La música estaba a todo volumen, las luces de fiesta estaban por todo el lugar, los adolescentes bailando y bebiendo alcohol. Habían rentado un salón de fuera del instituto para dar su fiesta de promoción, no querían tener a los profesores presentes vigilándolos todo el tiempo, por lo que lo hicieron aparte y ellos mismos se encargaron de todo, también de contratar a un animador para mantenerlos activos.
Manuel y Richard estaban en la barra bebiendo un vaso de anís con jugo de limón, también estaban Hadson y Brian bebiendo, pero ellos pidieron ron con Coca Cola.
Mientras, en la entrada del salón se había parado un taxi. Susan y Camyla se bajaron, dieron las gracias al chofer y caminaron hasta la entrada del salón, donde las recibió un portero.
— ¿Nombres? —preguntó el hombre vestido de negro.
— Camyla Campos y Susan James —dijo Sus. El hombre checó los nombres en su lista y asintió cuando los encontró.
— Adelante —les indicó.
Las chicas pasaron por la puerta y empezaron a subir por las escaleras hasta llegar a otra, la cual abrieron y la música empezó a retumbar en sus oídos, vieron a muchos adolescentes bailando y bebiendo.
— Así que, así luce un baile de graduación —comentó Camyla.
— Busquemos a los chicos —dijo Sus y empezaron a buscar con la mirada entre la multitud de gente bailando, pero no los veían.
— Están allá —señaló Camyla a la barra y efectivamente estaban ahí.
Ambas empezaron a caminar hacia ellos, varias personas se les quedaban viendo mientras avanzaban, comentaban entre ellos mientras las veían.
— Nos están mirando —le dijo Sus a Camyla sobre la música.
— Que nos miren, aquí somos la sensación —comentó divamente y siguieron caminando, pero ahora con más actitud.
Al caminar ambas tenían cierto movimiento en las caderas que se veía llamativo, las chicas realmente estaban hermosas; Camyla se había puesto el vestido naranja que se había probado en la tienda hace unos días: el vestido era largo y recto (pero luego se recogía la falda y quedaba un vestido por las rodillas), solo se sostenía con su pecho y era en corte corazón, por lo tanto sus hombros y brazos estaban completamente descubiertos, tenía pedrería en toda la parte del corpiño en forma de una lluvia de cristales que se empezaban a hacer menos mientras iban descendiendo por la falda. Camyla se había planchado el cabello a la perfección, eso hizo que el cabello le llegara bajo la cintura, y la bisutería iba acorde con los tacones que llevaban. Susan por otra parte iba con un vestido rosa; la parte superior no era igual que la de su amiga, se sujetaba al cuello y brazos con una tela del color de su piel que iba desde el cuello hasta las muñecas, sobre esa tela habían cristales pegados y estos se extendían por toda al área del torso (el cual se unía a la tela en un efecto de degradado con pequeños cristales), le marcaba la cintura, y continuaban por la falda, ésta era lisa y en corte redondo, la parte frontal le llegaba por sobre la rodilla y conforme iba descendiendo la parte trasera se iba haciendo más larga hasta los tobillos. El cabello se lo onduló y se lo dejó suelto, con un par de ganchos a juego con la bisutería se llevó un mechón de cabello hacia atrás, de manera que su oreja derecha estaba descubierta y le permitía lucir los zarcillos. El maquillaje de ambas se enfocó en que los ojos fueran el centro de atención. Les habían dado su toque a los vestidos y le pusieron unos bolsillos con cierres para no tener que preocuparse por donde dejaban el celular y el efectivo.
— Oye, Manu, esas chicas vienen para acá —le dijo uno de los acompañantes que estaban en la barra.
Manu volteó en dirección a la que estaba mirando el chico y las vio, rápidamente codeó a Rich y este le prestó atención, se quedó boquiabierto, en serio estaban guapas.
— Ole —dijo Rich apenas las tuvieron en frente.
— Madre mía —aún no creían lo que veían—, chicas estáis guapas.
— Ah, o sea que el resto de los días hemos estado feas —comentó Camyla.
— No, no quise decir eso, yo... —Camyla lo interrumpió.
— Es jugando, Manu —le dijo y el chico rio.
— Hey —apareció uno de los del equipo de futbol—, Rich, ¿quiénes son tus amigas?, preséntalas —le guiñó el ojo a Susan, ella solo le dio una mirada inexpresiva.
— Lo siento, Lance, pero las chicas ya tienen acompañantes esta noche —Manu se paró junto a su amiga y le dio una mirada desafiante a Lance.
— Ya veo —le miró con cara de pocos amigos, les guiñó el ojo a las chicas, seguido se fue.
— Tío, que se pasa en serio —le dijo a Rich.
— Lo sé.
— Chicas, ¿queréis beber algo? —les preguntó Brent.
— Agua —pidió Susan.
— Yo si quiero una sangría —pidió Camyla.
Se sentaron en la barra junto con los chicos frente a ellas y les sirvieron su pedido, Susan se bebió el vaso con agua rápido y Camyla si se tardaría más pues estaba bebiendo alcohol.
Manu se tomó fotos con Sus, y varias, a decir verdad, algunas eran selfies y otras habían sido tomadas de cuerpo completo por alguien. Sus y Camyla también se tomaron unas cuantas fotos, pero no tantas como con Manu. Pasaron unos minutos conversando y hablando temas triviales.
— Vamos a bailar —le dijo Manuel a Susan.
— No sé bailar esto —respondió.
De fondo sonaba una canción que requería el estilo libre, algo para lo que no era buena.
— No importa, intentadlo —le dijo, tomó su mano y la sacó a bailar.
Condujo a su amiga abriéndose paso entre las personas y sin soltar la mano. Manu empezó a moverse, Susan solo lo veía desde donde estaba parada, no sabía qué hacer, él bailaba y ella se quedaba ahí por la pena.
— Vamos, solo muévete —animó.
Ese típico ritmo en que pareciera que la canción explota con todo empezó a sonar y todos saltaban arriba y abajo, Sus aprovechó ese momento y empezó a hacerlo también.