XII

Capítulo 13. Pequeña loca psicópata.

ISA

—¿Qué estás haciendo con Gregory Jonhson, Isabella? Pensé que estabas muerta por el innombrable peliblanco sexy. —los ojos de Sara me miran completamente confundidos antes de volver horrorizados hacia el chico solitario y borracho que baila de forma muy extraña en una esquina del gimnasio.

Ambas nos encontramos sentadas en un lugar libre en las bancas, oficialmente me he cansado, he bailado toda la noche con Gregory y él no ha dejado de tomar ponche, lo cual es una excelente noticia, pero yo ya necesitaba un descanso y me encontré con mi amiga en mi camino hacia el asiento más cercano.

Carraspeo un poco incómoda e intento parecer indiferente. Zed anda por allí rondineando cerca y podría escucharla.

—Algunas cosas cambian Sara, no voy a estar eternamente enamorada y esperando por él, además, solo vine con Greg al baile, no es como que mañana nos casamos.

—Qué bueno, porque este ship no me gusta. Soy cien por ciento Zedbella.

—¿Qué diablos es eso? —la miro con una mueca y ella me mira obvia.

—Es tu ship con Zed, ya sabes, Zed más Isabella... Zedbella.

—Suena espantoso, es un alivio que no exista y jamás sucederá. —ruedo los ojos cruzándome de brazos.

Sara me da un pequeño empujón juguetón.

—Nunca digas nunca, cariño.

—Esa frase apesta.

—¿Por qué estás tan de mal humor? La Isabella que conozco derrocha pura alegría, no me sorprendería que defecaras arcoiris y dulces. Sé honesta conmigo, te salió mal el intentar sacar un clavo con otro clavo, ¿verdad?

Suspiro juntando mis cejas.

—No estoy haciendo eso, Sara. Simplemente estoy dándome la oportunidad con otros chicos, eso no es algo malo. ¿O si? —ella niega con la cabeza—. Mejor cuéntame, ¿qué está pasando con Danny?

Ella suelta un chillido y comienza a contarme absolutamente todo lo que ha pasado entre ellos dos durante mi ausencia. Aparentemente y para mi gran sorpresa, fue Danny quien la invitó al baile cuando supo que Sara no planeaba asistir, fue por ella a su casa y no se han despegado desde entonces, por eso ninguno de los dos asistió al partido pues ambos estaban aquí montando el equipo de Dj. Se ve la emoción en sus ojos y parece bastante optimista, Danny no parece ser indiferente con ella y esa es una buena señal, no me sorprendería que después de esta noche comiencen a salir.

Un alboroto se escucha de repente interrumpiendo nuestra charla; se trata de Greg, quien ha tropezado con la mesa de aperitivos y ha derramado la mitad del ponche. Reprimo una sonrisa, está tan borracho que a puras penas se mantiene de pie. Esa es mi señal para seguir con mi plan.

Me pongo de pie acomodando la falda del uniforme de animadora y miro a Sara apenada.

—Creo que es hora de que me lleve a borrachín a su casa.

Sara me imita y me devuelve la mirada con un poco de preocupación.

—¿No quieres que los acompañe? No se si dejarte ir sola con ese ñoño sea una buena idea, ¿qué tal si se sobrepasa contigo? Te ha estado mirando con morbo toda la noche. Déjame ir por mi bolso...

—No. —tomo su brazo deteniéndola—. Solo míralo Sara, está tan borracho que aunque quisiera no podría tocarme ni un solo cabello, estaré bien, solo lo llevaré a su casa y pediré un taxi para irme a la mía. Si te hace sentir más segura, te escribiré al llegar.

Ella me mira indecisa.

—No lo sé, Isa.

—Por favor, no quiero arruinar tu noche con Danny. Aprovéchala al máximo y da ese paso que tanto has querido dar. Voy a estar bien, lo prometo.

Sara resopla.

—Bien, pero estaré esperando tu mensaje, si no lo envías en una hora iré a buscarte. ¿De acuerdo?

Asiento sonriente.

—De acuerdo. Gracias por ser una increíble amiga, suerte con Danny Bunny.

Beso su mejilla rápidamente para después irme corriendo hacia Greg antes de que haga otro alboroto. Con algo de trabajo logro llevarlo al exterior de la escuela, con su brazo sobre mis hombros prácticamente lo arrastro hacia el lugar donde estacionó su auto hace unas horas, encuentro sus llaves en el bolsillo de su chaqueta y abro el auto para dejarlo torpemente en el asiento del copiloto mientras él balbucea algo sobre lo mucho que le gusto. Cierro la puerta luego de batallar un poco para ponerle el cinturón de seguridad y suspiro mirando alrededor, capto la figura masculina de Zed paseándose cerca de la entrada del edificio, mirándonos de reojo, asiento hacia él con una expresión serena para indicarle que todo va bien. Solo recibo una mirada penetrante, sería, calculadora y... protectora.

Le doy una última mirada y luego corro hacia el interior del auto.

Conduzco alrededor de cinco minutos hasta llegar al complejo de apartamentos en el que vive Greg, es una suerte que este tan cerca de la escuela. Lo único que tengo que hacer es entrar, asegurarme de que se quede dormido y buscar por todos lados la carpeta. Suena fácil, ojalá que lo sea.

Estaciono el destartalado auto de Gregory en uno de los estacionamientos para residentes y apago el motor antes de girarme hacia el rubio quien se encuentra babeando sobre su propio hombro. Hago una mueca antes de armarme de fuerza para acariciar su mejilla.

—Oye dormilón, llegamos a tu casa. Será mejor que despiertes para que cumplas con tu promesa. —susurro con una sonrisa ladina. Los ojos adormilados de Greg me miran con brillo y una sonrisa perezosa decora su boca.

—S-si, si.

Salimos del auto, él a tropicones, una vez más me toca llevarlo casi a arrastras, a este punto me saldrá una hernia en la columna, pero si todo sale bien habrá valido la pena todo el esfuerzo físico y mental que estoy haciendo. El pobre Greg está tan borracho que a puras penas puede consigo mismo, me da un poco de gracia que él piense que en su estado tan deplorable pueda tener la energía suficiente para tener una "noche de acción" conmigo. Nos tardamos un buen rato en llegar a su apartamento debido a que no hay ningún maldito elevador y debemos subir un sin fin de escaleras, y al llegar a su casa se tarda dos minutos completos en abrir la puerta. Como lo dije antes; está tan atontado que no puede hacer algo tan simple. Comienzo a sentirme un poco mal por haberlo llevado hasta este punto, pero me recuerdo que Gregory Jonhson no es un pan de Dios, al contrario, detrás de esa fachada de ñoño puede haber un lobo demoníaco asesino sobrenatural o quién sabe.