Mikrocosmos

Capítulo 12: ¿Salimos?

El resto del día, fuimos paseando por las calles nada más. Susan iba tomando fotos con su móvil, me encantaba que ella lo estuviera disfrutando, ella me enseñó parte de Caracas, ahora quiero que ella conozca parte de Miami.

— Si, papá, ya vamos en camino —hablaba Camyla por teléfono—... Ok —colgó.

— ¿Qué dijo? —dijo Susan.

— Que por hoy está bueno, que mañana seguimos y duraremos más porque será viernes —respondio—, por cierto, ¿cuándo salen de vacaciones?

— Finalizando este mes, ya nos falta poco —respondí.

— Entonces creo que estos días que les faltan de clases iremos a verlos a la salida —dijo Sus.

— Sería bueno —dijo Rich—, digo, cada que queráis ir...

— Entonces es un si, iremos después de la escuela, podemos ayudarlos con las tareas —propuso Camyla—, me refiero con presentaciones o cualquier cosa, así tu hermana no dice que por culpa de nosotras no hacen la tarea.

— Por mi bien —habló Rich.

Él y Camyla han estado muy unidos este tiempo.

— Aquí nos quedamos —dijo Sus.

— Aquí se quedan ellas —le dije al chofer del taxi en el que íbamos (en inglés), y este se estacionó.

— Muchas gracias —dijo Susan, y le pagó la tarifa al chofer—. Nos vemos, chicos —nos dijo, entraron al edificio y el conductor avanzó.

— Muy bellas las chicas, ¿son sus novias? —nos preguntó.

— Son unas amigas —le respondí al señor.

— Creí que eran novios, parecieran.

Ley del mejor amigo, si no piensan que son novios, entonces fracasaste como mejor amigo. Que alguien me explique...

Al día siguiente, me levanté temprano como de costumbre, tratando de pensar en qué hacer, y no logré planes tan elaborados para hoy, pero estaba bien con eso, ellas estarían aquí hasta finales de septiembre y no quiero quedarme sin lugares tan pronto, así que pensé en sitios cerca de Miami Beach: South Beach definitivamente, el Distrito Art Deco, el Miami Seaquarium, Jungle Islan y podría jurar que iríamos al Liv. Luego pasaríamos por el Metromover, Downtown, Venetian Pool, Wynwood Walls, Coconut Groove, Bayfront Park, Creandon Park por la playa en el arrecife y el Distrito de Diseño... todos lugares para ir con tiempo los siguientes meses, y definitivamente iríamos a cada uno de ellos, sobretodo apenas saliera de vacaciones.

— Buenos días —dije mientras me sentaba en la mesa para desayunar.

— Buenos días —me respondieron los demás.

— Hoy iréis a jugar en casa de Hadson, ¿no es así? —preguntó mi hermana.

— Si, iremos con las chicas también —respondí.

— ¿Las chicas? —intervino Kevin confundido.

— Si, Susan ha venido con una amiga y estarán en Miami hasta septiembre —respondí.

— Madre mía, ¿en serio?, que guay —dijo Kevin mientras tomaba su café— Susan es muy mona.

— ¿Ellas hablan inglés? —preguntó Saraid.

— Su' se podría decir que si, solo le falta un poquito más de práctica —respondí—, en cambio Camyla, su amiga, no.

— Entiendo, creo que vuestra estadía será buena, Susan podrá practicar su inglés —habló Kevin.

— Lo mismo pienso —intervino Rich.

Unos minutos después, terminamos de desayunar y nos fuimos al instituto. Al llegar nos encontramos a los chicos en sus casilleros.

— Hola —saludamos.

— Hola —respondieron.

— ¿Listos para el fin de semana? —preguntó Rich haciendo unos pasitos de baile.

— Totalmente —respondió Michael—, estoy emocionado, será muy divertido.

— ¿Y si invitáis a las chicas que vinieron ayer? —propuso Hadson.

— No seria mala idea, vamos, que vengan —intervino Michael.

— Les preguntaré si quieren ir —dije.

— Espero que si, esas chicas deberían de verse hermosas luciendo los bañadores —comentó Lucas.

— Eh, parad —le regañé.

— Iremos con ellas a tu casa, Hadson, para que jueguen video juegos con nosotros —informó Rich.

— Bien.

— Si, solo aseguraos de que esta vez, vuestra madre no nos moleste con lo que estamos haciendo —burló Rich—, la última vez que fueron chicas a tu casa, vuestra madre nos ha gritado que no se los olvide la protección y que no hicieramos ruido —terminó de hablar y todos reimos—, madre mía, que nosotros somos sanitos.

— Bueeeeeno —nótese mi sarcasmo—, esa es la mentira, ¿y la verdad?

— Vamos, Manu, si tenemos nuestros momentos de locura, pero no somos esos chicos que solo buscan acostarse con las chicas, a eso se refiere con sanitos —defendió Hadson—, del resto si somos unos jodidos locos —concluyó.

— ¿Ya ves? —dije divertido.

La campana de la escuela sonó.

— Vamos a clases —dijo Michael.

Nos fuimos a la primera clase del día, teníamos geografía.

El día pasó lento, creo que porque esperaba la hora de salir. Quería irme de la escuela y mandarlo todo a la mierda hasta el domingo, es viernes y el cuerpo lo sabe.

— Que tengan un buen fin de semana y no se olviden de hacer la investigación —dijo el profesor apenas sonó la campana de salída.

Rápidamente tomé mis cosas y salí volando del salón de clases. Dejé algunas cosas en mi casillero para no llevar tanto a la casa, exceptuando la tarea. Fui directo a la salida de la escuela, quedé en el umbral de la puerta buscando a cierta persona mientras todos salían. Un poco a lo lejos, visualicé esa cabellera lisa color castaño, inconfundible. Me le acerqué por la espalda, la tomé por la cintura y la levanté, le di una vuelta, cosa que la ha asustado un poco.

— Hola —le dije divertido.

— Manu, nunca me hagas eso —me dijo.

— ¿Qué? —no entendía.

— Cargarme y tomarme de la cintura —me dijo.

— No le gusta que la carguen ni que le toquen la cintura —me confesó Camyla.

— Ups, lo siento —me disculpé.

— No te preocupes, ¿y los demás? —preguntó Sus.

— Aquí, linda —Rich iba llegando con los demás.

— Hola —saluradon.




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