A pesar de las nuevas inversiones y el incremento de las ventas, tanto los balances de octubre, noviembre y diciembre cerraron con pérdida. Sofía ya cansada de no encontrar la respuesta,contrató a un auditor privado para que analizara y examinará los registros de los últimos seis meses. Tal vez esa persona pudiera encontrar el error en los balances,en realidad, el faltante de plata no existía.
Mientras tanto sólo para quitarse la duda, Sofía se puso a estudiar la vida financiera del personal. Todos seguían teniendo la misma vida de siempre, nadie había hecho un gasto sospechoso, excepto Zulma y Adan, quizás más él que ella le despertaba sospecha.
Desde hace un tiempo Sofía presentía que algo no iba bien, ella siendo la socia mayoritaria apenas le sobraba algo a fin y ellos se iban cada fin de mes de vacaciones al exterior o a la costa argentina. Obviamente que ella sabía que Zulma no tenía hijos en edad escolar y que por ende tenía menos gastos pero no sólo se iban de viaje, hacía unos meses Adan se había comprado un BMW cero kilómetro.Todo muy raro.
Para quitarse todas sus dudas, Sofía buscó una abogada con conocimiento contable para que revisara los últimos contratos firmados. Gracias a ella descubrió que su socia y amiga de toda la vida cobraba por cada contrato un porcentaje que oscilaba entre el 5% y el 10%, algo que ella desconocía por completo.
Por otro lado, el auditor halló que Adan cobraba un sueldo mucho mayor que el de ella. Ahora entendía cómo ellos podían hacer todos esos gastos.
Sofía no sabía que hacer, su amiga y confidente era la supuesta ladrona. Zulma no sólo la estafaba a ella sino también que con su artilugio había complicado las finanzas de su propia empresa. Estaba shockeada y dolida, tenía muchas ganas de llamarla para preguntarle por qué había hecho eso pero prefirió tomarse unos días para encarar la situación más fríamente.
El lunes por la mañana llamó al banco para averiguar si con su solvencia económica podía sacar un préstamo que le permitiría comprar el 30% de la empresa de Zulma, sin poner en riesgo su estabilidad económica. El jueves por la mañana volvió a la empresa decidida a hablar con ella y su hermoso esposo, ya había revisado una y otra vez con su abogada los requisitos necesarios que debía cumplir para poder comprar su parte sin tener problemas legales ni crediticios.
Apenas oyó llegar a Zulma, se dirigió a su oficina para sorprenderlos y sin rodeos les dijo:
- ¡Hola! ¿Cómo están?- dijo con una sonrisa falsa.
- Muy bien-contestaron al unísono.
- Zulma, te enteraste que hace tres meses los balances cierran con pérdidas.
- ¡¿Cómo?!- dijo ella sorprendida. Si cada mes aumentan las ventas y en los últimos tres meses conseguí inversionistas nuevos.
- Si- dijo Sofia- por eso contrate un auditor y una abogada privada para que revisaran todas las transacciones de la empresa.
- ¿Descubrieron algo?- afirmó sorprendida.
- Si, encontraron que mi amiga de toda la vida, mi socia está cobrando una comisión por cada contrato conseguido
- ¡Cómo!, yo no cobro nada, de donde sacaron ese disparate
- De estos contratos donde está escrito en letra chica que cobras entre un 5% y un 10% de comisión por cada negocio cerrado
Dicho todo esto, Sofía los arrojó en la mesa enojada, Zulma abrió los ojos sorprendida, no sabía nada de esto pero sospechaba con ciencia cierta quién era el responsable de todo esto y para cubrirlo dijo: - Lo hice como un seguro, por si alguna vez querías despedirte o quedarte con mi parte.
Sofía intuyo que su amiga mentia para cubrir la espalda de su estúpido pero precioso marido.
- Está bien- dijo resignada. Los quiero a los dos fuera de esta empresa hoy mismo. A la tarde un contador junto con mi abogada se presentarán en tu casa para darte mi oferta. Has perdido mi confianza.
Adan sorprendido dijo: ¡¿Qué?!, mi esposa es la dueña de toda la empresa.
- No, no, yo sigo siendo la socia mayoritaria y por eso, tengo el poder de decidir el destino de este lugar.
Adan estaba apunto de retrucar a Sofia pero Zulma saliendo de su embobamiento dijo: - Es verdad, los espero esta tarde para firmar el acuerdo. Sé que tú acuerdo va a ser más que justo. Tomó su cartera y salió a la calle callada y con la cabeza gacha escondiendo su vergüenza por el error cometido. Por amor, no sólo había perdido su seguridad económica sino también a su mejor amiga y confidente.
Adan estaba estupefacto, la sonrisa irónica se transformó en una boca colgando por la sorpresa, él creía que su esposa poseía el sesenta o setenta por ciento de la empresa y ahora descubre que solo era dueña de un 30 por ciento.
Sofia lo miró sonriendo y le dijo chau con la mano.
Adan salió casi corriendo del lugar, buscando desesperado a Zulma, dándose cuenta que por culpa de su avaricia había echado todo a perder.