¿Qué demonios hace Elliot aquí?
—Tienes tres segundos para alejarte de ella, sino quieres visitar de nuevo el hospital —amenazó una voz inconfundible para mi.
Nunca creí estar tan feliz al escuchar su espantosa voz, me separe rápido de Elliot para lanzarme literalmente en sus brazos, provocando que cayéramos en el suelo.
—¡Rubio no sabes cuanto te extrañe! —exclame sin soltarlo, ni aunque estuviéramos en el suelo arruinaría el momento.
—Lo sé, extrañarme a mi es irresistible, además también te extrañe brujita —agregó levantándose puesto que estábamos atrayendo la atención de varias personas.
—No presumas imbécil —advertí —y ¿Cómo supiste que estaba aquí?
—Cuando llegamos en el departamento no había nadie así que llamamos a la abuela y nos dijo que estaban de compras, y yo dije “Brooke de compras como un ser humano normal, eso tengo que verlo” así que aquí estamos. —Explicó con una sonrisa la cual término al percatarse de mi acompañante. Ay no comenzará con sus dramas.
—Veo que hoy llevas camiseta —indicó el rubio ignorando mi existencia y acercándose a Hades.
Él arqueo una ceja y le estrecho la mano. Estaba tan concentrada viendo como Logan intimidaba a Hades que no me percate de la presencia del pelirrojo.
—¿Es tu novio? —. Señaló a Hades —pobre tendrá que soportar a una loca y a un estúpido sobreprotector, que da Buenos golpes.
Me gire para encaramos con la sonrisa más sínica que pudo armar mis labios.
—Lo dices por que ya pásate por eso.
—Si, por eso lo digo —exclamó comiéndome con la mirada. Entorne los ojos ante sus gesto, ¿Cuándo aprenderá a controlar sus hormonas?
— Y créeme ya aprendí la lección, no me trates de seducir con eso short.
—No seas idiota no te trato de seducirte, yo también aprendí la lección no me vuelvo a enredar con el amigo de mi primo —reflexione mirando a Hades, No quería más problemas ya nada volvería a pasar.
Soy una maldita estúpida, no, una maldita masoquista que no tiene el control de sus malditas hormonas.
¿Cómo llegue a este armario del mal con Hades? No tengo idea y menos como pasamos de discutir a besarnos, Lo que se es que esto está muy malditamente mal y yo lo estoy disfrutando, mucho.
Con toda la fuerza de voluntad que pude obtener me separe de él. Nos quedamos mirándonos fijamente y otra ves fundiendo en un mundo que sólo él y yo podríamos entender.
Lo odio, y odio las malditas ganas que tengo de volver besarlo, Y eso mismo quería él, puesto que volvió a acercar peligrosamente a mi, sin embargo antes de que pudiera caer en la tentación, estampe mi mano en su cara.
—¿Por qué hiciste eso? —pregunto llevando su mano donde antes estuvo la mía.
—Por…—trate de explicar pero me detuve al percatarme que mi repuesta sería sumamente estúpida.
¿Qué le podría decir?, lo hice para poder controlarme y evitar enredarme en algo mucho más grande que solo besarte, porque por alguna maldita razón me estoy volviendo adicta a tus besos y eso no puede pasar. Si llego a tener sentimientos todo se irá a la mierda.
—Porque tenemos que volver al trabajo —mentí, gracias cerebro al fin estas a mi favor.
—Eso sólo te lo crees tu, odias trabajar —declaró con esas maldita sonrisa, odio esas maldita sonrisa, lo odio por no poder odiarlo.
—Bueno ahora si —espete dándole la espalda —mañana nos darán el día libre, así que seré una buena empleada el día de hoy.
—No, tú no te vas hasta que me digas si él tu tienen algo.
Es un idiota, quiere que le diga que es Elliot para mi y él no me quiere decir que tipo de relación tiene con Benecia. Eso hace que el enojo me domine ¿Por qué quiere saber algo así ¿ Y ¿ por que no me quiere decir algo de él?