Yo aquí con ganas de encerrarte en mi inestable universo y tú allá formando galaxias con tan sólo sonreír.
—Mario Benedetti.
Chocolate; esa sustancia tan simple arruino mi boda, o bueno así lo vi.
En un ataque de ansiedad incontrolable, tuve la necesidad de llevarme una barra de Chocolate a mi boca y lo hice, claro no conté con que un trozo caería en el vestido de novia dejándole un gran manchón, lo que provocó un ataque de pánico grave, y me llevo a estar encerrada en el baño y llorar un poco, según mis cálculos las ceremonia ya empezó y yo tendría que estar caminando hacia el estúpido altar en lugar de estar embarrada de chocolate. Es que si no me sale algo mal no soy Brooke. De seguro mi única dama de honor debe estar buscándome como loca junto a la insoportable de mi suegra. Pasarán los años y yo la sigo odiando, de hecho todo este vestido peinado y maquillaje tan extravagante es producto de ella, incluso la boda.
Cuando Hades me propuso que fuera su esposa, en la fecha de la publicación de su primer libro, había hecho la promesa de largarnos a las Vegas y casarnos allá como unos fugitivos, seria alocado e inolvidable, un poco cliché pero increíble, o también lo hubiéramos hecho en la playa, en plena puesta de sol, sólo nosotros dos y un jodido cura, pero su madre se entero y hecho todo nuestros planes a la basura haciendo esta cosa tan extravagante que sinceramente por más que sea ni boda odio. No me siento cómoda con el hecha de que la estúpida prensa esté en la boda, ah peor claro qué también hizo un acuerdo con ella, ya que la sobrina de uno de los empresarios más influyente de California se casaba y gente muy poderosa asistiría, una manipuladora de primera lo que es esa mujer. Ha fin de cuentas logró todo lo que quería, un boda extravagante y perfecta para llamar la atención de todos, sólo fue una cosa lo que no puedo controlar; la novia sumamente torpe que ahora esta en el baño con el maquillaje corrido, el peinado hecho un nido de ardillas y el vestido manchado, cuando Haylen me vea de seguro le dará un infarto.
Escucho la puerta del baño siendo a abierta y me giro de inmediato suponiendo que es la mujer, para enfrentarla de una vez, pero no es así, Lena mi prima y además Hermana de Hades entra en el baño con su vestido azul siendo apretado por su entre pierna, dando cuentos saltos ignorando mi presencia antes de entrar al baño y dejar salir todo su fluido debido a que escucho un sonoro suspiro de su parte.
—¡Eso sí es liberar! —pronuncia cerrando la puerta del baño quedando frente a mi —Brooke, ¿Por qué lloras negro?
Sip me había descubierto, se tapo su cara evitando soltar una carcajada de seguro al ver mi patético estado.
—Lena, cariño ¿ya estas lista? Demonios, Brooke ¿Por qué lloras negro?
Sip esa era Cali, aunque su cabello no era azul se mantenía corto en un castaño oscuro, ni siquiera sabía que ella estaba aquí en mi boda, no se nada de mi estúpida boda, sólo se que será un fracaso.
—¿¡Por qué!? Porque mi vida es un desastre, porque todo es una mierda y estoy tan frustrada que solo quiero comer —solté pasando mis manos por mi cabello rubio con más brusquedad provocando que el nido de ardilla fuera mucho peor.
—Ay cariño, ¡ven aquí! —espeto la mujer acercándose a mi para abrazarme, en otras circunstancias hubiera rechazo su abrazo porque los odio, pero en ese momento necesitaba uno con urgencia. Me encontraba desesperada y mi hermosa prima y hermana de mi futuro esposo sólo se reía.
—Esto es tan difícil —murmure dejándome consolar por ella.
—Brooke, yo sólo puedo decirte que si no lo amas no te cases, no te ates a algo que no aprecias.
—Alto ahí, mujer, yo amo a ese imbécil con todo mi podrido corazón, lo que no amo es la boda, la decoración, este maldito vestido, todo eso odio, porque la de este ridículo vestido no es lo que soy —asegure separándome un poco de ella para limpiarme mis supuesta lágrimas negras.
Cali sonrió ante mi reacción, saco una toallita humedad, para ayudarme a limpiar todo el maquillaje corrido, provocado por mis lágrimas.
—Entonces ¿no te vas casar?, pero si no lo haces, le romperás el corazón a mi hermano como dijo mamá —protesto Lena haciendo a un lado a Cali para quedar frente a mi. —¡Por favor cásate! —pidió juntamos sus manos en señal de suplica. Sonreí ante se gesto y le asegurar que si me casaría. Pero no le dije que día.
—Lena, cariño puedes ir ha avisarle a tu mami que Brooke tiene un problema estomacal, ah y no le digas nada de lo que viste ¿bien?
La niña asintió antes las palabras de Cali y salió corriendo del baño para avisarle a su madre.
—Ahora ¿Qué haremos contigo? —dice ella ladeando su cabeza para mírame de arriba a bajo
—¿Cómo que, que harás conmigo?
—Pues si dices que odias el maquillaje, el vestido y todo, te ayudare a arreglarlo —me aseguró regalando un brillante sonrisa, la cual en algún punto me irritó, no podía creer completamente sus palabras ¿Por qué me ayudaría? Y ¿cómo me ayudaría? Dudaba mucho que tuviera arreglo.
Cali me ayudo a quitarme todo el maquillaje, dejando nuevamente mis pecas al descubierto, apenas y paso un labial rosa por mi labios alegando que ya no tenia tiempo para algo más, así que prosiguió a lidiar con mi cabello deshaciendo mi costoso peinado, par luego dejarlo suelto, el gran problema Seguí siendo el ridículo vestido.
—¿Qué tal si lo tapo agregándole muchas lentejuelas? Hay muchas de ellas por ahí.
—No, no quiero el vestido.
—Bueno, Brooke, eso debiste haberlo dicho meses ante y no segundo antes —protesto soltando un bufido. Sin esperar que otra palabra saliera de su boca me deshice del vestido como pude quedando en ropa interior.