Jim va d un lado a otro junto a la puerta de jak–¿Como pudimos tráelo aquí? De seguro que lo mataran.
Robert le da un pequeño empujón–Deja de lloriquear, no le tocara nadie mientras estemos aquí.
Donald se hacerca donde estaba sentado Alexander–¿Por que Camila no a venido todavía?.
–Nose... la verdad es que todo esto es incomprensible.
Camila no dejaba de morderse las uñas mientras iba de un lado a otro, sabía que te ia que estar con Jak ahora, pero sentía un raro sentimiento al saber que ese hombre que tanto le había echo daño estaba a unos pasos de ella. Ella que jamás había creído que algo llamado amor llegará así vida, ahora lo estaba viviendo a lo grande.
–¿Que debo hacer dios mio? No se que sentiré si lo veo en ese estado.
Alguien llama a la puerta y está se pone rápidamente de pie, por la puerta aparece la señora Masi sonriendo.
–Mi lady, ya han revisado al hombre y le curaron la herida de la mejor forma posible ¿quieres verle?.
–No pienso esperar más, vamos.
Mientras caminaba hacia el cuarto de Jak, sintió su corazón cada vez más deprisa. Alexander se levantó rápidamente al verla.
–Me alegra ver que por fin quieres verle–dijo sonriendo.
Camila abre la puerta y suspirando profundamente se da la vuelta. Sus piernas temblaron cuando se hacerco a donde estaba tumbado, se tapo la boca al ver lo pálido que estaba. Ella jamas lo había visto en ese estado, algo en su interior se rompió del dolor, se sentó junto a él y sin sentir lo que hacía le acaricia lentamente la cara.
–Jak...tu no puedes estar así, tú siempre has sido fuerte–su voz temblo del dolor.
–No me dejes....–gimió en sueños Jak.
Camila sonríe de felicidad al oír lo que este dijo y sujetando su mano se durmió sonriendo.
La señora Masi deja la bandeja del te en la mesa–¿Algo más mi señora?.
Mel niega–No, siéntate.
–Te veo muy preocupada mi señora.
–Para no estarlo, creí que todo iba bien, había encontrado a mi querida hermana y eso me puso muy feliz. Pero todo se puso negro y oscuro con la aparición de ese imbécil de Jak y Colín. Se que mi hermana lo ama... pero dudo que el sienta lo mismo por ella y eso es lo que más temo...que la hiera.
La señora masi la abraza acariciándole el pelo–La vida es así mi pequeña, no sabes lo que te deparará.
Rolf mira a Donal con seriedad, no se podía creer que esos asesinos estuvieran en su casa y el no podía hacer nada para castigarlos.
–Cuando despierte lo quiero delante mía.
–Jak ya recibió su castigo y no merece ser castigado por algo que hizo otra persona.
Rolf sonríe con frialdad–Ese hombre no tiene a nadie por que el se lo busco y no por do tener piedad con alguien de su calaña.
Lady Jenny se sienta junto a mel al ver que está no le respondía–¿Estas bien, mamá?.
Mel se sobresalta y al momento sonríe–Estoy bien, solo un poco cansada.
–Se que no te gusta que ese hombre este aquí...pero meda mucha pena sobre Camila. Ella ama mucho a ese hombre.
Camila entró justo en ese momento y lo oyó todo. Ella sabía que su hermana odiaba a Jak, pero deseaba que algún día los dos pudieran llevarse bien ya que ella amaba por desgracia a ese monstruo de hombre. Lady Jenny la vio en la puerta y sonrie nerviosa.
–Mira mamá, la tía ya está aquí.
Mel la mira sonriendo–¿Quetal estas?.
Camila se hacerca a ella y sentándose junto a ella, la suejta de las manos y sonrie–No quiero causarte preocupaciones, sabes que solo te tengo a tí aquí. Jak jamás me haría daño, el quizá fue el peor hombre en el pasado, pero eso quedó en el pasado y el cambio.
Mel asiente–Esta bien, yo confío en ti...pero no me pidas que confíe en ese hombre.
–Dejad el tema y vamos a comer, seguro que la señora masi nos preparó muchas delicias–dijo Jenny para romper la tensión.
Colín dio un puñetazo al mejor de sus hombres–¡Sois unos inútiles! ¡dejasteis escapar al miserable de Jak y al mocoso!.
El hombre se sujeta la nariz–Perdóname esta vez, juro que traeré a Jak ante ti y...
Pero Colín no le dejo terminar y sin más le apuñala con su espada, el hombre cae al suelo sin vida.
–¡Que esto sea ejemplo para todos vosotros! No quiero más estupideces–les gritos a sus hombres furiso de que no pudieran hacer nada.
La señora Masi se sienta a comer junto a Kas.
–¿Crees que el laird lo dejara vivir?–pregunto Kas.
–Lo dudo, el señor es muy duro con estos temas, es imposible que lo deje pasar...
Rog entra con cara seria y oyó lo que dijeron estas–Creo que debéis estar más a lo vuestro...
Kas sonrie falsamente–Y yo creo que tu tienes que estar en tu puesto entrenando a tus hombres.
Rog quiere cogerla del brazo, pero justo en ese momento la señora masi se levanta y se pone entre ellos–Deja a la muchacha en paz y siéntate a comer.