Sueños atormentados por esa persona, una persona que en mi vida la he visto, lo raro es que algo en mi interior me hace extrañarlo, por más que pienso y analizo si en algún momento llegué a conocerlo ningún recuerdo viene a mi solo la sensación de extrañarlo, hay veces en las que imagino en que la persona y yo vivimos momentos juntos luego me digo a mi misma que eso es algo loco.
Quisiera saber quien es él, quisiera saber por que a mis quince años sueño con un hombre que claramente se ve más grande que yo, por cinco meses he tenido el mismo sueño y sin explicación siento que va en cuenta regresiva como si lo fuera a ver pronto.
-¡Rosa Vanessa! ¡Levantate ya!- oí a mi mamá gritar desde lo que supongo la cocina, me levante y me puse el uniforme, se me haría tarde así que tendría que pasar por el parque para llegar más o menos temprano.
Me lavé los dientes y solo me hice un remolino en el pelo, me dirijo a la cocina con mi mochila en la espalda -Ya me voy- avisé, mamá solo me lanzó un beso que yo finji recibir. Salí de la casa en camino al parque.
Con mis pies jugaba con una piedra es divertido por que me siento como si fuera una jugadora profesional, de repente choque con alguien, me sobe la cabeza por inercia y levante la vista para disculparme, pero al ver los ojos verdes de el chico por mi mente paso la canción "One, two, three, GO!" de Belanova, lo cual me parecio raro por que yo odio esa canción, el muchacho también me miraba como analizando mis facciones, se veía a lo mucho tres años mayor que yo, en su rostro podía ver el parecido a él hombre de mis sueños.
Algo en él me impedía apartar la mirada, tal vez el también lo sentía ya que me miraba igual que yo lo hacía con él o solo pensaba por que una desconocida lo observaba así.
-Perdón- dije al fin luego de mirarlo como por seis o ocho minutos.
-No pasa nada- él seguía viéndome como si fuera un fantasma o algún animal exótico, si seguía mirándolo se me haría tarde así que trate de rodearlo pero me impidió el paso -¿Eres Vanessa?
-No- mentí, si un desconocido sabe tu nombre significa peligro.
-Es que el parecido me es increible- tomo mi mano y se quedo viendo fijo mi cicatriz que tenía gracias a que me clave un tornillo -¿Cómo te llamas?
-Tengo que irme - mamá siempre me decía que no hablará con desconocidos y siempre le hacía caso, esta ves no sería la excepción.
-¿A dónde vas? Yo te llevo- se ofreció y yo retrocedí nerviosa.
-Me llamó Rosa- su rostro denotaba decepción por no acertar en mi nombre -Rosa Vanessa, es mi nombre.
Sonrió al oírme - Adrián, es mi nombre.
Al oír Adrián por mi mente pasaron como recuerdos de hace tiempo en los que, supongo, yo decía su nombre, como "Eres un estúpido Adrián" "Te amo Adrián ¿Oiste?" y muchos mas como un deja vu.
-Rosa- me llamó y volteé a verlo, entonces gracias a nuestra cercanía, nuestros labios rozaron, no me hice esperar y lo besé, jamás había hecho eso, besar a un desconocido no era uno de mis hobbits pero la verdad lo sentía muy conocido, rápido corté el beso y él solo me miro confundido.
-Tengo que irme- era más que obvio que ni de chiste me dejarían entrar a la escuela, lo miré una ultima vez antes de tomar rumbo a mi casa.
-Rosa- voltee y me dio su celular- Graba tu número.
-Tengo quince- quise aclarar antes de que me ilusionara con algo, pero su rostro no se veía sorprendido.
-¿Y? Solo tengo dieciocho- lo miré y anote mi número antes de devolverle su celular - Te llamaré esta noche- dijo y camino hacia supongo su auto.
Entonces desperté con mi corazón a mil, vi mi reflejo en el espejo que tenia frente a mi cama y mis labios estaban hinchados, entonces mi celular vibro volteé nerviosa ¿Seria él? Contesté.
Nada...
-¿Vanessa?
Si era él.