—Te voy a extrañar mucho, bruja. —Se a lo que se refiere Logan y yo también lo extrañaré, sin embargo así es la vida. Él irá a una gran universidad en Nueva York con una beca por ser jugador de béisbol, y yo por otro lado iré a California para estudiar Audiovisual en fotografía, Cada quien con un sueño diferentes y caminos diferente, de eso se trata madurar y tomar sus propias decisiones.
—Yo los extrañaré a los dos —espeta Nick desde el puesto de atrás.
Ella también se va, pero mucho más lejos, a otro continente para ser exactos, con su súper novio que todas sueñan tener. Luego de pasar todo ese drama de adolescente y el verdadero amor, estupidéz en resumen, decidieron estudiar juntos en una universidad de Inglaterra. Les doy una semana de estar conviviendo juntos para que ella me llame llorando, es mi amiga y la quiero pero también la conozco demasiado para saber que eso sucederá. Aunque no importa todo eso esperó que sea muy feliz con el que dice ser el amor de su vida, ella lo merece.
—Yo también los voy a extrañar estúpidos míos, bueno a Nick mas que a ti Logan.
—Que dulces palabras Brooke. No seas tan sentimental que vas hacer que llore —. Reí ante sus palabras mientras entornaba los ojos.
¿Y este que? Él sabe que el sarcasmo es lo mío.
—¡Ey! No me copies, Estúpido —Chille Mientras golpeaba su hombro. Nick sólo negava mientras reía conmigo.
—No, hablando enserió, Brooke, sabes que Luke es muy diferentes a mi.
Tenía razón, él y luke podrían ser dos gotas de agua por fuera pero por dentro cada quien tiene una tormenta diferente y eso era lo que me preocupaba, ahora tendria que vivir con Luke, y no se nada de esa cara tan familiar. No se como será esa convivencia con él.
—Ya mejor ni me lo recuerdes, tendré que vivir prácticamente con un desconocido.
—Tampoco exageres, él te quiere tanto como yo, aunque nunca de indicios de tener sentimientos, si te quiere y no le serás molestia.—Solté un largo suspiro analizando las palabras del rubio.
—Gracias rubio, espero que sea así, pero igual te voy a extrañar no importa que voy a ver tu cara de retrasado todos los días.
—Al menos verás mi cara yo no tendré nada, sólo tus recuerdos.
Y ahí Estaba el dramatismo característico de Logan.
—Oye no exageres hablaremos por teléfono y nos volveremos a ver en navidad, Magdalena.
—Tiene razón, Logan, no es como si, no, nos fuéramos a ver nunca. Estamos en pleno siglo XXI hay muchos medio de comunicación. —Dijo la morena
—Si chicas, ya entendí dejen el sermón para después, sólo quise ser un poco dramático —protesto.
Todo el tiempo que hacia sus grandes dramas, cuyo actor profesional decía que sólo era un poco.
—Si claro y yo quiero un unicornio para navidad, Cerca vi uno.
—Brooke, tu siempre arruinando el momento con tus comentarios, estamos en algo serio te vas en poco minutos, estarás en un avión y no, nos veremos por meses.
—Bien, tratare de ser mas sensible la próxima. — Asintió dispuesto a concentrarse en el camino. En ese momento el auto se lleno de un silencio incómodo, así duro en todo lo que quedaba de trayecto hacia al aeropuerto, Donde me esperaba una nueva vida y dejaría a otra atrás. Me esperaba una nueva ciudad. Nuevos compañeros. Nuevo hogar. Nuevo primo con quien convivir, y nuevas locuras que hacer. Era mi oportunidad para dejar muchas cosas malas de tras. Para poder deshacerse de algunos sombras que aún me persiguen. Había muchas cosas que quería olvidar, pero también había otras que siempre estarían ahí no importa la distancia.
—Bueno ya llegamos —indicó el rubio con cierto tono de melancolía en su voz. La primera en bajar fue Nick, seguida por el rubio. Logan estaba muy triste aunque lo trataba de ocultar.
Fui la ultima en salir, me tome mi tiempo para apreciar, aunque suene tonto, el auto del rubio no lo vería por una larga temporada. Ese desastroso auto tenía muchos recuerdo, alguno bueno, otros malo, pero recuerdos al fin y al cabo, De eso que quedan gravado en tu mentes y simplemente no lo podrás borrar, tantas cosa. Tantas aventuras, locuras, enfados y tristeza que los tres vivimos a través de los años, cosa que no se repetirán o habra otras que por mera casualidad del destino si. Ya con suficiente valor y con mi mente un poco en orden decidí salir del vehículo encontrándome con dos paredes de ojos que me miraba con una tristeza reflejado en sus rostros. Cuanto iba a extrañar a estos dos, aunque no lo demuestre. Decido caminar con ellos dentro de las grandes y muy transitadas puertas del aeropuerto.
Los silencio incómodo que compartíamos ya me estaban cansando. Odio los dramas, sinceramente no quiero que mi último recuerdo por meses sea las caras largas de ellos.