III

Capítulo 3. Pequeña mentirosa.

ISA

Isabella la lela💅🏼

Código rojo, repito, código rojo.

Danny Bunny🐰

Y ahora q paso? 👀⁉️
Espera...tenmos codigo rojo?

Isabella la lela💅🏼

Seguí a Dexter en la madrugada, ¿adivina a dónde fue y con quién se reunió a las 3 de la mañana?

Danny Bunny🐰

¿A un Burger Kin 24 oras? ¿Con Rosalía? 💃🏻

Isabella la lela💅🏼

🤦🏻‍♀️
Lo seguí al parque Keith, se reunió con Zed y dos chicos más que no pude reconocer. Andan en algo extraño...

Danny Bunny🐰

Y Lin estava ay?

Isabella la lela💅🏼

¡No!
Danny esto es serio, creo que están metidos en algo peligroso. Quiero descubrirlo y necesito tus dotes de detective.

Danny Bunny🐰

Pero cmo vn a estar mtidos en algo pegriloso?
Son raros, no criminale
Isa no t mtas en eso.
Mjor vams al cine a vr Spidermn 🤘🏼

Isabella la lela💅🏼

Tengo un plan.
Voy a entrar a la habitación de Dex a ver si encuentro algo, pero necesito que vengas para que me avises cuando regrese.
Fue a no sé dónde con Zed.

Danny Bunny 🐰

Ay no, no quero!

Isabella la lela💅🏼

Escuché que después van a venir a casa, te necesito aquí. Por faaaa 🙏🏽

Danny Bunny🐰

Isabela, NOOOO

Isabella la lela💅🏼

Creo que van a traer a Lin...

Danny Bunny🐰

...

A qui ora yego?

Isabella la lela💅🏼

¡Ya mismo!

Danny Bunny🐰

Ai voy!!!

Isabella la lela💅🏼

Y procura traer un diccionario, así te voy dando unas clases de ortografía, burro
👍🏼👍🏼

Danny Bunny🐰

Kyc 😐🖕🏾

~~~ ♡ ~~~

Danny se tarda alrededor de veinte minutos en llegar. Tenemos suerte de que sea sábado y mi tía Ophelia este en su repostería, tenemos la casa sola y eso me ayudará a poder registrar la habitación de Dex libremente. Camino minuciosamente hacia la cueva de mi primo al otro lado del pasillo con mi torpe amigo siguiéndome los pasos, me devuelvo para chitarle con fuerza cuando se tropieza con el jarrón favorito de mi tía haciendo un ruido estruendoso.

—¡Pero si no hay nadie, no me chites! —me grita en un susurro haciéndome chitarlo de nuevo.
—¡Cierra la boca, Daniel!

—No me llames así que me ofendo feo.

Ruedo los ojos deteniéndome justo frente a la puerta de la habitación de mi primo. Escucho a mi amigo suspirar y al voltear a él lo encuentro mordiéndose las uñas con nerviosismo, ambos conocemos él carácter y el temperamento podrido de Dexter cuando alguien se mete en sus asuntos o toca algo suyo, pero debo hacer esto para descubrir lo que oculta. No lo hago por curiosidad o capricho, lo hago porque me preocupa su bienestar; hemos crecido juntos y saberlo en peligro me hace sentir desesperada, en alerta, mi único instinto es simplemente protegerlo aunque el sentimiento no sea recíproco.

—Necesito que te quedes al pie de la escalera, así si ellos llegan me dará más tiempo para salir corriendo al baño del pasillo, solo grita algo cuando eso pase y yo saldré antes de que puedan verme.

—Realmente estás loca, Isabella. ¿Y qué a caso no dijiste que volverían por la noche? —pregunta exaltado a lo que yo lo silencio una vez más haciéndolo resoplar indignado.

—En primer lugar, estoy mucho más cuerda que tú y por lo visto también parece que soy más valiente. En segundo, yo no te dije cuándo volverían porque... ¡¿cómo lo sabría, Danny?! Ya sabes que Dexter jamás me avisa a dónde va ni cuándo volverá. Simplemente haz lo que te pido y no va a pasar nada.

Danny suelta un quejido de niño pequeño pataleando el suelo justo como uno.

—Si nos descubren diré que me obligaste y amenazaré con ponerles una demanda para que me dejen ir tranquilo —me señala con el dedo índice comenzando a caminar de espaldas hacia las escaleras, se gira como una diva y se detiene justo al final de las escaleras con una expresión de inconformidad.

Soltando una pequeña bocanada de aire avanzo hacia la puerta para girar la manilla y abrirla lentamente, el ambiente oscuro y frío de la habitación de mi misterioso primo me da la bienvenida haciendo que los vellos de mis brazos se pongan de punta. Quizá suene absurdo y un poco tonto pero puedo jurar que no he estado en esta habitación desde hace mucho tiempo, la última vez que estuve aquí las paredes eran azules y no estaban completamente llenas de posters de bandas de rock que no conozco en lo absoluto. Recuerdo que era un lugar cálido donde solíamos jugar videojuegos y comer palomitas dulces hasta que terminábamos con dolor de estómago, recuerdo nuestras risas y nuestros gritos cuando contábamos historias de terror en nuestras pijamadas improvisadas con Cassie. La nostalgia me inunda y me hace desear volver el tiempo atrás, a donde sin saberlo era más que feliz y la soledad que muchas veces me acompaña no existía porque los tenía a ellos.