Mis queridas Estelas

Jueves, 25 de Febrero, 02:15 pm

    Josefina, la última vez que te vi fue en la ceremonia de graduación, en general, a casi todos los dejé atrás después de ese día, incluso a Lucas.


   Ese fue en verdad un dia muy soleado con un hermoso clima. Podía sentir la brisa en mí nuca que viajaba con mi pelo y ondeaba mi uniforme, también me acuerdo de la calidez que irradiaba la luz del sol la cual se mezclaba con la frescura que se reparcia entre las suaves sombras que te daban las hojas de los árboles. Sí, recuerdo que levanté la mirada para encontrarme con muchas pequeñas fugaz de luz entre el gran enjambre de diminutas hojas las cuales se reflejaban en cada silla, en cada mesa e incluso en cada uno de nosotros.


   Todos estaban emocionados, sonriendo a pesar de no vernos completamente las caras. En efecto, desde el 2019 no había visto a ninguno, sus rostros no parecian haber sufrido ninguna controversia. Pero recuerdo haber estado emocionada la noche anterior, pensaba en verlo a él y saludarlas a ellas. Aunque como toda ilusión, no pasó mas allá de mi mundo de Valencia.


   Desde agosto estuvimos cuidando de mi abuela enferma de cirrosis terminal. Una semana antes, habíamos decido, entre todos, que ella podría quedarse un tiempo en su casa y después, si así lo quería, volveria con nosotros. Mi abuela recogió sus cosas y se fue contenta, después de tanto tiempo, ya habia empezado a extrañar sus plantas, su cocina, su cama, su hogar. Sin embargo, unos dias antes de mi ceremonia de graduación, ella desmejoro y termino en el hospital, internada. Cuando lq fui a ver al hospital, ya no era la misma persona de cuando nos despedimos aquel día.

 

    Los médicos nos dieron sólo dos opciones, o dejarla en el hospital (lo cual era obvio que la iban a despachar para poder obtener la cama, necesaria para alguna persona que sí tenga la opción de poder recuperarse) o llevarla hasta nuestra casa para poder cuidarla. Al final, fue la segunda opción la cual terminamos de optar, después de varias confusiones. En fin, la cuestión era que mi mamá no queria enfrentarse a eso sola, me pidió que la acompañara el dia que debíamos retirarla del hospital, lo cual yo acepte sin dudar. Es por eso que inmediatamente después de la ceremonia, y que me entregaran el diploma, no esperé a que me llamaran para retirarme, tampoco salude a nadie por última vez, simplemente me fui con paso seguro, dándoles la espalda. Y para poder alcanzar a mi mamá, quién se habia retirado primero, corrí las ultimas cuadras.


   Si, cuando ya estaba a una distancia de la entrada de la escuela, un compañero me grito, y cuando me di vuelta me dijo que vaya para sacar fotos, yo simplemente me volvi a dar la vuelta y doble en la esquina próxima, para empezar a correr, necesitaba alcanzar a mi mamá, queria llegar hasta mi abuela.


   De vuelta, me pregunto ¿qué hubiera pasado si regresaba? Si, como en mi fantasía, le hubiera sincerado mis sentimientos a Lucas, ¿estaría igual que ahora? ¿serían diferentes las cosas? ¿él me hubiera aceptado? No creo, porque no estaba ahí cuando me alejé...nadie estuvo ahí, porque yo nunca los invite.



#24048 en Novela romántica
#14889 en Otros
#4242 en Relatos cortos

En el texto hay: familia, recuerdos, preparatoria

Editado: 04.03.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.