Misma sangre

Capítulo 5: Viernes

Me levanté muy temprano, no espere la alarma, y fui a la habitación de mi hermana, durante varios minutos esperé en la puerta, sin embargo, nadie abrió.

Me preparé y me dirigí a desayunar, solo encontré a mamá. La saludé, la abracé, y me senté. Desayunamos en silencio, aún tenía un poco de tiempo antes de mi ingreso al colegio. De reojo observé una silueta, mi hermana, ahí estaba, inmóvil, nos estaba observando, no lucía bien, tenía los ojos hinchados, rojos, tristes, además de diversos moretones en la mejilla, sus brazos se encontraban arañados y con moretones.

─ Hermana ─ me levanté y me acerqué a ella. ─ ¿Qué te paso ayer?

─ Me asaltaron ─ respondió Marial de forma cortante, me tape la boca con las manos, me espante ante la idea, sin embargo, mi hermana no parecía asustada. ─ Estoy bien, tranquila, solo me golpearon.

─ Debemos ir a poner una denuncia ─ dije esperando que aceptara.

─ Tranquila, no pasó nada, solo fueron algunos golpes, se me pasará pronto.

─ Hija… ─ dijo mamá.

─ Es todo lo que diré, desayunaré en mi habitación.

Sin más se fue a la cocina, preparó algo y se dirigió a su habitación. Observé a mamá, se veía triste. Hasta ahora no comprendía porque mamá y mi hermana no se llevaban bien. A veces incluso llegaban a ignorarse. 

─ Mamá ¿por qué mi hermana es así contigo? ─ Observé a mamá esperando por una respuesta, sin embargo, mamá no dijo nada, simplemente me dio un abrazo y se dirigió a la cocina.

Durante el desarrollo de clases pensé en lo que le había sucedido a Marial. Apenas finalizó mi jornada fui corriendo a casa, de camino me encontró con Jhon, quién trató de acompañarme a casa, pero, no quería que viera a Marial en ese estado.

La casa parecía vacía, como siempre, seguramente mamá estaba en su habitación. Fui corriendo a la habitación de Marial y tras varios minutos insistiendo por fin me abrió la puerta.

─ ¿Qué sucede Mariam? ─ Marial sonó muy agresiva.

─ Hermana ¿cómo estás? ¿Necesitas ayuda con los golpes?

─ Por supuesto que no. Ahora lárgate, no quiero ver a nadie.

─ Marial, hermana… ─ Me sentía aturdida debido a la mirada llena de odio de Marial. ─ ¿Qué te sucede? Por favor hermana…si necesitas algo, dímelo por favor.

─ Ya te dije lo que quiero, lárgate. ─ Marial empezó a sollozar. ─ ¡Lárgate! ¡vete! ¡no quiero verte! ─ Y empezó a empujarme fuera de su habitación. ─ ¡Vete! ¡Déjame sola! ¡Sola déjame sola!

─ Esta bien hermana. Me voy. ─ Y se repitió lo mismo que ayer, mi hermana no dejó de llorar y romper objetos en su habitación durante varias horas.

Algo estaba sucediendo, pero, Marial no quería decirme nada. Me estaba empezando a preocupar, y sentía que en esta ocasión no sería una preocupación infundada.



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En el texto hay: asesinatos, familia, venganza

Editado: 17.06.2022

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