Jack mira a la mujer flipando la mujer sin creer lo que le acababa de decir una maldita mujer ¿que les pasaba a esas mujeres de ese clan? no iba a permitir que esa mujer se riera de el y menos delante de sus hombres.
–Ya agotaste mi paciencia y...–Jak la sujeta del brazo y la aprieta con tanta fuerza que Camila no dudo en que el no tenía ni pizca de piedad en su corazón.
Pero oyen unos gritos que vienen de lejos y ven correr a Jim a ellos gritando–¡¡Son los hombres de Gan Cameron!!.
Jak y sus hombres maldicen al oírlo,estos sacan sus espadas y miran por todas partes–¡¡Todos a la casa en ruinas!! ¡¡vamos!!.
Todos salen corriendo en dirección a la casa donde tenían su escondite, Camila oye los gritos y sin pensar en nada se sujeta al brazo de Jak asustada. Jak mira a la mujer y maldice al ver que le sujetaba el brazo con fuerza.
–¡Tú te quedas aquí mujer!–dijo Jak apartado su mano de su brazo.
Camila le mira incrédula–¿¡¡Cómo!!? tu tienes que estar mal de la cabeza si piensas que me quedaré aquí parada mientras esos monstruos están gritando como locos Ahí–Camila no pensaba dejar que ese malnacido de hombre la dejará tirada ahí a su suerte.
Jak mira a su amigo Alexander y este asiente–No podemos dejarla aquí tirada Jak...esos hombres de Gan no tendrán piedad de ella.
Jak mira a su amigo furiso y cuando le iba a responder Alexander le sujeta del hombro–Recuerda que me debes una... pues yo prefiero que me la devuelvas dejando con nosotros a esta mujer.
–¡¡Vale!! esta me la vas a pagar Alexander–dijo Jak furiso al verse arrinconado y luego se gira mirando a Camila con frialdad total –Y tú,mas te vale estar callada o te cortaré esa lengua yo mismo ¡¡vamos!!.
Camila vio salir corriendo al hombre que le caía mal, Alexander la sujeta de la mano y echan a correr. Camila corrió tanto que no podía sentir ni sus piernas, estos llegan a una casa si es que se podía llamar así ya que estaba casi apuntó de caerse.
–¿Vivís aquí?–Camila se rió por su pregunta,claro que vivían ahí por algo eran ladrones.
–Es nuestro escondite... pero normalmente dormimos al aire libre–dijo Alexander sonriendo a esta.
Camila le devuelve la sonrisa ya ese era el único de los cinco hombres que le sonreía, la verdad era el único majo de ahí. Camila ve como al que llaman Jak da órdenes a los cuatro hombres y cada uno sale por un lado con su espada en la mano.
–Esto es de loco...¿por que una espada si hay pistolas?–Camila no lograba entender aún lo que querían esos hombres de ella,ni su vestimenta y menos el porque llevaban esas espadas.
–¡Entra dentro mujer!–le grita Jak al verla mirando a su alrededor como una tonta.
Camila entra en la casa y siente el frío en la casa ¿donde estaba la calefacción? ¿y un móvil? ,no sabía donde estaba y lo que más deseaba era poder encontrar un coche. De pronto se acuerda de su bolso y maldice al recordar que lo dejó en donde la había encontrado esos hombres.
Jak entra con los otros furiso y deja su espada maldiciendo sobre la mesa.
–¡¡Ese maldito de Gan Cameron!! seguro que envió a sus hombres a por mi...hay que salir de aquí cuanto antes.
–Pero...¿como salimos sin que nos vean? hay más de diez hombres ahí fuera y todos bien armados–dijo Donald sentándose suspirando.
Jak tira una silla maldiciendo–¡¡Maldición!!.
–Yo tengo a un primo que de seguro que me dejara su casa por unos días...podemos ir ahí jefe–dijo Robert mirando a su jefe.
Camila vio que estos estaban discutiendo sobre cómo librarse de esos hombres y no le gustó nada ver que ella también estaba en ese lío con ellos ya que si esos hombres los pillaban de seguro que ella también estaría en un problema y no podía dejar que eso pasara.
–¡Quereis callar todos!!–todos se dieron la vuelta mirándola furiosos.–Bueno...no pude evitar oír que esos hombres os quieren muertos y creedme que eso a mi no me importa pero...aquí estoy yo con vosotros y seguro que ellos no me dejaran ir así que...¿puedo ayudar?.
Todos la miran y se ríen a carcajadas, Jak no se rió ni un poco al oír lo que dijo está, es más sintió ganas de matarla ahí mismo por lo tonta que era.
–¿ Y que aras mujer? ¿ponerte de rodillas y llorar por todos?–dijo Jim sin poder dejar de reír.
Camila sintio ganas de meterles una ostia a cada uno de ellos ¡¡se estaban ríendo de ella!! ¿acaso creían que ella no podía con esos hombres?.
–Bien...y yo que tenía un plan infalible pero bueno...dejad que os cojan y os maten.
–Bien...¿que plan tienes?–dijo Alexander mirándola, Camila vio como sus compañeros le miraban furiso de que este hubiera dicho eso.
–¿¡Que!? ¿alguien tiene algo que decir?.
Todos se callan y Camila sonrie cruzándose de brazos–Bien el plan es que...os hagáis pasar por mujeres.