Jueves, 18 de Febrero, 00:03 am

    Lo he estado pensando seriamente, esto de tener un diario, puede que me ayude realmente a estar mejor conmigo misma. Me pregunto ¿lograré esta vez concretar esta enorme pila de fotocopias viejas?.

   Pero bueno, estoy en plena mayoria de edad, ahora puedo hacer cosas que antes no. Mi vida va avanzando cada vez más, dia a día...bah, mentira, no tengo 18. Sí, diario, te he engañado, y recién me acabo de dar cuenta que ¡fue una grosa mentira! ¡Ja! Igual, ¿a quién le importa? De todas formas desde antes ya he estado llevando en la espalda una enorme responsabilidad (con respecto a la casa y la familia), lo único diferente es que estaré en la facultad. Aunque, bueno he de admitir que sigue siendo un gran cambio.

   En fin, ¿continuamos? Nos quedamos con Ariana, mi vieja mejor amiga. Cómo olvidarla, ella era del tipo que practicamente tenías sólo dos opciones, o la querías mucho o la repudiabas. Desafortunadamente, para Ariana, casi nadie en el salón le agradaba, y peor aún para mi pequeña versión que la quería, y mucho.

   Siendo tan joven, todavia recuerdo aquellos tiempos, eran esos años cuando estaba llena de amor, sentía que revalsaba de miel, pero que estaba tan llena, repleta de la dulce miel, que queria compartir absolutamente todo mi cariño con cada uno con el que me cruzaba. Realmente, era una niña tan dulce que le gustaba un montón los abrazos.

   Fue en el jardín que nos conocimos, ibamos a la misma escuela, obviamente, y eso fue así hasta cuarto de primaria. Recuerdo que ella era una niña totalmente opuesta a mí, era alguien que necesitaba de los abrazos que a mi me desbordaban, que requería de la dulce miel que caían de mis manos. Ella era tan fría y mala, realmente una niña mala. En mis memorias, ella mordia mis vasos y los deformaba; pero a pesar de todo, sigo teniendo el último vaso con las marcas de sus dientes en los mismos; mirándolo de reojo, es realmente impresionante la fuerza que hacia para marcarlos tan profundamente.

   En fin, nuestra combinación podría verse imposible desde un inicio, pero nada lo era para una niña que desde el principio no entendía la misma maldad con la que Ariana estaba intentando alejarla. Es así que entre las multiples travesuras de Ariana, ella se termino encariñando con la yo pequeña.

   Nuestra amistad se consolidó en primero de primaria, ella me ayudaba con los estudios, mientras que yo simplemente le aportaba mi cariño. Fueron en los próximos años que todo comenzó a cambiar, Ariana habia empezado a dejar de venir a la escuela, ella faltaba cada vez más seguido, hubo veces que no fue a la escuela por meses completos. Mientras que a la yo pequeña la etiquetaron de una forma peculiar:

   "La mejor amiga de Ariana."

   Con esto dicho, y con la irremediable verdad de que nadie en el salón quería a Ariana mas que yo; en los tiempos que ella no estaba, era realmente cada vez más difícil defenderse sola. En efecto, me sentí abandonada por mi unica amiga, pero no era quién para quejarme, porque Ariana se veía con mas ojeras e incluso demacrada, cosa que es extraño de ver en los niños. Fue por eso que nunca me animé a preguntar nada, y cada vez que la veía, la recibia con un fuerte abrazo y una enorme sonrisa. 

   Aún así, ellos me decían simplemente una cosa, repitiendolo cual loros con sonrisas en sus rostros:

   "Tendrías que dejar de ser su amiga."

   Siendo aún niños, ellos hacian bromas básicas, como el pegamento en la silla, cortar el cabello, esconder cartucheras, carpetas y obviamente la mochila, pero lo que mas le dolió, a la pequeña versión mía, fue la exclusión que sufrió en cada cosa, en cada recreo, en cada trabajo y actividad. Siempre sola e ignorada, siendo el típico "hazmerreír".

   Mi voluntad para ir a la escuela fue cada vez menos, poco a poco, siempre ponia alguna excusa para no estar rodeada de tantas viboras encerradas en un aula. Fue entonces que en cuarto de primaria, me cambiaron de escuela. Realmente, no había conocido lo que significaba la palabra "problemas", hasta el 2013, todo fue lentamente empeorando, y lo que comenzó como una grieta dentro de nuestra familia, termino derrumbando un pilar entero.