Capítulo 10: ¿Quien no siente asco al mirarme?

Donald entra a la habitación de Jak y se cruza de brazos mientras se apoya en la puerta.

–Se lo que me dirás viejo, no pienso tenerle miedo a ese hombre–dijo poniendose las botas.

–Sabes que no solamente gan Cameron te está buscando...también Rolf Mackenzie lo está haciendo.

Jak se levanta sonriendo–¿Crees que no lo se? jure vengarme de su maldita mujer...y lo are, pero antes resolveré este problema.

Donal quería decirle algo más pero justo entro Robert y de callo–Jefe, ya estamos todos listos.

Jak asiente pasando junto a Donald, sabía que este tenía razón, Gan era más fuerte que él. Pero no iba a  dejarse intimidar por ese hombre, hacia tiempo que estaba planeando secuestrar a lady Mel Mackenzie y hacerla pagar por lo que le hizo, pero después de casarse con Rolf mackenzie era imposible llegar a ella con tantos guardias a su arededor. Pero el sabía que su punto débil era su hijo y seguro que mel y Rolf sufrirían cuando se dieran cuenta de que su hijo ya no estaba con ellos.

*****

Camila oyó la puerta abrirse, un guardia le deja en el suelo una bandeja de comida y luego sale sin decir nada. Camila se levantó y cogió la bandeja y sin mirarla la tira al suelo maldiciendo.

–Dios...no quiero morir aquí...–dijo tumbándose en el suelo.

–Slgo me dice que esa mujer sabe donde están, pero la muy zorra no hablara–dijo Colín mirando a su laird.

–Quiero que me traigas a Jak Colín, no que estés ahí hablando como un estúpido–odiaba ver que ese maldito de Jak estuviera libre y sin castigo.

–Lo tendrás bajo tus ois mi laird...lo juro–dijo Colín apretando sus manos.

Alexander mira el castillo–Es muy grande ¿donde estará Camila?.

Robert le da con la mano en la cabeza–No seas imbécil Alexander...claro que no la tendrán en unos aposentos de alto lujo.

  –Dejad de discutir, seguro que estará en los calabozos–dijo Jak advirtiendo a estos que se callarán.

Donal mira a Jak preocupado–Hay muchos guardias Jak, nos superan en número.

–Lose, pero nosotros los superamos en inteligencia–dijo Jak sacando el bolso de Camila.

Jim vio que todos lo miraban fijamente y al entender lo que querían hacer niega con la cabeza bruscamente.

–¡Lo pienso hacerlo de nuevo!.

Jak sonríe–Claro que lo aras buen amigo...si no quieres acabar muerto.

Jim maldice y deja que Alexander le maquille, sabía que no era tan bueno que Camila pero este lo intento todo lo que puedo.

–Ya esta, terminado.

Robert se tapa la boca–Jim estas...

–Di algo y juro que te vienes conmigo–dijo Jim amenazándolo con la mirada.

–Ya sabes que hacer...más vale que no sospeche–dijo Jak dándole un empujón.

Jim de hacerca nervioso a los tres hombres que había en la entrada de atrás, sabía que eso estaba más que mal pero también sabía que la vida de Camila dependía de engañar a esos canallas.

–Hola chicos...–hablo Jim con la voz más dulce que tenía.

El hombre que estaba apoyado en la pared le da un codazo al otro hombre al ver a Jim aparecer.

–¿Que deseas mujer?–dijo el hombre rubio sonriendo a Jim.

Jim aguanta y sonríe como puede–Yo...veréis mi querida hermana gemela se calló y necesita que alguien la ayude ¿podéis vosotros?.

–No podemos mujer, estamos de guardia–dijo el segundo hombre.

–Oh...que pena entonces, y yo que pensé que erais unos hombres fuertes y buenos–dijo Jim con tristeza dándose la vuelta.

El tercer hombre le da un codazo al rubio–Espere...la ayudaremos solo dinos donde está tu hermana.

El rubio sonríe siguiendo a Jim–pero que sepas que nos tendréis que dar algo acambio.

Jim sonrie–Tranquilo...seré muy generosa con vosotros.

Jim los condujo donde estaban los demás esperando con sus espadas en la mano, cuando Robert los vio acercarse dio la señal a los demás. Jim se para y señala los arbustos.

–Esta ahí chicos...

El rubio de acerca decidido, pero nada más llegar Donald le da un golpe en la cabeza y este cae al suelo sin sentido, los otros se sorprenden al ver lo que le pasó a su compañero y al querer sacar sus espadas Robert aparece tras el pelirrojo y sonriendo le golpea.

Jim se acerca al hombre más mayor–Creo que cumplí...os di una bonita recompensa por vuestra ayuda, gracias por todo imbécil.–dijo Jim dándole un puñetazo que le hizo perder el sentido.

Donal sonrie a Jim–Buen trabajo muchacho.

Entraron por la puerta de atrás sin ningún problema, pudieron llegar a los calabozos con facilidad ya que solo había un guardia y Jak no dudo en golpearlo antes de que diera la alarma.

–Ire a por Camila... vosotros quedaros aquí vigilando–dijo Jak bajando las escaleras.

–Ire contigo–dijo Alexander siguiéndolo.

Jak busco en cada calabozo y al llegar a la quinta vio a Camila dormida en el suelo. Esta alzó la cabeza al oír los pasos y se sorprendió al ver a Jak mirándola fijamente, Jak noto de inmediato la mala cara que tenía la mujer y maldijo a todos los que estaban en ese castillo.