Sábado, 20 de Febrero, 12:27 pm

    Hace no mucho llegue a mí casa, junto a mí padre, porque lo acompañe a buscar la bolsa de comida que la iglesia nos da. Antes él iba sólo, pero (aunque la bolsa no es tan grande como otras veces) ya no puede cargar algo tan pesado como eso, es por esto que los últimos meses lo estuve acompañando. En realidad, es un buen ejercicio, porque vamos y volvemos caminando; obviamente yo llevando todas las cosas. Pero, ¡creo que incluso he desarrollado los brazos! Justo que yo me estaba quejando de los gordos que eran estos mismos. Seguro fue en el momento que empecé a hacer fuerza para mover algún mueble, o quizá sea mayormente por estos ultimos tiempos...pero en fin, el lado positivo es que ¡mis brazos estan más musculosos!.

   Bueno, pensando en esto me pregunto, ¿hace cuánto tiempo estamos yendo a la iglesia para pedir alimento? ¿Desde 2019? O ¿2018? Ya no recuerdo la verdad, fue pura iniciativa de mí papá, pero nos terminó sirviendo a todos. De alguna manera, nos cuesta llegar a fin de mes, típico últimamente en varias familias ¿no?, creo que la única diferencia, es que nosotros ya estamos acostumbrados a no llegar casi nunca. Y con esto de "no llegar" me refiero a tener la heladera vacía y apenas plata para comprar lo básico (creo que el hecho de que solo comamos una vez al día, por costumbre, nació de este punto, es por eso también que nos facilita mucho esa característica).

   Pero bueno, son temas de cada familia, siempre cada una va a tener sus luces y sus sombras; sino quiénes eran ¿no? ¿La familia Ingals? Ese sí que es un estereotipo ideal de una familia angelical. Laura me caía muy bien, era una dulce con sus trencistas. Creo que del otro lado, de las sombras, podria poner como ejemplo a ¿La familia Addams? ¡Ja! Ellos eran unos raritos simpáticos, me encantaba esa pelicula de chica.

   Sí, recuerdo que cuando era más chica, iba a la escuela pública. Yo conté que siempre buscaba alguna excusa para faltar, pero en realidad no siempre necesitaba de eso, ya que constantemente había paros tras paros, era por eso que siempre me quedaba en casa viendo televisión; mirá si abre visto hasta hartarme "La familia Addams". De todas formas mis padres decidieron cambiarme por la poca presencialidad más que por otra cosa (al final mataron dos pájaros de un tiro, unos genios).

   ¿Sabes? En realidad sigo siendo la misma inscontante de siempre, porque el horario que pongo de cada día, es cuando empiezo a escribir como "la hoja del día" y me puede llevar horas, porque hago un párrafo y me distraigo haciendo otras cosas. Sucede que en esta casa siempre hay cosas por hacer, por ejemplo ahora estoy escribiendo esto a las 14:40, pero en el lapso de tiempo que hubo de por medio yo estaba cocinando una salsa para mantenerla almacenada y usarla en estos días, pero a la vez que hacía eso, afuera, estaban cortanto el pasto y renegando con Mora (mi perrita) porque no paraba de ladrarle a la bordeadora eléctrica. Al final, eso termino en encerrar a Morita dentro de la casa, y que ella me mirará preparar la sala, recostada en el piso de la cocina.

   De todas formas, todo esto son algunos detalles que no puedo notar su importancia, pero como quiero y puedo los escribo igual. 

   Pero, en fin, volviendo al tema del desahogo, se dice que si vos no le das un cierre final a una etapa de tu vida, el ciclo se vuelve a repetir, puede que algunos detalles cambien, pero al fin y al cabo sigue siendo la misma historia. Nuestra familia es un tanto peculiar, estamos repitiendo la misma historia desde 2014, y no me refiero a que, como en una película, el dia se repite constantemente, no, claro que no, esto es la vida real, cada día es diferente, pero con eventos que te hace pensar en "déjà vú", esas situaciones en la que suspiras y decís: 

   "¿Otra vez con lo mismo?"

   Una vez más, y otra y así sucesivamente, hasta que de el último suspiró de su vida. Lo único que espero y deseo es que, cuando le diga su último adiós y al fin descanse en paz, el ciclo se cierre con él, con mi querido padre.