Habían pasado unas 3 horas desde que ONLINE había comenzado, y ya algunos jugadores de había constituido como grupo, aumentando su tasa de supervivencia, y, como resultado, agregando dificultad a tratar de derrotarlos.
Aunque la mayoría de estos eran grupos de 5 a 8 jugadores, existían grupos de francotiradores, los cuales no superaban los 4 miembros, formando una escuadra realmente mortal para los jugadores solitarios.
La mayoría de los grupos eran conformados por; un líder, que mayormente tenía la mayor capacidad de reacción y número de habilidades, seguido de dos o tres jugadores denominados de “ataque”, los cuales portaban ametralladoras ligeras con cartuchos ampliados, algo raro de conseguir, junto a un artillero, que portaba ametralladoras pesadas de cualquier tipo, y como soporte, un francotirador y su compañero.
Al estar conformado así, el grupo atacaba con 4 y defendía con otros 4, manteniéndolo equilibrado.
Yo seguía aún sin grupo, lo cual me hacía vulnerable a los ataques de estos.
Sabiendo esto, me dirigí a las cuevas de los límites del mapa, y traté de aprenderme sus estructuras, para así sacar ventaja del terreno en caso de que un grupo me atacase.
Preparé mis armas ante tales posibilidades, ya que había estado escuchando recientemente ruidos de disparos a muy poca distancia de donde me encontraba, lo cual me obligaba a activar “Bullet Tracker” para evitar cualquier amenaza o disparo en falso, revelando así mi posición, o alertando a los otros jugadores de mi existencia.
Estaba absorto en mis pensamientos que no me percaté que un grupo estaba en la entrada del cañón donde me encontraba, era un grupo promedio, con 2 atacantes y, por lo que veía, 3 defensores, contando al supuesto francotirador oculto en cualquier lugar de este cañón, dándole una ventaja territorial importante al combatir contra otros grupos o jugadores, evitando al máximo el daño recibido por el grupo.
Rápidamente me puse en posición defensiva, ante el supuesto ataque, apunté con mi DTR-8 al espacio interior de la formación, activando en el momento “Electric Charge”, una habilidad aturdidora que inhabilitaba al oponente por unos segundos, permitiéndome combatir con grandes grupos de jugadores recibiendo el mínimo daño, solo que tenía sus limitaciones, ya que el disparo aturdidor debía ser el primer disparo en el ataque del jugador que lo poseía, dándole una ventaja solo al inicio de la batalla, una habilidad equilibrada, pero tenía su desventaja, ya que mostraba con un pequeño rayo, durante una fracción de segundo, la posición del jugador, dándole oportunidad al francotirador de actuar, evitando bajas en su equipo, aunque, este rayo solo es visible para los jugadores que son golpeados con tal habilidad, así que se podía neutralizar al francotirador, eliminándolo primero.
Me concentré mientras la barra de la habilidad se cargaba lentamente, aumentando su efecto.
Al esta llegar al máximo, disparé al centro del equipo, aturdiendo a los 4 jugadores en el acto y restándole 40 puntos a sus barras de vida. Acto seguido me abalancé contra ellos con mi DTR-8, el cual promediaba un daño de 38 puntos en el cuerpo y 70 en la cabeza, dependiendo del sujeto y la distancia, estos daños subían o bajaban.
El primer disparo fue para el artillero, ya que tener una ametralladora contra un rifle semiautomático era realmente molesto. Después de eliminarlo de dos disparos, me dirigí Al resto del grupo, el cual se estaba recuperando del ataque eléctrico, disparé otra ronda hacia los indefensos personajes de “ataque”, antes que se recuperaran, ya que estos deberían tener una velocidad considerable y quería evitar en lo posible un enfrentamiento entre armas automáticas y semiautomáticas.
Dos luces brillaron en el centro de la batalla, dando a entender que habían muerto dos jugadores en esa batalla, dejando a dos vivos, uno con la barra aproximadamente al 70% de su capacidad, y la otra, a menos del 30%.
Seguí disparando contra ellos, tratando de reducir su HP hasta 0, pero estos se recuperaron y se cubrieron con las piedras y salientes del cañón, pero yo ya conocía este cañón como a la palma de la mano, así que no dude en tirar un par de granadas a las posiciones de estos, obligándolos a salir.
No me hicieron esperar y salieron corriendo sobre sus pasos, y yo, después de haber recargado, los recibí con una lluvia de balas, reduciendo una barra al 0% y la otra, al 50%, la batalla aún continuaba mientras corría en persecución del elemento restante, mientras el que acababa de abatir, desaparecía desfragmentándose y expulsando luz.
Aún sospechaba de la existencia de un francotirador en ese equipo, ante lo cual, mantenía activada “Bullet Tracker” mientras perseguía al miembro restante, el cual se escabullía a una sorprendente velocidad, evitando la mayoría de mis disparos.
Solo hubo un momento de distracción en esa persecución, cuando me di cuenta de que estaba siendo arrastrado a la posición del francotirador, pero ya era muy tarde, alcancé a divisar la línea de tiro de este, esquivando por milímetros (o pixeles) el disparo, el cual hizo explotar unas rocas detrás de mí.