —se atragantó, recuperándose rápidamente mientras plantaba una de las tantas sonrisas seductoras que solía usar para salirse con la suya en más de una ocasión —, se ve increíble.

Alcé las cejas mientras una complacida Helga desestimaba el cumplido con un movimiento de sus delicadas manos, las uñas neón llamando mi atención por primera vez.

—Muchacho descarado —ronroneó la anciana, pasándonos y saliendo del edificio, su bastón dejando un camino brillante detrás de ella.

¿Cuándo había tenido tiempo de cubrir su bastón con purpurina?

Ron esperó a que la pequeña figura desapareciera de nuestra vista antes de lanzarme una sonrisa divertida.

—No lo menciones —gruñí, arrastrando la primera maleta mientras corría en busca de mi compañera de viaje. Sólo Dios sabía lo que podía pasar si la dejaba fuera de mi vista unos minutos. Me estremecí.

—Sólo iba a señalar lo linda que te ves —dijo Ron, haciéndose cargo de las otras dos maletas, no comprendía cómo él sí podía arrastrarlas al mismo tiempo sin verse como si estuviera haciendo esfuerzo alguno. Simple injusticia.

Lo ignoré mientras lograba salir del edificio, exhalando de alivio al notar a Helga de pie junto a la desgastada furgoneta de Ron. Sabía que me veía infantil con mi overol de mezclilla, mi camiseta de la serie dos tallas más grandes tragándome y mi cabello castaño recogido en dos trenzas que terminaban justo por encima de mis hombros. Me veía ridícula para ser una mujer de veintidós años, lo sabía, pero nunca me había preocupado realmente en mi imagen. Ni siquiera sabía cómo usar maquillaje correctamente sin parecer un payaso.

Ser demasiado femenina nunca había sido lo mío, y jamás me había importado en el pasado. No le daba importancia porque no alteraba ningún aspecto de mi vida; ahora, sin embargo, comenzaba a preguntarme si no hubiese sido una mejor idea haber dedicado una o dos horas a investigar entre los tutoriales de YouTube cómo realizar un delineado sin acabar como un mapache en el intento.

Porque tenía un plan.

Bueno, más que un plan era la intención de cambiar mi vida a partir de esta oportunidad. Y eso comenzaba con cambiarme a mí misma de pies a cabeza. Aunque primero necesitaba diseñar el modelo que necesitaba para inspirarme. Crearía un personaje tan perfecto que Finn Hollande no dudaría en echarme una segunda mirada.

Era una escritora después de todo, ¿qué tan difícil podía ser?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.