Camila oyó los golpes en la puerta, no tenia ganas de hablar con nadie. Quería estar sola y pensar, pero volvieron a llamar y no tuvo otra opción que abrir, y al hacerlo se arrepintió ya que se encontró con Jak.
––¿Que quieres? Creo que ya nos dijimos todo.
Jak cerro la puerta y se hacerco a ella––Sabes que tenemos que hablar...no debemos seguir así.
Camila fijo su atención en el suelo, tenia miedo de mirarlo a la cara–Lose...por eso creo que es mejor darnos un poco de tiempo, de que quizá sea absurdo para ti, pero de donde yo vengo suele ser efectivo darle un poco de espacio a tu pareja .
–Espacio...esta bien, te daré ese tiempo. Pero cuando me veas de nuevo solo será para pedirte tu respuesta, para ese entonces piensa en lo que sientes–le dijo girándose para salir.
Camila de levantó rápidamente al ver que de iba a ir–¡Jak! ¿podrias...abrazarme?.
Este se giro y sonrió abriendo sus brazos, Camila no dudo y se echó a sus brazos. Se sintió la mujer más segura al estar entre brazos,jak la aparto un poco y acariciando su mejilla depósito un sube y tierno beso en su frente.
–Te estaré esperando––susurro contra su frente.
Camila asintió–Lo mismo te digo...te esperaré.
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Jim bajo de su caballo dando un salto, se pasó la mano sobre su cabello sedoso y miro a los dos hombres que estaban delante de él. Solo esperaba que lo recibiera bien, no deseaba que algo saliera mal.
–Buenas tardes, vengo a ver al laird MacGregor.
Los dos hombres se miraron entre si, uno de ellos asintió–Bien, sígueme.
Jim no tuvo otra opción que hacer lo que este decía, entró sin decir nada. Cuando cruzó la puerta de quedo con la boca abierta al ver a una bella joven esperándolos al final del pasillo, era Jane MacGregor.
–¿Donde esta Jak?–pregunto la joven mirando hacia la puerta.
–Jak tuvo un problema y no podrá venir, pero me ma do a mi en su lugar y...–se callo al ver wue la joven ya no sonreía–¿Pasa algo? Si estás triste por que Jak no está yo...
La joven negó con la cabeza–No es eso, Jak tenía que aver venido. Verás padre se encuentra muy enfermo y no se que hacer.
Jim se hacerco a ella al oír lo que dijo–¿Enfermo? ¿como esta ahora?.
–Muy mal...nose que hacer, tengo miedo de que algo le pase y el quiere ver a Jak–la joven se tapo la cara con las manos, al rato sintió la mano de Jim sobre las suyas y al mirarlo se quedó prendada de su magnífica sonrisa.
–Nada le pasara a tu padre, si su deseo es ver a Jak lo hará. Te prometo que estaré siempre a tu lado–jim deseo que Robert estuviera ahí para darle un puñetazo por lo imbécil que era al hablar. Pero él era así de sincero y directo, no aguantaba ver a esa mujer triste.
–Pasa, tienes que comer algo por el largo viaje que hiciste–lo invito la joven dándole la espalda, Jane no se podo creer que ese hombre tan atractivo estuviera preocupado por ella. Suspiro dos veces para relajarse y también para que los latidos de su corazón cesaran un poco.
Jim se quedo mirandola, era la mujer más bella que jamás había visto. Entró al salón tras ella y sin estar muy seguro se sentó aceptando la invitación, pero en ningún momento sus ojos se apartaron de su inocente rostro.
*****
Jak se giro al oír la puerta abrirse, al ver que era Mel dejo lo que estaba haciendo y espero a ver qué quería decir.
–Si querés decirme que soy el peor hombre que has conocido deja decirte que tienes razón y...–mel lo interrumpió negando.
–No lo eres, bueno, lo eras antes. Pero ahora ya no eres ese hombre al que no le importaba nadie,ese Jak quedó atrás–le dijo sonríendo.
–Lose, pero eso no me quita las atrocidades que hice, incluso contigo. Quizá Camila tenga razón y de verdad necesitamos ese tiempo para pensar.
Mel de hacerco a el y para sorpresa de este le tocó la mano sonriendo–los dos lo necesitáis, quizá sea duro estar separados el uno del otro pero...creeme que funcionara para que cada uno sepa que quiere de verdad–aparto la mano y se giró para irse, pero se detuvo en la puerta–Y una cosa más, que no se te olvide que todos en este mundo merecemos una segunda oportunidad, no me cabe duda que tu y mi hermana sois tal para cual, estoy segura que seréis felices.
Jak se dejó caer en la silla y sacudió la cabeza sonríendo, la vida era todo un misterio. Quien diría que la mujer que más odiaba iba a ser quien le diera fuerzas a seguir, abrió la puerta y se dirigió hacia la puerta del castillo. Iba a irse a la casa del bosque hasta que todo estuviera bien, cuando llegara el momento volvería junto a su esposa, claro está si ella lo aceptaba.
Rolf oyó la puerta del despacho abrirse y sonrió al saber que era su esposa–¿Crees que esto está bien?–pregunto mientras veía como Jak montaña a su caballo y se alejaba del castillo.
–Seguro, tengo fe en su amor, cuando el amor de dos personas es fuerte y sincero es imposible que se acabé, da igual lo mucho que se alejen. El amor nunca acaba–Mel sonrió al recordar como llego allí y en como su vida cambio. Sintió los brazos de su esposo rodearla y sonrio apretándose contra él.
–Igual que el nuestro–le susurro al oído.
Camila se quedo un buen rato en la venta después de ver como Jak se alejava del castillo, no se sentía mal ya que ese no era un adiós, solo serían dos semanas las que no se verían ¿pero podía si corazón aguantar sin verle? Alejo esos pensamientos de su mente y de llevo la mano al pecho.
–Jak...solo dos semanas y podremos decicir si seguir o acabar....