— ¿Entonces vas a ir al club? —me preguntó.
— Si, pero no voy a tomar mucho ¿sabes?.
— Ok, entonces. ¿Qué vas a hacer mañana?
— La verdad no sé. Jade dijo que vendría a mi casa pero del resto no lo sé —respondió.
— Me invitaron a un club. Una chica me consiguió la entrada. ¿Vamos?
— Me pregunto... ¿habrá alguna chica que se te resista, Rich?
— Eso lo dudo. Soy I-RRE-Z-Y-S ahh... —se paró— Tible —concluyó y yo me reí.
— No sé qué me da más risa: tu falta de modestia o el que no sepas deletrear "Irresistible".
— Así me quieren todas —Rich se paró de su asiento y se subió el cuello de la camisa blanca que tenía puesta posando como modelo.
— Creo que Saraid estará de acuerdo en que vayamos.
— Guardaré un par de entradas... —lo miré confundido— En caso de que Jade quiera ir contigo.
— Créeme. Jade no irá conmigo.
— ¡Wow! ¿Manuel te sientes bien o yo escuché mal? —hizo un gesto con la mano como si estuviera hablando por radio— Atención a todas las unidades, tenemos un código azul. Manu se enfermó... no espera...—Rich hacía gestos con la cara como si estuviera pensando y luego su cara se iluminó al verme— ¡Se le está curando el síndrome de Jade! ¡SE ESTÁ CURANDO! —Rich me tomó por los brazos y me empezó a sacudir.
— ¡RICH! —grité.
— ¡¿QUÉ?! —me respondió aún sacudiéndome.
— ¡NO ME GRITES! ¡Y SUELTAME!
— Ok —me soltó.
— Y sobre lo de Jade...
— ¡¡Manu!! —una voz un poco chillona me interrumpió y seguido entró a mi casa.
— Hola, Jade —Jade traía bolsas de compras en cada mano. Al principio me asusté pensando en lo que estaba apunto de decir pero parecía que no había escuchado nada.
Rich me miraba con cara de fastidio y una ceja levantada como diciendo "La-invocamos".
Jade era mi novia desde hace unos meses. Algunos dicen que es irritante y le caía mal a la mayoría de mis amigos, incluyendo a Rich. Dicen que su voz era un poco MUCHO chillona y que era una fastidiosa y sin cerebro para algo que no fueran los centros comerciales. Pero a mí me gustaba de todas formas, aunque a veces fuera MUY CELOSA con lo que hago. Esa era la razón por la que no la llevaría al club.
— Cariño, tenías que ver las ofertas que habían en el mall. La mayoría eran cosas bellísimas y quería llevarme todas las tiendas. ¡Ay! —hizo un ademán con las manos— No vas a creer el día que tuve... ¡Era una locura!
Jade empezó a narrarme su día mientras revisaba sus bolsas.
Rich estaba parado detrás de ella imitando cada movimiento que ella hacía burlandose de ella. Ponía su mano en su cintura y con la otra movía su cabello imaginario hacía atrás sacando el tracero. Me daban unas ganas inmensas de reír pero me tenía que aguantar. Debo admitir que le estaba prestando más atención a Rich que a mi novia.
Rich era el apodo de Richard, mi mejor amigo. Él era el típico chico amado por todas pero que no se quedaba con una. Era muy fiel al "amigos antes que chicas" y salía de fiesta cada fin de semana. O en este caso cada dos días de las vacaciones.
—... Pero entonces la tarjeta de débito no quería pasar, y tuve que... —Jade seguía hablando y revisando sus bolsas.
Eran muchas bolsas, perdí la cuenta después de siete en una sola mano.
Rich empezó a dejar de imitarla de forma exagerada y empezó a frotarse los oídos al escuchar la voz de Jade. Luego se empezó a cubrir ambos oidos y a poner cara de frustración.
Yo seguía aguantando mis ganas de reír de las payasadas de Rich y comencé a morderme el labio inferior para aguantar. Pero luego Rich empezó a hacer como si le estuviera a punto de morir rogandole al cielo. Seguido empezó a hacer muecas burlonas hacia Jade.
—... Y ese fue fue mi día, bebé —Jade término de hablar y ni cuenta me había dado.
— Mmm... —asentí fingiendo que le había prestado atención.
— Bueno, bebé. Sólo vine a saludar —tomó cada una de las bolsas y se las guindó en las manos y codos. Luego se dirigió hacía la puerta y se paró frente a Rich que ya había parado de burlarse—Rich —dijo sin ánimos.
— Jade —le respondió de la misma manera. El ambiente se había puesto tenso. Jade y Rich se lanzaban miradas como si se estuvieran amenazando, y luego Jade siguió su camino saliendo del departamento.
— Hermano, aún no sé cómo la soportas. O sea, su voz es como si frotaras dos trosos grandes de poliestireno uno contra el otro. ¡Me arta! —dijo y yo le di con el codo.
Luego de unos quince minutos hablando pendejadas con Rich, él se fue a dormir. En mi habitación tomé mi IPhone y me lanzé a la cama abrazando la almohada mientras abría GOOGLE PLAY y ver si había una app que me llamara la atención para pasar el rato.
Salieron miles de opciones pero hubo una que me llamó la atención en las sugerencias. El nombre de la app era: Amino. Era colorida y me agradaba el diceño. Pero no podía juzgarla por su ícono. Quería ver qué podía hacer con ella, pero lo haría mañana. Así que solo la descargué y me puse a leer. Había comenzado un libro llamado "Telaraña de Sueños". Me puse a tocar.
Tocaba la guitarra desde hace un par de años más o menos. Estoy seguro de que si se me presentara la oportunidad haría una carrera como músico o compositor... La musica me apasionaba, era mi manera de desconectarme del mundo que me rodeaba. Cuando tocaba era otro mundo y no escuchaba nada más que no fuera mi guitarra o mi voz acompañandola. A veces componía...
...
— ¿No qué estaba cerca? —dijo su papá.
Ella calculó una hora más o menos que tenían recorriendo la carretera y no llegában todavía.
— Claro que estaba cerca, pero no sé qué pasó que nos tienen dando vueltas.
Se habían detenido unas tres veces, pero los que se bajaban del carro eran los amigos de su primo, tardaban unos segundos, después volvían y arrancaban otra vez.