Mirage: El Secreto de Zed

XVII

Capítulo 17. Extasis = caída libre. PT 1.

ISA

El silencio dentro del auto nos envuelve, nuestras manos se sujetan con fuerza mientras observamos a todos los estudiantes que quedan en el edificio abordar los autobuses directo a casa. No me animo a ver a Dexter a la cara; después de calmarme caí en cuenta de que mis sentimientos no solo habían quedado expuestos frente a Lin y Zed, ahora él también lo sabía.

—Siempre lo he sabido —murmura de pronto como si hubiese leído mis pensamientos—. Isa... lamento decirlo pero todos lo saben, no eres buena ocultando lo que sientes.

Aplano mis labios en una línea, mirando hacia mi regazo.

—Lo siento.

—No debes disculparte por tener sentimientos, tonta. Al principio me pareció irritante verte embobada por el extraño chico nuevo... pero después de descubrir quién era realmente Zed solo me preocupó como la mierda.

Esta vez si lo miro y él me regresa la mirada tensa.

—Él nos explicó que había venido para cumplir una misión; debía encontrar a su futura prometida, la heredera de un reino lejano, pero que un grupo peligroso de mercenarios sobrenaturales también estaba en su búsqueda y todo ese asunto del cofre de oro... era un lío grande, Is. Pero sabía que si lo ayudaba se iría pronto y ya no lo tendrías cerca.

—¿Por eso decidiste ayudarlo? ¿Para...?

—Para que se marchara con su peligro lejos de ti, si. Pero no contaba con que ese idiota me caería tan bien y que con el tiempo se convertiría en mi primer amigo en mucho tiempo, mi jodido mejor amigo.

Asiento sonriéndole con tristeza. Dexter solía tener un grupo de amigos antes de Zed, eran un grupo de chicos rebeldes que solo buscaban a Dexter para que les ayudara en sus fechorías pues mi primo tenía la ventaja de ser el hijo del jefe de policía y su contacto les servía para salvarlos de la correccional cada vez que los atrapaban. Cuanto mi tío murió en un operativo, ellos simplemente desecharon a Dexter pues ya no les servía para nada. Mi primo se convirtió en un chico solitario, sumido en el dolor de perder a su padre y en la rabia de haber sido utilizado y echado por quienes creía eran sus amigos.

—Zed y Lin no están juntos, nunca lo han estado. Su noviazgo solo era una fachada para que Zed pasara desapercibido en la escuela; un chico misterioso y solitario atraería demasiado la atención —Dexter le da un apretón a mi mano—. Pero ahora las cosas han cambiado, Lin es la heredera y cuando vuelvan a Kruscarén seguramente se tendrán que comprometer. Lin te dijo todas esas cosas para que entendieras que él no puede fijarse en nadie más que en ella, la heredera.

Asiento limpiando discretamente una lágrima qué se encuentra en la esquina de mi ojo.

—Entiendo —susurro.

—No quiero verte así —se queja—. Pero las cosas deben ser de esta manera.

Aprieto su mano con fuerza.

—Puedes estar tranquilo, te prometo que voy a alejarme. Solo es un tonto enamoramiento, ahora duele pero se que con el tiempo y la distancia va a desaparecer. Solo prométeme que tendrás cuidado en lo que sea que hagan.

Dexter me atrae a su cuerpo para abrazarme de lado, con su brazo sobre mis hombros.

—Te lo prometo. Todo saldrá bien.

~~~♡~~~

Zed se encuentra desaparecido.

No se le ha visto en la escuela durante toda la semana, he escuchado a Dexter hablar por teléfono con los demás en su habitación y aparentemente tampoco se ha aparecido en La Cueva, ni siquiera responde su teléfono, es como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra. Tayana me texteó hace un par de días y parece que todos están tensos y angustiados con la ausencia del peliblanco. También estoy preocupada, pero no puedo involucrarme de nuevo.

El evento del padre de Lin es en un día y aunque el plan sigue en marcha, nadie sabe si saldrá bien, Zed tiene que estar allí y ni siquiera Lin sabe dónde puede estar. La situación es grave, sin el líder no hay seguridad en el grupo. Sin él será como ir a la guerra con los ojos vendados. Dexter y Ryker han confirmado que efectivamente el Gorg es el socio del señor Collins. Tayana y Floyd ya han trazado un plan conforme a la estructura del salón, con posibles salidas alternas y algunos escondites que usarán para ocultarse durante la ceremonia.

Solo espero que aunque Zed no esté las cosas salgan bien. La idea de que algo le pase a Dexter y a los demás me llena de angustia, pero no hay nada que pueda hacer.

Suspiro terminando de limpiar con un paño húmedo la vitrina principal de la repostería de la tía Ophelia. Tres veces al mes Dexter y yo ayudamos a darle una limpieza profunda al negocio, esta vez solo me ha tocado a mi con la ayudante de mi tía porque Dexter inventó una excusa para no venir y mi tía Ophelia se fue a visitar a su madre, quien vive a media hora de la ciudad.

Son las nueve de la noche cuando finalmente terminamos. Nancy, la empleada de mi tía, se despide de mi con una sonrisa amable y yo me dispongo a apagar las luces para cerrar ya el local mientras hablo con Danny por telefono a través de mis auriculares inalambricos. Me aseguro de dejar todo en orden y tomo mi mochila para dirigirme hacia la salida trasera riendo por la anécdota divertida que me cuenta mi amigo.

Mis pies se detienen de golpe cuando escucho un golpe seco del otro lado de la puerta.

—Oye Danny, escuché algo afuera, voy a dejarte un momento... si no te llamo en cinco minutos llama a la policía.

—Ten cuidado Isabella, por el amor de dios.

Cuelgo antes de que mi mejor amigo comience a tener una crisis nerviosa y un nuevo golpe se escucha. Mi pulso se dispara al pensar que se trata de nuevo de aquel indigente que quiso entrar a robar comida hace un año y rápidamente saco mi llavero de defensa personal y agarro fuerte mi gas pimienta dispuesta a rocearle la cara a quien sea que esté del otro lado. Con la mano temblorosa tomo la manija de la puerta y luego de contar rápidamente hasta tres la abro de golpe.




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