Madison
Relajada en la bañera llena de agua tibia seguía pensando.
Mi momento de relajación pero también de pensar era cuando me metía en mi bañera con agua tibia y sales aromáticas. Justo como en estos momentos.
¿Me gusta Logan? La respuesta es simple Sino me gustase no me hubiese acostado con él en primer lugar.
Me gusta físicamente pero no sé si sentimentalmente me guste.
Si, me hace sentir bien cuando estamos juntos, pero prácticamente no lo conozco, sólo sé que tiene veinticuatro años, que su nombre es Logan Parks... Y básicamente sólo eso.
-Soy un asco en esto de los sentimientos.
Me asusté cuando la puerta fue golpeada.
-Niña del demonio ven, tenemos que hablar de algo importante.
-Voy -Grité.
La hora de relajación acabó. Se pone más gruñona si la hago esperar mucho.
^^
Su abuela esperaba a Madison en la sala sentada en uno de los sofá mirando algo con el ceño fruncido. Eso no podía significar nada buena para Madison. Al ver la cara de su abuela presentía que nada bueno vendría.
-Juro que no hice nada. -Se defendió antes de que la regañen.- Y si lo hice lo olvidé.
-Hiciste algo hace tiempo y veo que no lo olvidaste aún. -Susurró.
-No entiendo nada.
-Hablo de Connor. -La miró.
Al instante se puso pálida, hace mucho tiempo que no escuchaba su nombre y no entendía a que venía aquello de parte de su abuela. Connor era un tema que simplemente nose hablaba en esa casa.
-¿Qué? -Susurró, una Madison desconcertada.
-Que aún no olvidaste a Connor.
-Lo hice, lo hice hace más de tres años. -Su voz apenas salía en un susurró.
-¿Y esto qué es? -Le mostró lo que estuvo observando desde que llegó a la sala, una foto de Connor.
-¿Estuviste hurgando entre mis cosas? -Se levantó muy molesta del sofá.
-Estaba...
-Algo que no tolero es que hurguen entre mis cosas y lo sabes. -La señaló con su dedo índice.
-No me hables así niña del demonio, esta es mi casa y si quiero hur...
-¿Ésta es sólo tu casa? -La interrumpió.- Bien, si quieres me voy y te quedas con tú amada casa y hurgas todo lo que quieras.
Madison subió muy molesta a su habitación mientras su abuela la seguía por detrás.
-No te victimices y cambies las cosas, me prometiste que lo habías olvidado. -La sujetó del brazo para que se detuviera.
-No no -Se solto de su agarre con brusquedad y volteó a mirarla.- Tú no cambies las cosas. Yo no te prometí nada, tú me obligaste a que lo hiciera y dije que lo intentaría.
-¿Y que dijiste tú? Que lo habías olvidado.
-Y fue lo que hice ¿Sabes cuantas veces no respondí sus mensajes, sus llamadas? Nada de nada, ¿Para qué? Para que personas cercanas no hablen mal a nuestras espaldas. -Le sonrió con ironía.
Tomó su mochila y guardó unas cuantas prendas de su ropa.
-Ustedes sabían que eso estaba mal, que no podían tener una relación amorosa. -Continuó su abuela.- ¡Por Dios Madison, Son primos! -Gritó
Ambas estaban muy alteradas, gritando la una a la otra.
-Nosotros no lo sabiamos en un principio.
-En un principio, pero cuando lo supieron siguieron juntos, ocultandolo.
-Estábamos enamorados ¿Acaso nunca te enamoraste? No nos importaba ser primos, sólo queríamos estar juntos. -Cargó su mochila al hombre.- No quiero discutir más esto.
Le arrebató la foto de las manos y sin más salió de casa, apoyando su espalda en las rejas del enorme portón de entrada, sintiendo como las lágrimas caían de sus ojos deslizándose por sus mejillas, al recordar la última vez que estuvieron juntos Connor y ella.
-Se que tú me amas tanto como yo a ti, pero ellas ya lo saben y no tardarán en venir aquí y separarnos. -Sonrió con amargura Madison.
-A mi no me importa, yo te amo y quiero estar contigo.- Se acercó a ella y acarició su mejilla con ternura.
No quería dejarlo.
-Yo también quiero estar contigo pero no podemos, tu madre y la abuela harán lo imposible para separarnos. Fue lindo mientras duró pero ya debe acabar.
-Lo fue, hermosa. -Dejo un suave beso en la comisura de sus labios.- Mañana me iré, pero que sepas que siempre vas a ser mi primer amor.- Lo abrazó fuerte, no quería soltarlo, no quería dejarlo. Pero debía.
-Y tú el mío. -Sus ojos ya se volvieron cascadas de tantas lágrimas que caían de ellos.- Te amo.
Más lágrimas salieron de sus ojos, parecían cascadas como ese último día donde se vieron hace más de tres años. Si, era su primo, pero eso no les importaba, sólo les importaba lo felices que eran.
Se despidieron haciendo el amor por última vez. Hacer el amor, así lo llamaba él, porque hacerlo con ella era especial, era más que simple sexo.
Se sobresalto al sentir una mano posarse en su hombro.
-...escuchas?
-¿Qué? -Miró a la persona frente a ella, era Logan ¿Cuándo llegó aquí?
-¿Estás bien? Estabas ida. -Se notaba preocupado, verla llorar lo había preocupado.
-Sí, lo siento -Miro al suelo, apenada de que la viera llorando, y seco sus lágrimas.- No te escuché.
-¿Por qué lloras? -Llevo una de sus manos a la mejilla de ella para secar las lagrimas pero ella quitó su mano de un manotazo, no quería que la toque nadie en ese momento. El tema de Connor la había afectado mucho.
-No te interesa. -Respondió.
Quizás estaba siendo una Drama-Queen, una muy enfadada y triste con el mundo y su abuela alias la bruja y la estaba pagando con él.
-Oye, sólo quiero ayudarte, eres mi amiga y me preocupo por ti.
La carcajada burlona que soltó Madison desconcerto aún más a Logan.
-Nadie se preocupaba por mi y tu tampoco deberías hacerlo, amigo -- Hizo comillas con los dedos al decir amigo.- Tú y yo no somos amigos, los amigos no tienen sexo así que déjame en paz.
Logan estaba molesto por las palabras que le soltó, pero no la iba a dejar, sabia que algo iba mal con ella.