V

Capítulo 5. Revelación.

ISA

Me sorprende la facilidad con la que todo puede cambiar de un día para otro, y luego simplemente volver a lo mismo como si nada hubiera pasado. Han pasado varias semanas desde que Zed prometió proteger a mi primo a cambio de que yo no me entrometiera en sus cosas, quisiera decir que mantuve mi promesa firme y me aparté por mi bien y el de mi primo... pero la verdad es que por más que quise no pude hacerlo; estos últimos días he estado analizando cada fotografía que tomé de la libreta de Dexter, he buscado información de cada lugar escrito allí incluyendo las fechas. He utilizado la magia del internet y me he llevado varias sorpresas en mi investigación.

En cada lugar escrito y en la fecha correspondiente ha pasado algo, ya sea un acontecimiento grande o pequeño, ha pasado algo. Por ejemplo, uno de los lugares es Milwich, un pequeño pueblo en Inglaterra donde el 31 de Diciembre de hace dos años hubo un pequeño sismo que abrió un profundo agujero en medio de un bosque, la noticia llamó la atención de los habitantes y resonó un poco en el país, pero fue rápidamente olvidado. Otro ejemplo es el pueblo vecino de Milwich, Coton Hill, donde hubo una extraña explosión en una fábrica abandonada que a su vez provocó un incendio forestal que fue muy difícil de controlar. Y así sigue la lista de lugares en los que justo en esas fechas que tienen al lado han ocurrido un sin fin de sucesos extraños.

Pero eso no es lo único extraño en esas páginas, porque en las últimas fotografías que tomé logré capturar algo más escrito en ellas:

La heredera perdida es la elegida. Ubicación incierta, años de búsqueda: 4.

Encontrarla antes que ellos.

Eso era lo último escrito en aquellas páginas, podía notar perfectamente que se trataba de la letra de Dexter, habían muchas más cosas escritas allí pero el problema era que la mayoría estaba escrito en algún tipo de código, muchas palabras desordenadas y frases incoherentes que por más que intenté acomodar para darles sentido no pude, hay mucha información escrita allí que no soy capaz de descifrar e intuyo que nadie más que ellos podrá hacerlo, debe ser algo que solo ellos entienden y eso me vuelve a dejar en cero. No puedo avanzar si no puedo entender nada, no hay más pistas que seguir. He intentado volver a seguir a Dexter pero ahora parece que ya no se escapa más de casa, no he vuelto a escucharlo salir, me he quedado despierta varias noches hasta muy tarde y nunca llego a escucharlo. Pero desde el día en que me encontró en su habitación no me ha vuelto a dirigir la palabra.

En la escuela todo ha vuelto a la normalidad en estas semanas; ellos me ignoran como siempre y yo trato de esquivarlos todo el tiempo para que así Zed no sospeche que sigo intentando averiguar lo que ocultan. Me resulta fácil porque no comparto muchas clases con ellos, y coincido con Zed solo en la clase de química, así que ese es el único momento en el que debo poner todo mi empeño por no mirarlo de más como normalmente lo hacía antes de saber que anda en malos pasos y que ha arrastrado a mi primo con él.

—Por Dios, qué estresante se ha vuelto la escuela. Desearía saber quién propuso que todos estuviéramos obligados a estudiar la mitad de nuestras vidas solo para buscarlo, hallarlo y decirle amablemente que se vaya a la mierda.

Sara voltea a verme con sorpresa.

—Okey, Isa, explícame por qué Danny Rood, que es un pan de Dios y le hace competencia a los ositos cariñositos por ver quién es el más amoroso, anda tan agresivo y venenoso.

Trago el trozo de manzana roja que estoy masticando para poder responderle.

—Reprobó la prueba del gobierno y ahora debe ir a tutorías para que cuando hagamos el examen oficial en dos meses no repruebe y tenga que repetir año...

—¡Si! ¡¿Y sabes qué es lo peor?! —me interrumpe mi amigo mirando a Sara indignado—. Que eso quiere decir que tendré que irme a mi casita hasta las cinco y media, ¡mierda! ¡todo el santo día metido en esta cárcel!

—Pero solo será martes y jueves, estás exagerando.

—Claro Isa, porque pasar hora y media en tutorías con el señor Bridge, alias Don Quejoso, es el sueño de todo adolescente.

Reprimo la risa, pobre Danny, el señor Bridge se caracteriza por quejarse de su mujer a todas horas, tengo dos horas de álgebra con él y una hora es dedicada a la materia y la otra es para quejarse de su esposa Yadira. Es un alivio que yo haya pasado el dichoso examen, claramente pasé arrastrada, pero pasé y me libré de tutorías.

—Dios, cada día se pone más bueno... —escucho susurrar a Sara.

La miro extrañada y ella me señala con la barbilla a mis espaldas. Me giro rápidamente para ver a quién se refiere y ahogo un suspiro, el dueño de mis pensamientos y mi estúpido e infantil amor, más guapo que nunca debo decir, se encuentra justo a unos metros apoyado contra uno de los árboles del patio delantero de la escuela mientras que enfrente suyo se encuentra Lin hablando con él animadamente, Zed parece escucharla atento y cariñoso, hago una pequeña mueca de tristeza. De tantos chicos que hay en este maldito instituto justo me tuve que ir a fijar en el más complicado, en el más misterioso y en el que ya está más que enamorado de alguien. Danny tiene mucha razón, soy el ser vivo más salado qué existe en el planeta.

—No entiendo qué le ven, es solo un chico para nada agraciado que carga un carácter de los mil demonios, grosero y engreído.

Me vuelvo hacia Danny quien mira a la pareja de enamorados con resentimiento y amargura. Sara alza las cejas al escucharlo y yo solo río negando con la cabeza, me acomodo mejor en el pasto y dejo mi manzana a medio comer en la bandeja frente a mi.

—Quizá tengas razón en lo del carácter, pero no puedes negar que es guapísimo a pesar de ser un ogro —susurro como si Zed pudiese escucharme si hablo normal a pesar de que está lo suficientemente lejos como para que eso no pase, Danny resopla volteando la cara—. Solo hablas desde los celos.